XXXVII

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Después de pasar una tarde de lo mas entretenida junto a Ruslana, la cual no había perdido oportunidad para interrogar a las chicas sobre sus pequeñas vacaciones, su "estado civil"  y tirarle cualquier tipo de pullita a Chiara, sin mala intención claro esta; las dos chicas se despidieron de la pequeña y se fueron hacia casa de Violeta.

El trayecto transcurrió en silencio, no era incomodo pero se sentía ligeramente pesado, como soportando un peso de palabras que no sabían como ser pronunciadas.

Una vez en casa, Violeta se dirigió hacia la cocina para preparar un par de platos de sopa para cenar.
Chiara sentía una presión en su pecho que necesitaba aliviar, estaba dispuesta a contarle todo lo que la chica debía saber acerca de su vida y de estos acontecimientos tan recientes que estaban cobrando tanto protagonismo en sus vidas.

-vivi... -se atrevió a hablar la morena mientras avanzaba hacia la espalda de Violeta- creo que te debo una explicación...-

La pelirroja no dijo nada, ni se giro tan siquiera

-Vivi por favor... - imploro la ojiverde

-kiki... yo... - se giro para mirarla, estaba llorando- me has dado un susto de muerte, tenia muchísimo miedo de que te pudiera pasar algo, y mas después del estado en el que apareciste aquí- sollozaba sin cesar

Chiara se acerco a ella y la abrazo por la cintura, limpiando con una mano las lagrimas que corrían desesperadas por sus mejillas

-te lo voy a explicar todo, de verdad- dijo mientras sujetaba la cara de esta entre sus manos y se acerco para dejar un ligero pero sincero beso sobre sus labios.

Cuando la morena quiso separarse, Violeta la volvió a chocar contra su boca, intensificando la fuerza del beso. Sus labios danzaron como acompasados, sintiéndose mutuamente y entendiendo a la perfección las necesidades mutuas.

La lengua de la pelirroja se abrió paso entre los carnosos labios de la medio inglesa que la acogieron con regocijo y la saborearon con premura, sin dejar de sentir el incesante cosquilleo que provocaba el roce de ambas y el posible desenlace que tendrían aquellos besos.

Las manos de Chiara se deslizaban por todo el cuerpo de Violeta, recorriendo sus caderas con ansiedad acercándola a su cuerpo, la pelirroja por el contrario se colgó del cuello de Chiara y repartía caricias con necesidad. De un momento a otro Chiara se lanzo a su cuello provocando que arqueara la espalda para dejarle aun mejor acceso a el, chupo y succiono aquel largo cuello, dejando también alguna pequeña mordida en su recorrido y alguna marca que seguiría siendo visible al día siguiente.

La pelirroja, fruto de la pasión y las ganas desmedidas de sentir a Chiara, salto sobre su cuerpo enganchando sus piernas a la cadera de esta, que reacciono rápido colocando sus manos en el culo de Violeta para sujetarla. Caminaron por la casa chocando con todas las paredes y puertas posibles; Chiara empujaba con urgencia el cuerpo de violeta para poder sentirla mas cerca, aunque fuera fisicamente imposible.

Las piernas de Chiara comenzaban a flaquear, necesitaba terminar con esa necesidad que le chispeaba el cuerpo, reforzó su agarre sobre las nalgas de la pelirroja y se dirigió hacia el cuarto; cuando su compañera la detuvo

-No Kiki..- dijo como pudo entre jadeos, escucharla en este estado estaba subiendo la temperatura del cuerpo de la morena que rozaba casi la ebullición.

La pelirroja acerco sus labios a su oido y con una voz ronca replico - quiero que me lo hagas en la cocina, como la primera vez- la sonrisa descarada que se formo en sus labios debió de combinar perfectamente con la mirada felina y el brillo de los ojos de Kiki.

Inmediatamente y sin demorarse mas, la morena la sentó sobre la encimera de la cocina y empezó a besar su cuello con prisa, tirando del bajo de su camiseta para poder quitársela y tener mejor acceso a su piel.

Between Us (entre nosotras) // KiVi (Violeta y Chiara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora