Septiembre, 1981
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Dormimos en la misma cama, en la misma habitación, en la misma casa, pero no estamos juntos.
Han pasado dos días desde aquel momento, y nada, absolutamente nada ha cambiado. ¿Qué podía hacer para lograrlo? No me ve, no me escucha, soy casi invisible. Esa indiferencia la noto ahora más un resentimiento, del cual no conozco el orígen.
— No sé cuál fue mi error... — Manuel me escuchó con toda su atención, al igual que yo, buscando una respuesta razonable para todo esto.
— ¿Intentaste hablarlo con él? —
— Fue inútil — por no mencionarle que terminé entre lágrimas.
— ¿Por qué no tomas estos días para hacer un viaje juntos, Mike? Quizás eso les haga bien a ambos — mala idea no es, solo que no estoy muy seguro de realizarlo, pero si es por Thomas, las dudas se desvanecen.
— Sí, creo que es una buena opción... ¿Sabes? Thomas extraña mucho a Sean Lennon, habla con él casi todas las noches. Tal vez debería sacar unos boletos para Londres, ¡sé que a Tommy le gustará! — he recordado cada cosa que me ha dicho sobre Sean durante sus llamadas. Thomas debe saber como lo he escuchado, lo mucho que me importa lo que siempre tenga para decirme.
Sí, necesitábamos ese viaje.
⟨ ... ⟩
— ¿Enloqueciste, Michael? ¿Sabes que en menos de una semana, Paul y tú deben volver al trabajo? — nunca faltaban los regaños de Quincy, sumado a su preocupación por el labor.
— Lo sé, lo sé, pero, Quincy... Tengo que hacer esto. Las cosas con Thomas no han mejorado en nada, necesito un respiro junto a él. Nos hará bien a ambos... —
Sabía que esta idea no era un encanto para Quincy, pero esto ya no se trataba de él o de la música. Tuve su aprobación de todos modos, porque tiene en claro que cumplo con cada decisión que tomo. Así que solo fue cuestión de un par de horas para sacar esos dos boletos. Lo que ahora faltaba, es decirle a Thomas.
Entrar a la habitación es saber que solo serás recibido por el mismo silencio. Me quedé unos instantes junto a la puerta, por lo menos, teniendo la única cercanía que me permitía: mirarlo desde lejos. Está en la cama, enfocado en su libreta de dibujos, sin notar mi presencia, o simplemente ignorándola como de costumbre.
— Thomas — sus ojos permanecían en las hojas, únicamente escuchando, pero tenía la corazonada de que si le informaba esta noticia, al menos me miraría a la cara — Viajaremos a Londres, a la casa de Yoko — y gracias al cielo que lo conseguí.
Tengo en cuenta desde el día en que se conocieron, la gran conexión que él y Sean habían tenido. Era esa clase de amistad que sería siendo igual de buena con el transcurso de los años. Tendría que también darle esta noticia al resto de mi familia, especialmente a Janet o a Rebbie para que cuiden de la casa.
Debería hablarlo con Paul también, tal vez quiera sumarse al viaje. Él ha estado bastante ansioso con nuestro proyecto, ya que es el primer videoclip que grabamos juntos, apesar de haber colaborado tanto tiempo unidos. El lugar para la filmación era enorme, según Paul. Yo había oído de ella antes, ya que el sitio es perteneciente al señor Bone.
Un gran rancho.
⟨ ... ⟩
Las horas habían pasado lentamente para mí. Intenté hacer algunas cosas para distraerme, como escribir, leer o tocar el piano, pero el dolor en mi pecho aún permanecía. Esos pensamientos volvían a mi cabeza al segundo. No nos hemos cruzado desde aquella charla de nueve palabras. Me sentí mal, muy mal... Tan mal como los primeros días sin Samantha. Ahora, sentía que también estaba perdiendo a mi hijo, lo único que tengo.
Cerré el libro, la brusquedad con la que lo hice fue un eco en toda la sala. Lo dejé a un lado y me terminé de caer en el sofa. Mis ojos en el suelo, con pensamientos revueltos en mi cabeza. Fue un instante, solo uno cuando llevé ambas manos a mi rostro, como impulso antes las lágrimas que empezaban a caer. Hice de todo, desde chillar hasta quedarme sin aire, o seguir lagrimeando mientras mi nariz tomaba un tono carmesí. Mis ojos ardían, mis latidos seguían avanzando.
Sentía cualquier cosa que alguien pudiese imaginar, es pura frustración. Estoy triste, molesto, desolado, estresado. Todas las emociones más negativas que pudiesen existir, las estoy teniendo ahora. La culpa se intensificó cuando observé el desastre a mi alrededor.
No quería despedazar el libro... No fue mi intención.
Mientras mis lágrimas continuaban cayendo, comenzé a recoger las hojas en el piso, los pedazos que habían quedado, como un rompecabezas sin fin.
⟨ ... ⟩
Hay una muralla en el medio de nosotros, una invisible pero que sí se puede sentir. Quité la humedad en mis mejillas, algo que se volvió una costumbre por las noches, en las cuales lograba conciliar el sueño luego de un silencioso llanto, como una anestesia.
El único sonido que rebotaba en el cuarto es el de la ligera briza que entra por la ventada, sacudiendo con leves las cortinas. La luz lograba atravesarlas suavemente. Ella estaba en su punto más alto, siendo testigo de todo esto.
Sam, amor, ¿qué puedo hacer?
Luego de observarla por unos segundos, entendí una cosa... Me estaba prestando para su juego. Debía ponerle un alto, algo que tuve que hacer desde el comienzo. Las cosas habían avanzado demasiado, pero aún tengo el tiempo para lograr cambiarlas por mi propia cuenta. Es algo que requiere bastante valor, ya que... no me atrevía a abrazarlo, no desde la incomodidad que parecía causarle.
Giré levemente, pudiendo mirarlo. Me daba la espalda, pero de igual forma, quería estar ahí, en ese espacio en el medio de ambos para envolverlo con mis brazos.
Dios, lo extraño.
No debo dejar que siga con esto, yo soy el adulto aquí, yo soy quien debe ponerle los puntos al asunto. Pero aquí estoy, tan bajo por él. ¿Por qué debo sentirme tan ajeno? Odio esto.
Con todas las fuerzas que tenía, me acerqué, lo suficientemente como para apoyar mi cabeza sobre su antebrazo, manteniéndolo contra mí, con el temor de que volviera a rechazarme.
Pero no lo hizo.
No quise moverme más. No sé si está dormido o no, pero no quiero tener que apartarme de él otra vez. Así que permanecí ahí, y espero que sea durante toda la noche.
Es como si esto fuese de años... Y en verdad lo sentía así. Pero pude volver a acercarme, a tocarlo sin luego ser botado, y lo agradecía plenamente.
Thomas, te amo tanto.
Llévame de regreso.
° • ° • ° • °
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𝐖𝐄 « 𝐦𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐣𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧 » (ʀᴇᴇsᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ)
De Todo𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐉𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧 | "Tenerlo en mis brazos por primera vez fue un sueño, del cual no quería despertar"