Habían desayunado juntos, como solían hacer antes, cuándo se molestaban mutuamente cada segundo, para terminar coqueteandose de manera descarada.
Ya no era tan así, les costaba recuperar la confianza por completo y tan rápido, aún más teniendo en cuenta que no habían conversado si debía ser así.
Juanjo se levantó de la mesa cuando escuchó que tocaban la puerta, y para su sopresa, era Ruslana.
- ¿Y Martin? - Preguntó la chica sin siquiera saludar.
De manera muy torpe, Juanjo miró sin disimular ni un poco hacía su izquierda, dónde estaba Martin aún desayunando, haciéndole señas dándole a entender que debía mentirle a la chica y decirle que él no se encontraba ahí.
- No sé, aquí no está. - La pelirroja se rió por lo mal que había mentido el maño, y lo poco disimulados que eran ambos.
- ¿Te crees que soy tonta? - Respondió burlona, empujando levemente al chico para poder pasar dentro.
- Hola rus! - Martin le saludó con una sonrisa y un tono de voz adorable.
- Hola Martin!! - La chica imitó la sonrisa y el tono de voz en modo de burla. - ¿Desayunaste bien con Juanjo? - Martin suspiró al saber de inmediato el humor del que estaba su amiga, evidentemente no era bueno, y no podía culparla, pues la había dejado plantada.
- Sí, bien ¿Y tu con Chiara? - Ruslana abrió la boca sorprendida ante el descaro de su amigo.
- Espectacular! Mucho mejor sin ti. - Ambos intentaron aguantarse la risa pues no podían mantener una discusión seria ya que ninguno de los dos era capaz de tomárselo como tal.
- ¿Esto que es? podrían también hablar las cosas como personas normales, solo digo. - Habló Juanjo despues de estar mucho rato siendo un simple espectador de la conversación surrealista.
- Pues vale, me dejaste plantada ¿cual es tu excusa? - Por fin, la chica fue directa.
- Que Juanjo me obligó a quedarme para hablar y en realidad ni siquiera hablamos. - La mirada de ambos cayeron encima del recién nombrado, quién se mostró soprendido.
- ¿Qué dices? Yo te dije que vayas. - Respondió molesto ante la acusación.
- Ya está chicos, recién arreglan su relación y no quiero ser yo quién lo arruine. - Soltó la chica, dejando un silencio un poco incómodo dónde ambos chicos se miraban mutuamente, pensando en si de verdad estaba todo arreglado entre ellos.
- No te preocupes, ahora las cosas entre nosotros serán muy difíciles de arruinar. - Dijo de pronto Martin, con una sonrisa orgullosa.
Mantuvieron una conversación los tres dónde arreglaron lo de Ruslana y Martin y se centraron en lo que no habían podido hablar juntos por los últimos meses de distancia entre los dos chicos.
Por fin habían vuelto esas divertidas charlas con amigos dónde ellos siempre se notaban distintos, era notorio que eran una pareja, incluso aunque nunca lo habían sido oficialmente, siempre estaban esos coqueteos, esa forma de expresarse distinta entre ellos, los gestos que marcaban una linda diferencia.
Ruslana ya debía irse, y le propuso a Martin llevarle a casa, a lo que el chico aceptó.
La chica abrazó al maño en forma de despedida, aunque no solía decirlo, lo quería mucho y apreciaba demasiado lo feliz que hacía a Martin, pues ella más que nadie era consciente de lo importante que era en la vida de su amigo y lo bien que le hacía estar con él.
- Hablamos después ¿vale? - Le aseguró Martin acariciando su mejilla, Juanjo asintió sonriendo y se abrazaron.
Era cierto que todo parecía ir muy bien, pero no podían dar ese gran salto sin antes aclarar lo que ambos querían y quedar en un acuerdo, no podían arruinarlo de nuevo, no podían permitirse cometer el mismo error que la última vez había arruinado la amistad que tenían.
Lo había arruinado porque era imposible para ambos que eso se mantenga como una amistad, ambos se deseaban más allá, se querían de una forma especial, se gustaban, era obvio.
Desde el primer día.
Capítulo muy corto, pido perdón.
HOY ES EL CUMPLE DE MARTIN Y DENNA!!! misprotegidos ♡
70 votos y actualizo mañana, prometo que será un capítulo más largo (y más bonitoo;) )
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Ni Siquiera Amigos. | JUANTIN
RomanceDos jóvenes que solían ser amigos tienen la obligación de seguir viéndose. ¿Quizás era esa chispa especial que los unía? Esa chispa que no la tienen los amigos, esa chispa que significa que algo más ocurre ahí.