En donde Eun-yoo tenía grandes planes para la escuela haciendo amigos y haciendo su vida.
Hasta que todo se pone de cabeza iniciando un Apocalipsis zombie.
Ella y sus amigos tendrán que hacer de todo para sobrevivir.
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Ya en la salida, Eun-yoo esperaba a Nam-ra, se irían juntas con la mamá de ella, solo que Nam-ra tenía que resolver unas cosas, ser la presidenta no es nada fácil.
— ¡Eun-yoo! — se acercó Gyeong-su y Cheong-san corriendo hacia ella.
— Ah, hola chicos — saludó la chica a los dos amigos.
— Hola, solo queríamos decirte que esta mañana estuviste increíble, le diste una paliza — halado Gyeong-su.
— Gracias por separarme, me sacaron de muchos problemas — agradeció la chica.
— No te preocupes, no te podíamos dejar que siguieras golpeando a Hyeon-ju — dijo Cheong-san.
— Bueno, cambiando de tema, ¿vamos a tu casa a comer? — sugirió Gyeong-su — ¿tú qué dices Eun-yoo?
— Tengo que esperar a Nam-ra, ya será para la próxima.
— Entonces nos vemos, cuídate.
— Igual.
Los dos chicos se fueron juntos, Su-hyeok miraba todo desde lejos.
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— ¿Te gustó la película? — preguntó Eun-yoo mientras tomaba de su refresco.
— Me gustó más la original — confesó Nam-ra.
— A mí igual, cambiaron muchas cosas.
— Si.
— ¡Nam-ra! — gritó la señora Choi desde el auto.
— Ya llegaron por mi.
— Te cuidas, nos vemos mañana — Eun-yoo abrazo a la presidenta, esta correspondió de inmediato.
— ¿No quieres que te llevemos? — preguntó Nam-ra una vez que ya se habían separado.
— No, está bien, no te preocupes, nos vemos mañana.
— Está bien, ten cuidado, me mandas mensaje cuando llegues a tu casa — la chica asintió.
Las dos amigas se despidieron y cada una se fue por su lado.
La protagonista caminaba tranquilamente por las calles, ya era de noche, por lo que había frío.
Por otro lado, el grupo de bravucones se divertían en un estacionamiento oscuro, excepto Su-hyeok, este estaba en el gimnasio.
— Miren, la perra está devuelta — dijo Gwi-nam al mirar la presencia de la pelinegra.
La chica solo los intentó ignorar, Chang-hoon tomó de la mochila a la pelinegra tirándola al suelo.
