En donde Eun-yoo tenía grandes planes para la escuela haciendo amigos y haciendo su vida.
Hasta que todo se pone de cabeza iniciando un Apocalipsis zombie.
Ella y sus amigos tendrán que hacer de todo para sobrevivir.
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La pelinegra caminaba por su escuela con la mochila en el hombro.
Por otro lado, el grupo de bravucones molestaba a chul-soo, le vaciaban la mochila y la pateaban.
La chica se percató de eso, se acercó al grupo, de su mochila sacó su tasers que siempre tenía en su mochila por si algo pasaba, lo escondió detrás de ella y se acercó.
— ¿No se cansan? — preguntó recibiendo miradas de los cuatro chicos y de la chica.
Ella solo conocía bien a tres de ellos, Gwi-nam, Su-hyeok y hyeon-ju, que estos últimos iban en su mismo salón.
— Ya llegó la perra — avisó chang-hoon a lo que la chica rodó los ojos.
— ¿No te cansas de meterte en lo que no te importa? — preguntó el líder.
— ¿Y ustedes no se cansan de ser tan imbeciles? Chul-so, ven aquí — ordenó la chica, el chico metió con rapidez las cosas del suelo a su mochila y se levantó no sin antes ser detenido por Gwi-nam.
— ¿A dónde crees que vas? — le preguntó amenazante.
— Viene conmigo, deberían madurar y dejar de jugar a los bravucones, se ven patéticos.
— Esto no te incumbe — habló Su-hyeok — métete en tus asuntos — Hyeong-ju se acercó amenazaste a la chica.
— Desde que te volviste protectora de este idiota solo has sido una piedra en mi zapato — la chica rio con ironía.
— Pues deberías tener cuidado por donde pisas, las piedras no se meten solas.
Comenzó un duelo de miradas por parte de las chicas.
— Mejor lárgate antes de que lo lamentes — dijo el líder.
— Se les está subiendo mucho el ego desde que todo el mundo les tiene miedo, hace falta que alguien se los baje ya para que se calmen.
— ¿Por qué mejor no vienes y nos divertimos entre todos? Nos hace falta una perra — dijo chang-hoon acercándose a la chica tomándola del cabello jalándola con delicadeza hacia atrás.
— Ni en tus más humildes sueños.
A continuación: la chica pego el taerse en la costilla de chang-hoon, encendiéndolo, haciendo que soltara un grito de dolor.
El chico cayó al suelo, esto le ocasionó dolor y confusión al mismo tiempo.
— ¡Maldita perra! — maldijo el chico.
Gwi-nam se acercó a la chica con intenciones de golpearla pero la chica tomó su brazo y le hizo una llave tirándolo al suelo, este cayó arriba de chang-hoon.
Su-hyeok se acercó, Eun-Yoo solo levantó el taerse y lo encendió en amenaza al chico para que no se acercara.
— Si no quieres terminar como ellos dos, no te acerques — ordenó Eun-yoo — Chul-soo, vámonos.
