En donde Eun-yoo tenía grandes planes para la escuela haciendo amigos y haciendo su vida.
Hasta que todo se pone de cabeza iniciando un Apocalipsis zombie.
Ella y sus amigos tendrán que hacer de todo para sobrevivir.
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Los tres chicos esperaban alguna reacción de Nam-ra, las mejores amigas estaban sentadas en dos sillas mientras su-hyeok estaba en la ventana frente a ellas.
— No entiendo por qué hicieron todo esto — Habló Nam-ra rompiendo el silencio mirando su mano y la de su amiga atadas.
— Para calmar a los demás — contestó con simpleza Su-hyeok.
— ¿Ustedes están calmados? — preguntó la infectada, la pareja asintió — ¿enserio?
— Lo estamos — dijo Eun-yoo tomando la mano de su amiga — estamos bien, no te íbamos a dejar.
— ¿Recuerdas cuando quise morderte? — preguntó la presidenta a su amiga.
— Ya no pienses en eso, olvídalo — pidió la amiga.
— Parecía como si estuviera soñando, desprendías un aroma delicioso.
— ¿A qué olía? — preguntó el moreno viéndola.
El sabía que su novia siempre olía bien y rico, pero no como para comerla de forma literal.
— No lo sé, era un olor que nunca había olido antes, solo pensaba en lo mucho que quería comerte, en lo mucho que quería morderte, eso era en lo único que pensaba y luego pude escuchar tu voz, gracias a tu voz pude reaccionar, hace mucho no me decías "Nini" siempre me llamabas por mi nombre o por "Linda" o "Bonita" el apodo "Nini" me hizo reaccionar, ¿por qué dejaste de llamarme "Nini?
— Dijiste que era ridículo — recordó la amiga con una sonrisa.
— No, es el apodo más lindo que me pudieron poner, sigue diciéndome así, por favor — la pareja sonrió a la petición de la infectada.
— Claro que sí, ese es tu apodo — las amigas se dieron un abrazo reconfortante.
— Nam-ra — llamó el moreno — gracias por intentar salvarme.
— No me agradezcas, sé que tú también lo harías por mí.
On-jo se acercó al grupito de tres con una cámara en sus manos, haciendo que las amigas se separen.
— Pueden grabar algún mensaje si quieren — Su-hyeok tomó la cámara.
— No tengo nada que decir, ¿ustedes? — las amigas negaron.
— Te creemos, ya pueden soltarse — Nam-ra asintió como respuesta.
On-jo suspiró y se alejó yéndose a sentar con los demás, Nam-ra tomó la muñeca de Eun-yoo con delicadeza.
— Quiero estar sola unos minutos — Eun-yoo asintió con una sonrisa y desató el nudo liberando sus muñecas.
— Avísanos cualquier cosa — pidió Su-hyeok, Nam-ra se fue a una esquina — ¿Crees que esté bien?
