Estába Martin con Ruslana y Lucas, almorzando en la cafetería de la universidad.
- Me ayudó con matemáticas, como solía hacer antes, fue hermoso... - Martin jugaba con su comida mientras hablaba distraído, con una sonrisa de enamorado que sólo le salía al hablar de él.
- Nunca había visto a alguién tan enamorado eh. - Lucas sonreía al ver a su amigo actuando así.
- Ya... Pero él... Bueno, no lo sé, no sé que pensar, dijo que ni de coña se reconcilia conmigo. - Se sentía abrumado al pensar en eso.
- Mira yo no sé, quizás tiene miedo pero tantas ganas cómo tú, es que tienes que averiguarlo. - Le apoyó su amiga.
- Lo dudo muchísimo. - Terminó diciendo deprimido. - Ya vale que se me hace tarde, los veo luego. - Se levantó rápidamente y salió de la cafetería, dejando sin palabras a sus dos amigos, quiénes sabían que algo le pasaba.
[...]
Aquel momento no salía de su memoria, no dejaba de pensar en el comentario que el mismo había soltado, quizás había sonado cruel, y eso le agobiaba un poco.
- ¿Donde coño te habías metido? - Le hablo de pronto un chico, haciéndole saltar del susto por lo desprevenido que le había pillado.
- Joder Álvaro... Te había ido a buscar a tu salón y me terminé distrayendo con algo. - Le explicó evitando insultarle por el susto de recién.
- Ah vale, y se podría saber que fue ese "algo" que te pareció más importante que yo? - Preguntó sin realmente tener mucha idea.
- Martin me pidió ayuda con matemáticas y ya. - Su amigo sevillano desprendió esa sonrisa que tanto le jodía ver a Juanjo de cada uno de sus amigos cuando hablaba de aquél chico.
[...]
Por fin el abrumador día había terminado, Juanjo salía de la universidad con el móvil en mano, esperando a que Bea le conteste su último mensaje, elevó su mirada buscando un rostro conocido, viendo uno que prefería no notar, pues en ese escenario, se puso a recordar.
❀
Pov- Juanjo.
Salí de la universidad con el peso de muchísimos cuadernos en la mochila, quería tirarme al piso a descansar, pero en cambio caminaba por las afueras del lugar, notando de lejos a cierta persona, me acerqué sin dudarlo.
- ¿Esperas a alguién? - Le pregunté acorralandole, haciendo que levante la vista hacía mí apenas pronuncié la primera palabra.
- Ah, no, a nadie ¿Y tu? - Podía notar sus nervios, los notaba al escucharle hablar y yo sentía aquella necesidad de protegerle y transmitirle solo paz.
- Yo tampoco. - Lo vi urgando entre su billetera, ignorando mi respuesta, no sé con que intención.
- Joder... - Susurró guardando la billetera nuevamente en su mochila, un tanto enfadado.
- ¿Que pasa? - Pregunté sin hacerme mucha idea.
- No tengo dinero. - Susurró avergonzado con su mirada baja que siempre podía notar cuando estaba tímido, y me sorprende que siendo tan amigos, aún esté así conmigo la mayor parte del tiempo.
- ¿Te querías comprar algo? - Me reí mientras le preguntaba, sólo por su reacción, y al escuchar mi pregunta no hizo más que apuntar a cierto puesto de helados delante de la universidad, a lo que solo pude reír más, siendo que él seguía sin decir ni una palabra.
- Que bobo eh, de verdad. - Me burlé de él, y por impulso, tomé su suave y cálida mano con la mía que se encontraba sumamente fría a comparación de la suya. Empecé a caminar hacía aquél pequeño local, haciéndo que él me siga.
- Oye que no es necesario! - Intentó detenerme, pero estábamos prácticamente delante del local y sea como sea yo no le dejaría sin su capricho.
- Dile de que sabor quieres. - Ignoré su queja, obligándole a pedir metiéndole en un compromiso con la vendedora.
- Joder... Vale, eh, de fresa por favor. - Justo como lo había planeado, tuvo que responder para no hacerle perder su tiempo a la chica de la heladería, el me miró avergonzado con una sonrisa incómoda, y yo reí ante su reacción y al mismo tiempo orgulloso por mi victoria.
Le entregaron el helado y empezamos a caminar, él no dijo prácticamente nada los primeros segundos por el simple hecho de que apenas lo recibió, empezó a comer de aquél helado sin detenerse ni un segundo.
Cada detalle de el me hacía morir de ternura, su manera de comer ese helado tan entudiasmado como si de un niño pequeño se tratase, su pelo despeinado probablemente porque después de todo el largo día de clases se le había quedado así, esas pestañas que podía apreciar tan bien al estar al lado de él, viendo directamente su perfil, siendo imposible no añadir su nariz que ante los ojos de alguien objetivo, era perfecta.
No aguantaría mucho tiempo más sin sentirme en contacto con él, por lo que tomé su mano y para que sea incluso más cercano, entrelacé mis dedos con los suyos.
- ¿Quieres? - Me extendió su helado lleno de babas, seguía teniendo esas actitudes tan de niño pequeño que yo solo podía reír.
- No, gracias, no quiero de tus babas. - Me burlé ante la tonta propuesta que fingí que me daba asco, cuando claramente en el fondo no me importaba.
- Claro que quieres. - Me susurró con intenciones de que no lo oiga, pero claramente lo hice y solté una carcajada.
- Vale si que quiero helado. - Me detuve, haciendo que el haga lo mismo, y me acerqué a su boca, noté como se tensó al segundo, pues ante lo inesperado de mi acción, se inclinó levemente hacía atrás.
Lamí aquella pequeña mancha de helado que tenía debajo de la comisura de sus labios, con suavidad y lentitud, teniendo en cuenta que el se pondría nervioso, y yo gozaba de verle así.
- Te habías manchado un poco, perdona, pero ya está. - Le dijé con un tono juguetón, pensé que se enfadaría, o al menos intentaría fingir estarlo, pero me tomó por sopresa su atrevimiento.
- Tu también eh. - Levanté una ceja, expresando intriga.
- Bobo, que ni siquiera he comido helado. - No había ni terminado la frase cuando el ya estába manchandome a propósito con su helado, soprendiendome sin duda alguna.
- Yo veo que si. - Se paró de puntitas para acercarse a mi rostro y quitar aquella mancha tan cerca de mis labios con su lengua, sintiendo el calor subir, los nervios apareciendo, el aceleramiento de mi corazón ante sus acciones, mi mirada fija en sus ojos cuando se alejó, cuando terminó con esa cercanía que me enloquecia de sobre manera.
❀55 votos y actualizo mañana<3
No se mucho sobre escribir en primera persona, asi que si lo hice mal, perdoneneme, estoy aprendiendo!! ;)
gracias por el apoyo!! Recuerden votar y comentar.
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Ni Siquiera Amigos. | JUANTIN
RomanceDos jóvenes que solían ser amigos tienen la obligación de seguir viéndose. ¿Quizás era esa chispa especial que los unía? Esa chispa que no la tienen los amigos, esa chispa que significa que algo más ocurre ahí.