En donde Eun-yoo tenía grandes planes para la escuela haciendo amigos y haciendo su vida.
Hasta que todo se pone de cabeza iniciando un Apocalipsis zombie.
Ella y sus amigos tendrán que hacer de todo para sobrevivir.
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— ¿Su-hyeok lo sabe? — preguntó la presidenta de la clase a su mejor amiga.
Las mejores amigas se encontraban en la azotea, Eun-yoo había estado demasiado estresada por la escuela más a parte de que acababa de tener una pelea con su padre.
Es por eso que había comenzado a fumar hace cuatro meses, cumpliendo los nueve meses de novios con Su-hyeok.
— No, tampoco pienso decirle — dijo Eun-yoo mientras daba una calada al cigarrillo — ¿quieres? — Nam-ra negó con la cabeza.
— Es un pésimo hábito, incrementa el riesgo de cáncer de pulmón de 5 a 10 veces, lo leí en un libro — explicó Nam-ra.
— Lo sé, así moriré antes.
— No digas eso, Su-hyeok te necesita, y yo igual, no puedes dejarme.
— Lo sé, me amas — la presidenta la miró sin decir nada.
El teléfono de la protagonista comenzó a sonar, la chica rápidamente lo tomó, era Su-hyeok.
— ¿Bueno? — preguntó poniéndose el celular en la oreja.
— Amor, los chicos me invitaron al Karaoke.
— Ajá, ¿y luego?
— ¿puedo ir?
— ¡Gobernado! — se escucho a Gyeong-su del otro lado del teléfono haciendo reír a Eun-yoo.
— Ya sabes que si, nos vemos mañana.
— Está bien, adiós, te amo.
— Te amo mas — dicho eso el chico colgó.
— ¿Era Su-hyeok? — preguntó Nam-ra.
— Si, irá al karaoke con sus amigos.
— Bueno, ¿vienes a mi casa y vemos alguna película? Después de estudiar.
— Claro, vamos ahora.
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Un mes había pasado, era septiembre, dando otoño, la estación favorita de nuestra protagonista.
Gracias a que en esta temporada, los días suelen durar menos, tienden a ser templados durante la tarde, mientras que al amanecer y anochecer puede sentirse ambiente de fresco a frío.
La chica ahora se encontraba fumando en la azotea mientras su novio la buscaba por todos lados.
Nam-ra se encontraba leyendo un libro mientras escuchaba música, el chico llegó con ella y tomó su brazo con cuidado.
