Our Secret ~ Pablo Gavi

Capítulo 39.

⚠️+18

Narra Martina

Comimos el Sushi, que estaba exquisito.

Ninguno dijo nada de la segunda oportunidad, él no dijo, yo menos.

-¿Quieres ir a la playa? -me preguntó.

-Vamos -dije sonriendo.

Llegamos a la playa, donde nos sacamos el calzado para caminar descalzos.

-¿Nos sentamos? -ahora yo pregunté.

-Si tú quieres, sí.

Asentí y nos sentamos, él a mi lado con su mano en mi cintura.

-Emm...¿Has pensado? -preguntó nervioso.

-Sí...Y creo que una segunda oportunidad a Pablo Gavi, se le tiene que dar.

Sonrió como nunca lo había hecho.

-Casi me muero, joder -dijo abrazándome.

Yo reí y dejé un beso en su boca.

No se como, pero terminamos sentados, yo entre sus piernas y él con sus brazos en mi abdomen, viendo hacia la playa.

-Ya va a hacer un año desde que nos conocemos -dije tirando mi cabeza hacia atrás, para apoyarla en su hombro.

-Tan rápido.

Asentí y deje un beso en su cuello.

-¿Queres venir a mi casa, a dormir? Estoy sola y me da miedo -dije mirándolo.

-Claro -dijo abrazándome.

Un rato después, llegamos a mi casa.

-Veni -dije yendo hacia mi habitación.

Llegamos a mi habitación y busqué en mi closet, mi pijama.

Antes de cambiarme, sentí las manos de Pablo en mi abdomen y su mentón sobre mi hombro.

Narra Gavi.

-Estas guapísima con ese corset -dije besando su cuello.

-¿Sí? -dijo dándose vuelta hacia mi.

-Sí, nena.

Comenzamos a deborarnos la boca.

Sus manos bajaron a mi cintura y las mías a su culo.

Brincó y enredo sus piernas en mi cintura, luego comencé a caminar hacia su cama.

Apoyé su espalda en el colchón y me puse sobre ella, sin aplastarla, apoyado en mis brazos.

Desabroché su corset y ella sacó mi camiseta, mientras dejaba besos en su comisura.

Yo besaba su cuello y ella mi hombro.

Quité su falda en menos de tres segundos, mientras ella desabrochaba mi pantalón.

Ambos quedamos en ropa interior, bóxer y tanga, con el corset no lleva sujetador.

La miré sonriendo y colé mi mano en su tanga.

-¿Puedo? -pregunté.

Asintió frenética.

Introduje dos dedos en su interior y al sentir lo mojada que estaba, mordí mi labio.

Moví con facilidad y agilidad mis dedos, mientras escuchaba sus gemidos.

-Vo-y a co-rrerm-e -dijo entrecortada.

-Espera, un poco más, nena -dije antes de sacar mis dedos.

Chupé mis dedos, mientras ella besaba mi cuello.