Capítulo 30.

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Salí del baño ya cambiada (con una camiseta de fútbol y en tanga).

Me senté al lado de Juli y lo miré.

—Perdón si te molesto que le dé tu lugar a Emilia.

—Me molestó que tuve que estar de metida en otra mesa.

—Perdón —dijo sentándome a horcajadas.

Besé su mejilla y lo abracé.

Me pegó a él en el abrazo y segundos después nos separamos y me besó.

Mis besos bajaron a su cuello y sus manos a mi trasero.

—¿Estas segura de que queres? —me preguntó.

—Sí —dije entre jadeos.

Una de sus manos se metió en mi tanga.

Acarició mi clítoris por lo que yo solté un jadeo.

Y sin esperarlo, metió dos dedos en mi interior, haciéndome gemir.

Juli aceleraba sus movimientos y mis gemidos eran callados por su boca.

—No podes gemir en alto, Rodri y Tini nos van a escuchar.

Yo solo lo besé y él saco sus dedos de mi interior.

—¿Dormimos? —preguntó.

Yo lo miré diciendo "¿En serio?"

—Julián —Lo fulminé con la mirada.

—Veni —dijo yendo a buscar un preservativo.

Yo lo segui y lo miré.

—Estamos en diferentes condiciones de ropa —dije sacando su remera.

—Vos tenes remera —dijo.

—Fácil —me saqué la remera, dejando ver mis pechos.

Se sentó y yo me senté a horcajadas de él.

Lo bese y como pude, saqué sus pantalones, con su ayuda.

Le coloqué el condon lo más rápido que pude.

Julián bajo mi tanga y yo me levante un poco para después introducir su pene en mi interior.

Fui bajando de a poco pero Juli, con lo poco paciente que es, me tiro para abajo, haciendo que me llene de él.

—La puta que te parió, bruto.

Comencé a moverme de arriba a abajo, gemiamos ambos, pero nos besabamos para poder acallarlos.

Poco tiempo después terminamos llegando al orgasmo.

Quedé apoyada en su pecho mientras él tenía sus manos en mi cintura.

Dejé un último beso en su cuello y saqué su miembro de mi interior, provocando nuestro último gemido.

Nos volvimos a bañar, ya que estábamos sudados, pero esta vez solo bañarnos.

Nos acostamos en la cama, ya con el pijama y puse mi cabeza en el pecho de Julián.

Nos dormimos al instante, ambos estábamos cansados y mañana Juli entrenaba temprano.

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Como siempre, me despertaba a las 11:30, hoy un poquito más tarde.

Juli salía del baño, sin la ropa de entrenar, solo con un pantalón de River.

—¿No tenes frío con ese pantalón?

—Te voy a matar —dijo tirándose arriba mio.

Yo era fanática a morir de Boca, lo contrario a Juli, que era de River.

Our Secret ~ Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora