Capítulo 18.

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Volví a casa y los chicos estaban en el sofa, por lo que fui a la cocina a tomar un vaso de agua.

Fui con ellos para decirles que iba a acostarme, mañana iba a salir a correr y después ir al partido.

Estaba sacándome la remera, cuando alguien entró a mi habitación, alguien que no vi porque estaba con la remera en la cara.

Supuse que era Caro porque era la única que entraba sin tocar cuando estaba sola.

—¿Qué pasó, Caro?

—No soy Caro —dijo una voz masculina.

Saque mi remera por completo y tape mis pechos, tenía sujetador, pero bueno.

—¿Qué haces acá? —pregunté.

—Nada, solo quería hablar contigo.

—¿De qué?

—Xavi me preguntó si tu y yo teníamos algo.

—Y le dijiste que no, ¿verdad?

—No exactamente.

—¿Qué le dijiste, Gavi?

—Que solo nos dábamos besos y tal.

—Mentira, Gavi, sabes que eso no es verdad.

—Si lo es.

—Fue hace diez meses atrás, antes de ponerme de novia con Juli.

—Bueno, el punto es que quiere que bajes al campo en el entreno.

—¿Para qué? —pregunté.

—Eso no importa, pero solo quería que me dejes tomarte de la cintura frente a él.

—¿Qué? No, no, no, de ninguna manera.

—Por favor, Martu.

—No, Gavi, tengo novio.

—Es solo tomarte de la cintura frente a Xavi.

—No lo se, Gavi.

Me puse mi remera de pijama, que era una de Julián.

Gavi fue con los demás y yo solo me quedé pensando en lo que me había dicho.

Claro, que si es por mi no, pero me lo pedía tan tierno.

Me fui a dormir, pero no sin antes desmaquillarme, preparar mi ropa para mañana que iba salir a correr y poner mi alarma a las 06:00 a.m., mañana no había clases, por eso salía a esa hora.

Me desperté a las 06:00 a.m., me cambie y me hice una coleta.

Salí a correr por la ciudad y rato después, vi que eran las 09:32 a.m.

Me tomaba en serio lo de correr, me hacía relajarme, entonces decidí volver a casa.

Llegue a las 12:47 p.m., por lo que me dí una ducha rápida y cuando me estaba cambiando tocan mi puerta.

—Pendex, a comer.

—Voy Nico, me cambio y estoy.

Me cambie con algo normal ya que el partido era más tarde y bajé con Nico y Caro.

Caro había hecho la ensalada que tanto me gustaba con un poco de pollo, me encantaba.

—¿Cuánto corriste? —dijo Caro.

—Y unas seis horitas, por ahí.

—¿Seis? —dijo Nico sorprendido.

—No se porque te sorprendes si siempre corro eso.

—Porque como hace diez meses no corres, pensé que te ibas a cansar más.

—Ah, claro.

En Francia salía cuatro veces por semana a correr y desde que vinimos a Barcelona no había salido ni una vez.

Después de terminar de comer y levantar mi plato, fui a mi habitación.

Gordo 💘

                                             Holaa, amor.—

—Hola, bonita.

                                              ¿Todo bien?—

—Sí, gorda, ¿vos?
  
                                                  También. —

—Te dejo linda, tengo que ir al estadio.

                              Bueno, amor, suerte.—

—Gracias, linda 💘.







































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Yo no corro ni a la esquina 🫣.

Our Secret ~ Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora