XXV

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(Pov Chiara)
Violeta se había quedado dormida en la cama, supongo que por el cansancio. Le arrope con las sabanas y deje un beso sobre su frente.

Me levante de la cama para ir al baño y de paso, asomarme a la ventana a fumar un cigarro.
Descorri las cortinas que cubrían de la luz el salón y sacando medio cuerpo a la calle, prendí mi cigarro.

Era un momento tranquilo, me dejaba un tiempo para mi y poder pensar en la situación que se me venia encima. Estaba empezando a sentir cosas muy fuertes por violeta, realmente me gustaba mucho, en todos los aspectos. Se había portado tan bien conmigo desde el principio, teniendo en cuenta las innumerables veces que por mis cambios de actitud la había tratado mal; ella no sabia el motivo real de esos cambios pero hubiera tenido todo el derecho del mundo a enfadarse conmigo y mandarme a la mierda.
Agradezco que no lo hiciera.
Tarde o temprano tendría que explicarle que estar conmigo no era tarea fácil, que corría muchos riesgos y que nunca será una relación normal.

Pero me asustaba mucho.

Tenia que hacer algo para alejarla un tiempo de la situación que se estaba dando, después de el coche que me siguió, reviví mil recuerdos desagradables que había provocado mi familia en mi vida. La puta ley del miedo.
Me querían de su lado, atada, dispuesta a todas las barbaridades de negocio que se les ocurrieran. Sin principios, sin civismo, actuando como salvajes animales que no valoran la vida de ningún ser humano salvo la suya propia.

Necesitaba alejarnos de ese foco que se había retomado sobre mi hasta que supiera como actuar sin poner en peligro a Violeta.

Seguí dandole caladas a mi cigarro que prácticamente se había consumido solo por el viento, cuando a través de la ventana divise de nuevo aquel todoterreno negro de cristales tintados, avanzaba por la calle sin detenerse y pude reconocerlo por la matricula.

Casi instantáneamente recule y me escondí en el quicio de la ventana.

¿Esta puta pesadilla no iba a terminar nunca?

-¿a que viene esa cara? Que parece que has visto un fantasma- apareció Violeta por la puerta de su cuarto

Me sobresalte y puse una mano en mi pecho ya que se me había acelerado

-joder Vio que susto- dije respirando fuerte- me vas a matar de un infarto-

-no, te voy a matar de otra cosa- dijo acariciando mi nuca

-¿tu siempre tienes ganas verdad?- pregunte irónicamente

Ella asintió mientras se acercaba a mis labios y con una mano apretaba una de mis nalgas.

-eres mala, Hodar- dije entre sus labios

-¿te recuerdo la escena que has montado antes Oliver?- dijo bajando a besar mi cuello

-touche...- dije dejándome hacer ante la humedad de sus labios que me estaban volviendo a encender.

-oye Vio- la sujete por los hombros apartándola de mi para mirarnos -he estado pensando una cosa-

Sentí como su cuerpo se tenso entero y sus manos empezaron a sudar. En sus ojos se veía el miedo, pero asintió para que continuara.

-he pensado que como en nada es el puente de Diciembre y no vamos a tener clase toda una semana- me aclare la garganta- podríamos irnos a Menorca a la casa de mis abuelos que esta vacía- volví a aclararme la garganta, estaba seca- ya sabes... juntas...- me dio un ataque de timidez

Sus ojos empezaron a brillar y la angustia desapareció de su rostro para dejar paso a una sonrisa radiante que inundo toda la estancia.

-Kiki...- susurro acariciando mi mejilla- me encantaría irme contigo a donde fuera- me sonrió

-entonces es un si?-

-rotundamente si- me cogió la cara entre sus manos y me beso

Le correspondí y la abrace. Nos quedamos un rato estáticas así.

Me hacia mucha ilusión irme con Violeta de vacaciones, aunque hubiera un motivo mas allá que el puro disfrute, me ponía muy feliz imaginarme compartiendo con ella una casa, una cotidianidad humana, algo sencillo pero capaz de llenarte el corazón de cosas buenas.

-ya veras, te va a encantar la casa de mis abuelos, es chulisima- continue- esta sobre una pequeña ladera y tiene un huertecito, o bueno, tenia al menos; y se ve el mar, es precioso. Lo que no se es en que estado estará la casa por que hace años que no voy- me acelere un poco hablando

-kiki, tranquila- me sujeto entre sus manos- va a ser genial, da igual donde sea, si estoy contigo- se me escapo una pequeña lagrima al escuchar esas palabras
Ella la limpio y dejo un beso en mi mejilla.

-y buenoo, habrá que comprar los vuelos no?- dijo
-hostia es verdad, ahora mismo los cogemos que si no suben de precio-
Se desapareció por la puerta volviendo con su portátil.

Y así termino la tarde, entre besos, ofertas de vuelos, palomitas y Netflix.

Between Us (entre nosotras) // KiVi (Violeta y Chiara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora