En donde Eun-yoo tenía grandes planes para la escuela haciendo amigos y haciendo su vida.
Hasta que todo se pone de cabeza iniciando un Apocalipsis zombie.
Ella y sus amigos tendrán que hacer de todo para sobrevivir.
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Los jóvenes ideaban un plan, apilarían todas las sillas y mesas en el medio del salón, conectarán la cámara en la televisión con el video del coro para atraer a los zombies así poder escapar e ir a la azotea.
— Es buena idea — Mencionó Eun-yoo mirando a su ex amiga — Pero no te has puesto a pensar que ellos son más, y nosotros no tenemos la suficiente fuerza como para soportar una horda de zombies, no hemos bebido ni comido nada, estamos débiles, si usamos mucha fuerza nos desmayaremos.
— Lo haremos de este lado, necesitaremos espacio por eso mismo — dijo On-jo.
— Hay que intentarlo — Dijo Cheong-san.
— Funcionará, hay que buscar el cable — dijo Joon-young.
Todos comenzaron a buscar el cable, a excepción de la pareja y Nam-ra que se quedaron abrazando a la presidenta.
On-jo se percató de eso y se acercó a los amigos.
— Oigan, ya pueden estar tranquilos, todos confiamos en Nam-ra — dijo On-jo mirando a la pareja.
On-jo intento tomar el brazo de Eun-yoo para que dejara de abrazar a Nam-ra, pero esto fue evitado por Su-hyeok, que puso su brazo enfrente del de Eun-Yoo.
Eso hizo que el corazón de On-jo se rompiera cada vez más por cómo vio que Su-hyeok no dejaría que nadie tocara a su preciada novia.
— Estamos bien, no nos separaremos de ella — dijo Su-hyeok.
— Su-hyeok, si siguen así nadie va acercarse, tienen que dejarla respirar.
— Ella nos dirá cuando tiene o quiere respirar — dijo Eun-yoo.
— El odio es contagioso, la confianza también lo es — On-jo dirigió su mirada a las amigas.
Eun-yoo miró a su amiga, esta asintió dando a entender que estaba bien.
Eun-yoo se separó lentamente del abrazo y miró a la chica tierna, la miró de arriba abajo.
— Tu debiste de ser la presidenta — dijo Nam-ra viendo a On-jo, estás sonrió tímidamente.
— Eun-yoo — la mencionada miró a la chica tierna — Lo de antes... perdóname, se que estuve mal.
— Lo sé, estamos bien — soltó Eun-yoo si más.
Dicho eso, la chica tierna se alejó dejando a los tres protagonistas ahí.
— Vamos ayudarlos — sugirió Eun-yoo.
— Avísanos cualquier cosa — dijo Su-hyeok hacia Nam-ra, esta asintió y los tres de acercaron ayudar.
Todos apilaban y ayudaban a poner las mesas y sillas o cualquier cosa que se les cruzara para poner en la barricada.
