20.Everyday, Not a Miserable Day in February (y algunos días de noviazgo)

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Viernes 4 de febrero de 2022 

Leo

—Deja de ser dramático—Dice él con una bonita mueca de diversión.  

—Mejor pídeme que deje de respirar. —Digo aún más dramático y dolido. 

Henry tenía al menos 40 minutos tratando de peinarme, pero en su inexperiencia me jalo el cabello tantas veces que tenía miedo de que esto fuera un fetiche suyo, ahora entiendo que su cabello despeinado no era por estética, era por menso. Claramente no le dije eso, pero estuve muy tentado a hacerlo. Alice hizo un escándalo al ver mi cabello, dijo y cito ''magullado y horrible'', de ahí me agarre para reclamar. 

—A veces no sé por qué soy tu novio. —Dijo en una triste imitación de mí. 

—Porque soy increíble—Dije besándolo rápido antes de arreglar mi cabello el cual al estar a la altura de mis hombros se enredó más fácilmente. 

Gracias Apolo por darme arte, pero si te ando cambiando por Afrodita, me dejo bien guapote. 

—¿Tú eras? —Arrugué la nariz en respuesta. 

—Tienes suerte de que mi cabello no este asegurado, pero dado el percance creo que lo estará. —Dije con una expresión neutra, él soltó una ruidosa carcajada hasta que miro que mi rostro no cambio. 

—Le voy a decir a mi madre que me defienda en el juzgado. —Contraataco con suficiencia. 

—De hecho, Draco Malfoy  ...

—Una referencia más a Harry Potter y te termino. 

—Juro por Sir Nicolas que no lo hare de nuevo. 

—Descubriré como eso es una referencia. 

—Suerte con eso. 

Lunes 7 de febrero de 2022

Estaba temblando y tiritando, el invierno siempre será la peor estación del mundo, significaba lluvias y tormentas muy diferentes a las mostradas en los ojos de Henry. 

Significaba calles inundadas sin posibilidad de salir. 

Significaba humedad e incomodidad. 

Significaba pesadillas. 

Mientras que para mis amigos las pesadillas están en verano, las mías siempre estuvieron en invierno, desde siempre ha sido así. Mi miedo era paralizante, en un día normal despertaría exaltado y gritando, tras una pesadilla despertaría empapado en sudor, con la respiración pesada y sin poder moverme. 

Si era demasiado pesado me levantaría con cuidado y me sumergiría en la tina de agua helada. 

Hoy era un día de esos, uno en lo que las pesadillas me devoraban como termitas. Trate de moverme lo más lento posible, no quería despertar a Henry que se había quedado a dormir, ni a las personas dormidas en las habitaciones siguientes. Espere a que se llenara para sumergirme. 

Mi psiquiatra seguía repitiendo que era porque no tomaba mi medicación. 

Mi madre decía que era porque no hablaba con nadie de lo que sentía.

Yo pensaba que era simplemente demasiado miedo como para contenerlo. 

La ropa era más pesada con cada segundo que permanecía bajo el agua, tanto que no note dos manos alzándome arriba. 

—¿¡Que carajo te pasa!?—Dijo Henry sacándome de la tina, cargándome hasta el piso— No te muevas. 

Cuando regreso tenía una toalla en las manos y un cambio de ropa para dormir. Me envolvió con la toalla y empezó a frotarme los brazos. 

Noche estrellada; Así es como quiero morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora