Noche estrellada; Así es como quiero morir

0.5 Las lechuzas no sirven

viernes 3 de septiembre de 2021

—Dios, ahí está todo. ¿Qué voy a hacer?—. dije sacudiendo a la persona que estaba debajo de mi.

—Primero que nada, bajarte de encima y dejar de preocuparte por algo tan banal .— Ahí estaba yo, desolado y triste, mientras que ella no tenía nada de empatía.

—No te intereso en lo absoluto— mi voz sonó entrecortada.

—¿Cómo preguntas eso? es obvio que me interesas—puso uno de los mechones de mi cabello detrás de mi oreja de manera maternal. Justo después me tiró al suelo para poder acomodarse mejor en mi cama.

—No era pregunta, era afirmación— me miró de manera ofendida. Aunque después saco la lengua y me lanzó una almohada.

Se puso boca abajo con la cabeza en el borde de la cama y sus pies descalzos tocando la pared. Me miró directamente, tenía curiosidad en los ojos, después parecieron resolver su propio cuestionamiento y me miraron con reproche — ¡Alexander! ¿¡No tienes una copia de tu información!?—. Se levantó abruptamente y ahora daba vueltas por mi cuarto murmurando cosas raras. Hecate, sálvame de su ira.

—¿Dónde está tu laptop?—. Preguntó con los dedos tensos que me apuntaban .

—Con los LGBT—rodó los ojos y se acercó a mi closet. Agradecido de que no me regañara decidí que podía hacerle una broma en cuanto empezó a buscar entre mi ropa y zapatos—Dan, ¿Qué hemos dicho sobre volver al closet?—. me enseñó el dedo medio mientras aún buscaba. cuando la encontró fue y se sentó en el piso abriendo mi laptop e ingresando la contraseña.

—Dios—. abrió una pestaña en Facebook, Instagram, Gmail entre otras.

—¿Qué haces?—. Pregunté arrugando la nariz.

—Revisando tus mensajes—quise hacer una objeción pero no la sentí necesaria—Henry te mando mensaje—Se quejo. Me paso la laptop, el mensaje de Henry que decía ''oye, tu teléfono estaba en mi mochila, creo que lo metí ahí por accidente en la biblioteca ¿Quieres venir por el? o prefieres que te lo de en la escuela? te lo llevaría yo pero hoy  no puedo salir de mi casa'' —¿Qué dice?— que no lo mirara directamente no significaba que no estuviera chismosa.

—Mi exesposo quiere que vaya a su casa—su confusión valía millones—tal vez quiere ver lo de la custodia de los niños.

—No me interesa que juego raro sea este, pero vamos a su casa, se donde vive. Él tiene tu celular ¿no?.

—¿Por qué quieres ir a su casa?

—Lo verás cuando lleguemos.

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La casa de Henry era bastante bonita. Su fachada era de cierto modo elegante pero había bugambilias que se enredaban en las paredes. Esto contrasta bastante bien. Por otra parte Danna que caminaba detrás de mi —Acción que casi nunca pasaba— parecía nerviosa. Su dedo índice golpeaba frenéticamente su muslo en un tic nervioso.

—Bueno, ¿tú qué traes?—. le pregunté viéndola a los ojos.

—Lo verás cuando entremos— siguió con el tic de su dedo.

Rodé los ojos y comencé a caminar lentamente lejos de ella con un gesto serio en el rostro. Si ella no me dice nada, yo tampoco. Toque la puerta la cual estaba firmemente construida con madera... al chile no me voy a poner a describir una puerta ¿quién hace eso? Estaba preparado con una sonrisa hasta que vi a la persona que abrió la puerta y pensé que yo también podría desarrollar un movimiento desenfrenado con mi dedo índice.