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Septiembre, 1977
—"Y con nuevas noticias, el reciente álbum de Michael Jackson ha sido del gran agrado de muchos. Las disquerías tienen que pedir más copias porque en la primera semana los vinilos de "Off the Wall" se agotaron. Epic Records aseguró que muy pronto tendremos los videos de los sencillospor la pantalla, como "Rock With You", "She's Out OfMy Life" y "Don't Stop 'Til You Get Enough".
La reportera mostro el álbum a detalle, sonreí inevitablemente, aunque me quejé un poco del dolor que llegó enseguida a mi nariz vendada.
Todo anduvo algo agitado, demasiado para mi agrado. Tuvieron que darme una pausa cuando en las prácticas caí y me rompí la nariz. Me llevaron al hospital enseguida y le dieron unos retoques, fue un golpe duro y doloroso, al igual que la intervención que debieron hacerle. Seguía siendo incómodo y con momentos lastimosos, pero al menos pude regresar a casa.
Fui hacia mi hijo cuando escuché su llamado sin palabras, solo balbuceos, aunque me daba una inigualable ternura. Lo saqué de su cuna y lo mantuve conmigo.
— Hola cariño — comenzé a caminar por la habitación, observando con una natural dulzura a mi pequeño — Estos días te he pensado mucho. Te extrañé, bebé de papi— musité, antes de depositar un pequeño beso sobre su mejilla.
Me encontraba en casa hace unos pocos días, queriendo ver principalmente a mi hijo. Nunca la había pasado tan lejos de Thomas por tanto tiempo, siempre ha estado conmigo, y no tenerlo solo me generó mucha tristeza, soledad y preocupación. Sé que Rebbie lo cuidó con todo su amor y protección, pero no puedo no sentirme ansioso por él y lo que podría pasar en mi ausencia. Nervios de padre, muy seguramente.
Ya me encontraba mucho mejor, salteando la parte del vendaje. Regresé a casa con mi pequeña estrella, mi lugar de confort y paz. El escenario también lo es, pero nunca como Thomas. Ambos pasamos el día en la habitación, le di un baño, lo cambié y alimenté y jugamos en la cama. Ya estaba queriendo ponerse de pie sosteniéndose de su cuna, porque gatear ya lo hacía a la perfección, rápido y escurridizo como una lombriz. Tenía mis ojos encima suyo a cada segundo, atento a cada uno de sus movimientos por si llegaba a salirse de la cuna - algo que sí pasó en más de una ocasión -. La cama estaba apegada a la cuna, precisamente para que no diera contra el suelo. Desde ahí bajaba como si de escalones se tratara, y así que en cada momento debía devolverlo a la cuna o sino mantenerlo conmigo para que se calmara.
Balbuceaba constantemente, yo lo ayudaba para que me llamara, a mí o a Sam. "Papi y mami". Es algo muy lindo de hacer, como también emocionante porque cada vez está más cerca de lograrlo.
Ya no tenía cabeza para otra cosa que no fuese Thomas. Joseph llamaba cada día para saber cómo estaba, aunque estoy seguro que no lo hace solo por preocupación, sino también por saber cuándo retomaremos la gira. El doctor me dio aproximadamente entre cinco y seis meses para que mi nariz sane, no dudo de que esa noticia haya desconcertado un tanto a Joe.
