Capítulo 33

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Carruajes y caballos con señas del sol han partido de LallingJin. La caravana del líder Wen se adelanta al montarse sobre sus espadas. Era necesario que lo hagan, después de todo Qishan Wen está desprotegido sin la presencia de Xu.

Por otro lado, RuoXi quiere tomar su tiempo. Ha estado tanto tiempo fuera de casa que desea disfrutar más del aire y paisajes ajenos de la ciudad sin noche.

Cheng parecía pensativo y arrepentido sobre una decisión que tomó de último minuto. Quizás este era un gravísimo error.

Perdonar la vida de un criminal es lo peor que hizo en el pasado por las palabras de que en prisión uno la paga. Pero no cree que fue así. Una vez uno huyó, y en su territorio; ahora envío a tres con su familia al muelle del loto.

Xichen piensa en lo que seguro el Jiang debate consigo mismo sobre su decisión, por un momento recordó las palabras de despedida de ZhuJie antes de regresar.

Está claro.

El joven matrimonio Jiang no se aman. Solo engañan a la gente y se benefician de ello.

YueLiang y RuoXi miran el paisaje por las ventanas del carruaje a dos amantes separados por el orgullo. Ellas lo ven, esa chispa entre esos dos sigue ahí. Se observan entre ellas, cansadas de esta situación amorosa.

— A-Cheng — RuoXi llama al Jiang.

—¿Sucedió algo madre?

— No realmente. Solo quiero charlar un poco — señala el atardecer — creo que no llegaremos a Qishan en un solo día, quizás debamos preparar un campamento.

— No lo había notado, pero tienes razón. Tomaremos un descanso.

— Ya que estaremos en eso, creo que Lan Xichen podría ayudarte. Los Lan tienen un buen físico y su fuerza es suficiente para agilizar la montada de un campamento.

—¿Cómo sabes eso?

— Trece años no son para ver sólo el horizonte — responde con una sonrisa suave — el líder Lan es un hombre habilidoso...

— A-Lan también parece tener una fuerza sobrehumana — interrumpe YueLiang — Por lo visto los Lan con sus castigos y prácticas no solo son para controlar y enseñar — se burla.

—¿Así? — Cheng cambia a una expresión divertida. Rara vez puede relajarse así y cuando lo hace parece que los dioses y los ancestros le dan una cachetada para volverlo a la realidad — Que quieren decir. Son tan obvias...

—Si lo somos — responde la más joven acomodándose en la ventana — no pienses mucho en las cosas — YueLiang sonríe — no pierdas más el tiempo y deja de sobre pensar las cosas.

—Oh, mira quién habla — RuoXi jala la oreja de su hija — no eres la mejor para dar ese consejo niña malcriada.

Cómo dijeron, no llegarían en una sola noche a Qishan Wen.

La noche es hermosa y en ella siempre pasan tantas cosas. Cheng ve a las dos Wen ir a dormir.

—Deja de arrepentirte de todo — soltó la Wen mayor — Yu Ziyuan está de acuerdo conmigo.

—¿Desde cuándo llamas a mi mamá por su nombre?

— No sé — hace un gesto de pensar — desde casi nada — acaricia la cabeza de Cheng — has crecido tanto... pero creo que necesitas crecer más.

—Madre — se ríe alejando la mano de ella — Ya soy muy grande, mírame. Soy un gran líder de secta, un hombre hecho y derecho, con esposa y un hijo.

—No lo suficiente. Para mí siempre serás un pequeño que se aferra a las faldas de su madre — baja un poco la mirada — solo quiero que seas feliz— mira hacia Xichen — y si esa felicidad es poco convencional no deja de ser felicidad.

MANO CALIDA (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora