Danna
Martes 10 de mayo de 2022
1:03 a.m.
Nadie se movió, todos nos quedamos estancados en la tierra mientras el llanto llenaba nuestros oídos y por otro lado Mateo parecía estar sin alma.
Como si toda su vida no fuese suficiente para expresar lo aterrado que estaba.
Se necesitaron cuatro personas para evitar que se moviera directamente hacia el llanto.
Isabella tenía una expresión vacía y egoístamente desee que el llanto no fuese de Summer, así podríamos irnos más rápido.
Pero mateo identificaba el llanto de su bebé y su reacción era lo suficientemente desorientada para saber que haría una estupidez en cuanto lo soltaramos.
Nadie previno que Isabela sería la siguiente en correr hacia el llanto y nadie tuvo una oportunidad real de detenerla.
Mindy fue la siguiente en correr tras ella y si Mindy se iba, Fernando y Eliot iban tras ella.
Lo que nos deja sin fuerza suficiente para retener a mateo que empuja a Leo y corre en la dirección que se escucharon los disparos, no hacia los berridos infantiles.
Leo y yo compartimos miradas sin saber que hacer por lo que pareció una eternidad.
—Danna, no podemos hacer esto.
—Lo sé.
Y de todos modos ambos fuimos en dirección a Mateo.
El bosque de noche era mi especialidad, lo recorrí al menos una docena de veces en el pasado y tenía la leve esperanza de que Mateo se perdiera.
El detalle que se olvidaba con frecuencia es que Mateo había nacido, crecido y reproducido en este bosque y me negaba a que que completase el ciclo de la vida y muriera aquí.
No estaba muy lejos, podía verlo de reojo aún con la oscuridad.
Leo por su parte siempre fue más rápido, me rebasó en cuestión de nada e intento teclear a Mateo, cosa que termino en un enredo ruidoso en el suelo.
Logre alcanzarlos y aunque Matt era muchísimo más fuerte que la mayoría, ahorita estaba aturdido y sus ojos desorbitados. Fue en cierto modo sencillo
Retenerlo.—Ella no estaba contando a Max, ella estaba contando a Summer—trate de ayudarlo a respirar, el sacudió la cara —Danna, es mi hija a la que tiene, tengo que ir por ella.
—Quizá es otro bebé, suena horrible pero sabemos que Lila no mata bebés, podemos encargarnos de eso cuando estemos todos seguros—Trate de tranquilizarme más a mi misma que a él.
—Por eso no corrí tras de Lila—Pude escuchar pisadas suaves y casi imperceptibles acercarse a nosotros.
Porque Eleanor era la que se acercaba.
Soltamos a Mateo antes de comenzar a correr, y esquivar balas mientras corres no es tan sencillo como te hacen creer las películas.
Principalmente porque no estas esquivando balas, estas rezando por que ninguna te alcance. Y correr teniendo como unica luz a la luna también es bastante más oscuro de lo que crees si estás en un lugar frondoso.
Podía escuchar las pisadas erráticas detrás de mi pero no me detuve a pensar en ello.
En menos de lo que realmente lo pensé ya estaba en las cabañas, no me arriesgue a entrar por la entrada principal, la madera crujiria demasiado fuerte. En su lugar me arrastre por la tierra hasta meterme en el hueco de las escaleras.
La oscuridad era una desventaja pero no dejaba de ser también una ventaja.
El llanto se detuvo en algún punto mientras trataba de regular mi respiración lo cual en lugar de tranquilizarme me dejó con un zumbido en los oídos.
Me alegraba de no haber comido nada y no tener nada que vómitar.
Me abrace lo más que pude a mi misma para disimular los temblores, Lila solo tendría que haber mentido y nada de esto estaría pasando.
Me sentía sucia y culpable y solo deseaba recibir una señal de que Sol estaba viva.
Incluso el llanto es mejor que nada.
Incluso que este sufriendo es mejor que la incertidumbre.
Me dolía el pecho, era como si estuviera a punto de tener un ataque al corazón. Solo era mi mente que me odiaba.
Me odia.
Esta bien, yo la odio a ella.
Aborrecer algo era cosa de Melinda.
Detestar algo era cosa de Leonardo.
Odiar era mio.
Odio las cosas que tengo durante el suficiente tiempo.
Odio la forma en como en este instante no puedo mantenerme quieta.
Odio como si hubiese sido alguna de las otras víctimas de Lila no me sentiría así de culpable porque siempre pude mantenerme estable pero en este momento se trata de los que amo.
Así que estoy siendo egoísta y preferencial.
No soy mejor que Lila.
Le estoy dando más valor a una vida que a otra.
Puedo sentir la sangre en mis labios, intentando retener mis gritos, mis gritos no resucitan muertos.
Mis gritos harán que nos maten a todos.
Holaa
Recomiendo leer este capítulo con girl with one eye, da otro sentimiento
Escribir a Danna siempre es muy personal para mí, ella simplemente está ahí intentando no volverse loca mientras su cabeza y ella se están odiando personalmente
Aunque me reí en la parte de aborrecer, detestar, odiar
Chiste interno, no lo entenderían 🚬🚬🚬
No creo que haya Menciones honorificas en este capítulo
Besos
Si no hay dudas, comentarios, abrazos y besos en la boca que no sean a mí, se pueden retirar
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Noche estrellada; Así es como quiero morir
Teen FictionLeonardo trata de llevar una vida sin casi nada de conocimiento. Dicen que la mente es un misterio, ¿Cuánta verdad se puede encontrar en las mentes ajenas? ¿Cuánto terror te puede causar la belleza de la noche? Danna por otro lado se escabulle entre...