Juanjo no había tomado ni un trago más después del de introducción, sentía que ni siquiera su saliva pasaba por su garganta, no paraba de mirarlo a lo lejos, cada vez que sus miradas coincidían, sentía un nervio recorrer su espalda.
Y se impresionó cuando perdió la cuenta de cuantos tragos estaba tomando el chico, se le veía feliz, no sabía si eso le tranquilizaba o le ponía aún más de los nervios.
Ruslana reía sin parar, sus dos amigos, Martin y Chiara eran prácticamente el centro de atención en ese momento, bailaban y cantaban mientras todos les aplaudían y reían, a Juanjo especialmente no le hacía mucha gracia, pues por ser el centro, muchos chicos se acercaban a Martin, aunque este no parecía muy interesado en ellos.
- Estoy agotadoo, no aguanto maaas. - Martin y Chiara se apoyaron en la barra, notando quién estaba a un lado de ellos.
- ¿No bailas, no tomas? Antes solías hacerlo, mucho. - le dijo el de bigote, haciendo énfasis en la última palabra.
- No tengo ganas. - Intentaba no mirarle.
- ¿Y sabes que otra cosa hacías mucho? - Se puso delante de él.
- Vale chicos, me llaman por ahí jeje. - Chiara se alejó del tenso momento entre ambos.
- Te besabas a quién sea que tengas delante. - Juanjo abrió los ojos como platos ante el comentario inesperado.
- ¿A qué quieres llegar con esto? - Empezaba a ser acorralado.
- A que yo soy el único a quién tienes delante. - Se acercó lentamente a su rostro.
- Martin! Dejaste a kiki sola. - Le gritó su amiga, no era cierto, pero Ruslana sabía que no debía estar haciéndo lo que hacía, así que tomó cualquier excusa para agarrarle del brazo y llevarselo de ahí.
- Vine a pedirme algo para tomar! - Se quejó el chico intentando escapar del agarre.
Juanjo se alejó lo más posible, sintiéndose agradecido con Ruslana por evitar una situación más incómoda o de la que ambos pudieron haberse arrepentido después.
Martin se siguió pidiendo cosas para tomar, le seguían ofreciendo y el seguía aceptando, él no solía tomar jamás así que se emborrachaba a lo más mínimo, pero esto no era para nada poco, pues llevaba tomando tanto que cualquiera, incluso alguién como Juanjo, empezaría a sentir los mareos.
Lucas acompañó a Juanjo gran parte de la noche pues eran los únicos que no habían tomado nada, Juanjo simplemente no tenía ganas y Lucas se devolvería en auto a su casa, y de todas formas disfrutaba sin necesidad de alcohol.
Martin de pronto pasó al lado de ambos chicos corriendo para ir directo al baño.
- ¿Y a este que le pasa? - Habló Lucas a su amigo. - Debemos ir. - Juanjo intentó oponerse, pero no le quedaba de otra, por lo que fueron ambos a los baños, detrás de Martin.
- Lukii? Estás bien? - No recibió respuestas más que escuchar a un chico vomitar, siendo obvio quién era.
- Joder... - Susurró Juanjo cuando vió a Martin salir de uno de los baños, notándose mareado y pálido.
- Bien... Sí, bien. - Bromeó respondiendo la anterior pregunta de su amigo.
- Creo que es hora de irnos, eh. - Le dijo Lucas al chico que se encontraba lavándose la boca y mojandose el rostro buscando incorporarse.
- No tío, si la fiesta está recién empezando. - Se quejó el de bigote.
- No te puedes ni mantener de pie boludo, nos vamos. - Le agarró del brazo, pero el chico logró soltarse, corriendo del lugar mientras reía.
- Parece un niño pequeño... - Dijo Juanjo sin poder evitar reirse de la situación.
- No te hará tanta gracia tener que ayudarme, si quieres que te lleve a tu casa... - Le dijo Lucas empezando a caminar fuera de los baños para buscar a Martin.
- Ya me habías prometido que me llevarías! - Le reclamó.
- Pues ahora la condición para que te lleve será que me ayudes a agarrar al niño. - Se rió Lucas y Juanjo solo suspiró cansado, ambos tomaron caminos distintos para encontrar al chico.
- Esto es ridículo... - Susurró Juanjo para sí mismo, aunque en el fondo le hacía gracia lo infantil que estaba siendo toda la situación.
Lo vió apoyado en la barra, intentando convencer a quién atendía que le sirva otro trago más.
- Vale, nos vamos. - Lo agarró desprevenido del brazo sin hacer tanta fuerza sabiendo que no era necesario con lo débil que se encontraba el de bigote, pues no estaba logrando soltarse del agarre.
- Déjame ya! Quién coño te crees tu? - Seguía intentando soltarse, sin éxito.
- ¿Que hacen ustedes dos? - Preguntó Bea al encontrarselos, teniendo a Ruslana a un lado quién no pudo aguantarse la risa.
- Me lo llevo que está fatal, si ven a Lucas le dicen que vaya a la salida que ya agarré al niño, de todas formas lo llamaré yo. - Martin parecía un niño regañado, por fin se había quedado quieto, aceptando que no lograría escapar, bajando la mirada derrotado.
- Se lo diremos, suerte, adiós chicos. - Bea se reía entre palabras y al despedirse, pasó su mano por el cabello de Martin, desordenandolo por completo mientras Ruslana seguía riéndose de la situación.
Fueron hacía la salida, Juanjo aún agarrando a Martin del brazo, obligandole a caminar a su lado.
- Joder, todo me da vueltas... - Se sentó en el piso pues caería en cualquier momento cuando Juanjo le soltó para sacar su móvil y llamar a Lucas.
- Vale, ya le he avisado a Lucas que le estamos esperando fuera, vendrá en algunos minutos. - Se agachó para estar a la altura del chico.
- Bua, pues dile que se apure, me siento fatal. - Lo miró simulando que no podía mantener la cabeza quieta por los mareos, a lo que Juanjo solo se rió un poco.
- Eres bobo eh, te pasaste hoy. - Se sentó a su lado, mirando hacía otra dirección.
- ¿Que dices? Si siempre eras tu quién me pedía que tome algo. - Le reclamó, pues tenía razón.
- Sí tío pero lo de hoy fue una exageración, terminaste vomitando... Y sigues mareado. - se dió la vuelta para devolverle la mirada.
- Tendrás que cuidarme entonces. -
- Puff. - Juanjo se rió nervioso ante el comentario, cuando justo llegó Lucas.
- Arriba chicos, mi auto esta en la esquina. - Juanjo se levantó y extendió su mano para ayudar a Martin a levantarse también.
Iban los tres caminando en silencio hacía donde Lucas había estacionado su auto, que no parecía ser muy lejos.
- Creo que me voy a desmayar eh... - Dijo Martin deteniéndose al instante, quedando más atrás.
- ¿Es enserio? - Preguntó incrédulo Juanjo, acercándose a él y tomándole la mano.
- Bua no lo sé, me siento mas mareado que antes... - Se apoyó en Juanjo mientras Lucas ponía su mano en su hombro en forma de apoyo.
- Dale wacho, no nos falta nada para llegar. - Siguió avanzando con Juanjo y Martin detrás, dónde el maño abrazaba al menor de la cintura para mantenerlo de pie por si llegaba a pasarle algo.
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Ni Siquiera Amigos. | JUANTIN
RomanceDos jóvenes que solían ser amigos tienen la obligación de seguir viéndose. ¿Quizás era esa chispa especial que los unía? Esa chispa que no la tienen los amigos, esa chispa que significa que algo más ocurre ahí.