09. Tan fácil como respirar...o no.

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Estaba temblando, llevaba temblando desde hace mucho tiempo, Luca e Ivo, si algo les pasa, dios, si algo les pasa me culparé toda mi vida. El temblor en mi pierda debió alertar a mis amigas porque las dos pusieron su mano en mi pierna.

un tono.

dos tonos.

tres tonos.

Buzón de voz.

Vuelvo a llamar.

Es lo que he hecho todo el Camino a casa de mateo. Y todo se repite, toda esta mierda se repite.

—Leo, cálmate. Deja de llamar—apretó más mi pierna y me hizo verla a los ojos.

Oh ella era la que menos derecho tenía a decirme que me calme. Ella es la culpable de que estemos en esta situación. La ignoré y volví a llamar. Ahora estaba enterrando sus uñas en mi muslo, la mire con rabia haciendo que ella retirara su mano.

—¡Esto no estaría pasando si tú no hubieras empezado a jugar a los detectives! ¡Esto no pasaría si tu exnovia no fuera una sociópata!—una cachetada fue lo que obtuve, una bastante fría para alguien que nació en verano. Toqué mi mejilla, estaba palpitando y seguramente estaría roja. Cuando la mire, sus ojos estaban cristalinos.

—¡Yo no estaba jugando a ''los detectives''!—grito con la voz hecha añicos— Pero tu? Tu, pensaste que era un puto juego y cuando te diste cuenta de que era algo serio... Solo te emocionaste aún más— hizo esa mirada que me hacía sentir como el ser más horrible del mundo. se estaba mordiendo el labio con fuerza y su ceño estaba fruncido— Cuando yo, cuando— un sollozo hizo que su frase quedará inconclusa— Yo tuve los huevos de enfrentarme a ella, de comprobar lo que ya sabía, tu solo te burlaste, tardaste tanto en darte cuenta de como me dolia—un sollozo mas y sus uñas enterradas en sus palmas— ¡Era la persona que yo quería, Leo!

—Dann—trate de hablar.

—Cállate el puto hocico, Leonardo. Estoy igual de cansada que tú—hablaba débilmente sorbiendo su nariz de vez en cuando— Estoy tan cansada de que las demandas no procedan, ¡Porque el puto dinero facilita todo en este país! estoy tan cansada de que no le hagan nada. Estoy tan harta de esto. Pero preferí hacer lo que estaba bien a pesar de que yo la adoraba y desease tanto que no fuera verdad. Deja de buscar culpables. Tienes derecho a estar preocupado pero en este momento, mil llamadas serán lo mismo que 20.

Nadie dijo nada más. Danna se quedó recargada en la ventana llorando débilmente con los brazos cruzados. Ella tenía razón, llame una vez más y cuando mando directo al buzón apague mi teléfono. 

Yo nunca me burlé de ella en ese entonces.

¿Verdad?

...

Oh, eso.

—Yo no quis...

—Callate, Leo—ahora fue Max quien habló. Isabela le dio un pañuelo a Danna y después de eso, ninguno abrió la boca de nuevo.

(...)

Mateo vivía en un departamento cerca de su universidad. Así que la fachada era igual en todos los pisos. Un edificio de unos 5 pisos con ventanales y un balcón, todo pintado de gris oscuro. Aunque identificar cuál era la casa de Matt era bastante sencillo.

Busca una que tenga cactus muertos por exceso de cuidado y plantas verdes rebosantes porque esas si sabe cuidarlas. 

Caminamos por las escaleras hasta el tercer piso. Los demás se detuvieron frente a una puerta, supuse que esa sería la de mateo. Xillian sacó unas llaves y las introdujo en la cerradura, abriéndose está al instante.

Noche estrellada; Así es como quiero morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora