Between Us (entre nosotras) // KiVi (Violeta y Chiara)

XXX

La vuelta a casa fue muy agradable, violeta se había empezado a aficionar a aquellos paseos en moto con la morena y cada vez disfrutaba mas de la sensación de libertad que brindaba la moto; el aire chocando contra sus cuerpos, la velocidad, la vista panorámica sin obstáculos del paisaje... podía llegar a entender por queChaira no se separaba de su vehículo a dos ruedas.

Se adentraron en la finca y entraron en la casa.
Violeta se metió en la ducha mientras Chiara preparó algo de cenar.
Cuando la pelirroja salió del baño envuelta con una toalla y se asomo a la cocina, Kiki no estaba, pero la cena si, servida en los platos y colocada sobre la mesa para disfrutar de ella.
Vio como en la calle se avivaba y apagaba una lucecita naranja, lo que al principio no entendió y luego cayo en la cuenta de que era la punta de un cigarro que se encendía cuando fumaban de el, la morena con el cigarro en la boca se acerco a la ventana y coloco medio cuerpo encima.
Por su lado la pelirroja se acerco lentamente hacia ella, aun cubierta con simplemente una toalla que le llegaba por encima de las rodillas.

Chiara la analizaba de arriba a abajo mientras seguía fumando su cigarro.
La pelirroja se acerco mas y se lo arrebato de entre sus labios, colocándolo en los propios y absorbiendo una gran bocanada de humo; que soltó entre los labios de la morena.

-you're so fucking hot... - pronuncio aun sobre los labios de la pelirroja

-I know darling- dejo un suave beso y se fue alejando hacia el interior de la vivienda, donde la luz se iba haciendo mas y mas tenue.

A medida que la pelirroja avanzaba descalza por aquel suelo embaldosado, mientras le dedicaba una mirada fugaz por encima de su hombro, fue dejando caer la toalla que cubría su desnudez, y aun con el cigarro entre los dientes le hizo un gesto a su compañera para que se acercara.

Chiara como hipnotizada por un canto de sirenas no dominaba sus movimientos, solo obedecía las ordenes de Violeta y su cuerpo prácticamente floto hasta alcanzarla.

Chiara la seguía allá donde quisiera dirigirse, sintiendo como el rubor cubría paulatinamente sus mejillas y como se consumía su iris ante aquel despampanante trasero que se movía melodiosamente delante de sus ojos.

Llegaron a la habitación, y la pelirroja empujo bruscamente sobre la cama a Chiara, quien por el impulso volvió un poco en si saliendo de su ensimismamiento. Mientras, Violeta rebuscaba algo en su maleta.

La morena la miraba algo desubicada, traía en la mano un cinturón y un pañuelo de seda que había visto que alguna vez se ataba al cuello.
Empezaba a vislumbrar un poco las intenciones de Violeta con aquellos dos elementos, la iba conociendo, y lo del sexo convencional se le quedaba un poco lejos.

Se acerco s ella y se coloco a horcajadas sobre su cadera, totalmente desnuda.
Chiara estaba como en shock, bloqueada y boquiabierta; nunca le había pasado quedarse en ese estado ni con la pelirroja ni con ninguna mujer, ella siempre tenia un caracter muy dominante y esta era de las primeras veces que alguien la dominaba sin que ella opusiese resistencia para darle la vuelta a la situación.

-vamos a jugar un poco gatita- dijo la pelirroja sobre el cuello de Chiara

Sujeto sus manos y las subió por encima de su cabeza, amarrándolas entre si al cabecero de la cama.

Entonces es cuando la pelirroja comenzó a desnudar a Chiara, empezó con suaves caricias por su abdomen mientras empujaba la camiseta por sus hombros y la dejaba descansar en sus muñecas, ya que no podía sacársela del todo.
Acompaño este gesto con su lengua, dejando regueros sutiles de saliva por los pechos de la morena que se estremecía al tacto húmedo de la boca de Violeta.

Continuo por los pantalones sin despegar sus ojos de los de Chiara, no quería perderse ni un solo gesto de su cara, quería grabarse a fuego como se retorcía de placer.
Desabrocho el botos de los vaqueros y fue tirando de ellos hasta sacárselos por completo. Respeto, por ahora, su ropa interior.

Chiara no articulaba palabra, se du boca solo salían pequeños gemidos y suplicas no verbales para que Violeta no la hiciera sufrir mucho. La pelirroja se estaba divirtiendo.
En este punto, desato el pañuelo que había anudado a su muñeca y lo amarro tapando los ojos de la morena.

-esto si que va a ser divertido- dijo deslizando sus labios desde el cuello hasta los pechos de Chiara

-a mi con esto me vas a matar- apunto la morena casi en un suspiro ronco.

Lastima que no pudiera ver la sonrisa malévola que se formo en la cara de Violeta, por que le hubiera encantado.

La pelirroja deslizaba sus manos por todo el cuerpo de Chiara, lo saboreaba entero con su boca y provocaba ciertos roces picantes que erizaban la piel de la morena.

Los dedos de Violeta comenzaron a acercarse peligrosamente a la entrepierna de la ojiverde, trazando círculos que ponían mas ansiosa a Chiara que rogaba por su tacto.
La pelirroja repartió besos por el interior de sus muslos y caricias peligrosas por encima de la tela de sus bragas ya empapadas por la excitación.

-vaya Kiki, estas muy húmeda...- dijo socarrona

-joder Violeta por favor hazlo ya, o me voy a correr sin que me toques- sentencio la morena, y aquellas palabras subieron la temperatura de la sala.

Se deshizo de aquella pieza de tela que impedía su total desnudez y acaricio con dos dedos el centro de la chica, que se retorció como un plástico quemado.

La pelirroja masajeo aquella zona sutilmente para que no llegase al clímax pues tenia otros planes.
Retiro su mano de allí y abrió aun mas las piernas de la morena. Se incorporo sobre sus rodillas y se sentó colocando juntos sus centros.
La humedad y calor que emanaba de aquellas dos zonas juntas era casi celestial.

La pelirroja movía sus caderas haciendo rozar sus partes intimas; el gemido brusco y ahogado de la morena hizo que Violeta aumentara el ritmo.

De pronto las manos de la morena se posaron sobre las caderas de violeta y esta la miraba con los ojos completamente negros a causa de la excitación; había forcejeado con el cinturón consiguiendo soltarse y desvendarse los ojos.

Sentir la mirada deseosa de Chiara sobre ella le excito enormemente y su orgasmo se apresuro por salir, aumento la marcha y con sus ojos fijos en los de la morena vio como ambas estaban al borde del colapso. Se aferro a su cuello con una mano para que no dejara de mirarla y las dos a la vez sintieron las convulsiones de su cuerpo seguido de la relajación mas absoluta y placentera.

El cuerpo de Violeta cayo prácticamente inerte sobre el pecho de Chiara, quien la rodeo con sus brazos acariciando su espalda suavemente.

-¿como te has soltado?- pregunto casi en un susurro

-una tiene sus habilidades- dijo moviendo todos los dedos

-si, lo de las manualidades no se te da nada mal- apunto socarrona

-es que a ver, seamos sinceras, no puedes hacer lo que acabas de hacer y pedirme que no te toque y que no mire- dijo obvia -necesitaba mirar al menos-

-Osea que te gusta mirar?- pregunto la pelirroja mientras la otra asentía -interesante dato... y dime, que mas te gusta?- ahora si había despertado su curiosidad

-emm, pues así en frio no se...-

-ah, ¿te parece estar "en frio" el pedazo de polvo que acabamos de echar?- dijo remarcando las comillas
La morena rio casi a carcajadas

-me gusta dominar- dijo en el odio de la pelirroja -pero a ti te dejo que me domines de vez en cuando-

-no te he visto quejarte...-

-no lo he hecho- añadió elevando las cejas - y a ti, que te gusta?-

-pues un poco todo, me gusta bastante cuando me dominas, me agarras del pelo, del cuello, cuando tiras de mi para colocarme; no soy de mucha sutileza por lo que puedes ver...-

- vaya, ya veo ya...- el calor estaba volviendo a las mejillas de Chiara

-y una cosa que me excita muchísimo es... no se si debería decírtelo...- se paro en seco

-venga dimeloo- imploro

-no, mejor no te lo digo...- añadió cogiendo la mano de la pelinegra- mejor te lo demuestro- y se introdujo su dedo indice en la boca para chuparlo mientras no apartaba la mirada de ella.

La entrepierna de la morena latió con fuerza y su otra mano se apresuro a posarse sobre el cuello de la pelirroja.

Se avecinaba doble sesión nocturna