𝐢 » 𝐜𝐚𝐦𝐛𝐢𝐨𝐬

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Marzo, 1977

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Marzo, 1977

Cuando era un niño, me enfadada el hecho de que mis hermanos empezaran a conocer chicas, y me entristecía más cuando terminaban en el altar con las indicadas.

Primero uno, luego el siguiente.

Sentí durante mucho tiempo que Joseph tenía razón cuando intentaba alejarlos de sus parejas, porque eso podría llegar a dañar a las chicas que siempre asistían a nuestros shows; las fans. Pero también cómo se alejaban cada vez más de la familia para estar con las suyas. Esa soledad me invadió cuando Jermaine se fue de la casa para mudarse con su esposa, la hija de Berry Gordy, a quien estimo realmente. Y ese sentimiento siguió creciendo con más rapidez de la que imaginaba.

Siguieron los demás.

Tenían sus habitaciones respectivas en la casa, pero se sentía más vacía cada vez, incluso si se quedaban a dormir unos pocos días. Yo era el único que no escapaba por la ventana en las noches para ir por una chica, y me juré por mucho tiempo no hacer lo mismo que mis hermanos hicieron, lo odiaba, o eso quise creer.

Esa soledad se había esfumado cuando conocí a aquella mujer que ahora me había dejado una parte de ella, sin siquiera haber podido darle un último beso antes de que sus ojos se cerraran. En el momento que sostuve a ese pequeño en brazos, la vi a ella en su mirada, mientras mis ojos se nublan de lágrimas, sin saber que sentir.

¿Qué iba a hacer con este bebé?

Lo dejé todo para estar al lado de ella, a mi familia. Dejar el grupo estaba siendo tentador, deseando seguir independiente mi camino, tanto musicalmente como en lo personal. Quería estar con la mujer que amaba y con el hijo que esperabamos, algo que en verdad se sintió como una cascada de emociones la vez que lo supe, al igual cuando lo veía crecer cada día en más en su vientre. No quise separarme en ningún instante, siempre estaba junto a los dos, pudiendo sentir los movimientos de su panza abultada, con una emoción que no puedo explicar. Les cantaba a ambos hasta hacerlos dormir, estaba atento a cualquier cambio que pudiese presenciarse hasta el parto.

Pero todo terminó volviéndose un tormento para mí cuando los medicos me dijeron que solo uno había logrado sobrevivir. Quería morir también, ahí mismo, pero no podía, no podía hacerle esto a mi hijo ahora que tanto me necesitaba.

Mamá y Joe me dijeron de volver en el instante que les conte todo entre sollozos y más llanto, desesperado al no saber qué hacer. Vinieron por mí y pude notar en sus ojos la tristeza en el momento que me vieron, como también el asombro al verme cargando a su nieto dentro del hospital.

Los primeros meses las pase como un infierno, sumergido en la ansiedad y depresión, agradeciendo tener a Katherine a mi lado a ayudarme a calmar los llantos del pequeño para dejarme dormir las horas necesarias. Pero la mayor parte de las veces, simplemente no podía cerrar mis parpados, pero terminaba con los ojos igual o más cristalinos que los de mi bebé.

Entendí que no podía seguir de ese modo, así que me puse de pie lo más rápido posible. Esa noche, mi niño durmió junto a mí, como el resto de los días hasta hoy. Tuve el apoyo de mamá, y se que en el fondo, Joseph quería tomar al pequeño entre sus brazos la primera vez que lo vio.

Las cosas fueron complicadas con él, desde el momento que le dije que había conocido a una chica y yo ya no tenía la edad para que me detuviera, hasta cuando le dije que esperaba un hijo. No había más impedimentos para que me retenga como el niño que alguna vez fui, al que todos conocen como la pequeña estrella bailarina con temas disco.

Ya no era ese.

Sin embargo, la idea de un álbum en solitario no parecía agradarle mucho a ciertas personas de la casa. De a poco, no se me hacía algo loco replantearme el hecho de querer soltar el grupo. Es un poco agotador para mí, quería hacer mi propia música, sin rendirle cuentas a nadie.

Un cambio.

⟨...⟩

Descansaba mi hijo en mis brazos, mientras mis ojos estaban un punto fijo de la habitación pedido en mis pensamientos. La sala estaba sola, eso era antes de que la voz de mi padre me sacara de la burbuja.

Katherine me dijo pensabas comprar una casa alcé mi vista, pudiendo verlo sentado frente a mí. Su voz fue baja, por el niño.

Sí, es verdad. Estuve viendo algunas y creo que dentro de poco comenzaré el papeleo pude oír con claridad su suspiro decepcionado, pero preferí ignorarlo.

Lo conocía, aunque fue diferente cuando lo veía hacer lo mismo con mis hermanos, cuando eran jovenes, en recientes pasos a la adultez. Ahora es distinto, yo era él unico que estaba en casa y Joe debía hacerse la idea de que ya no sería así.

» Sabías que esto pasaría

No tan pronto, Michael. No después de que todos los días que escapaste para ir por ella, los meses que te quedaste a su lado había remordimiento, pero sus ojos viajaron hacia el pequeño bulto en mis brazos y su expresión se suavizó, entre una mezcla de rendición y extrañamente comprensión.

— Puedes notar que yo ya no soy el niño, Joseph mencioné.

Lo sé respondió él, como si hace tiempo lo supiera — Y ya no puedo hacer nada más para que te quedes en esta casa. Nada. Ya no eres un niño, pero sí tienes uno. Debes hacerte responsable de él y yo no te detendré, Michael...

Suspiré, con el corazón acelerando, con la sensación de que algo más le faltaba por decir, y así resultó.

» Pero eso no quiere decir que... algo más cambiará, ¿no es así? El grupo sigue, ¿verdad? — una incomodidad en mi garganta se presentó.

— Claro, Joseph. El grupo sigue afirmé, sintiendo como su mirada permanecía encima mío, analizándome en busca de mentiras. Suspiré una vez más.

Se marchó, dejándome con una extraña sensación en el pecho, una inconclusa libertad que anhelo desde hace muchos años y que aún no la tenía. Sé que en el fondo algo de resentimiento hay dentro de Joseph ante mis decisiones, pero al menos se esforzó un poco por no demostrarlo en su cara.

Hay ataduras.

Pero eso no impedirá que me vaya con mi hijo para construir nuestro propio camino.

𝐖𝐄 « 𝐦𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐣𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧 » (ʀᴇᴇsᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora