« XXVII »

85 13 3
                                    

                           Octubre, 1981

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

                           Octubre, 1981

                                    • 🌷 •

Pasando los días, la rutina era la misma.

Sus horas las compartía con sus animales, mientras veía a su papá temprano preparándose para ir al estudio junto a Frank Dileo y Paul, quien siempre le daba un beso en la cabeza antes de irse.

Se sentía mejor, por él.

A principios del mes, McCartney se había tomado el trabajo de brindarle su consuelo. Lo cargaba, jugaban, le otorgaba cariño cuando su papá no lo hacía. Incluso, hace un par de días, le cantó junto al piano. Nunca Tommy lo recibió de esta forma, se sintió mágico simplemente. Paul lo envolvió con sus brazos al instante cuando vio sus lágrimas caer después de "Hey Jude", o ahora, "Hey, Tom".

La música es un código fácil de descifrar si tienes conocimiento, la manera de tocar, los sonidos y palabras sincronizándose, volviéndose un sentimiento, más que un pedazo de papel. Eso sintió Thomas, su corazón conmovido, hace tiempo que Michael había dejado de cantarle.

Pero todo cambió definitivamente ese día.

⟨ ... ⟩

Algo lo hizo sentir inquieto, consiguiendo que su sueño fuese interrumpido. Palmeó a su lado, intentando dar con su niño, pero al sentir el vacío en su parte de la cama, se incorporó al instante.

¿Thomas? — se inclinó, observando por debajo de la cama y luego la puerta del cuarto, notando que esta se hallaba cerrada.

Giró su cabeza hacía el sitio contrario, confundiéndose pero sintiendo alivio al ver a Tommy en la habitación, en el suelo junto de la terraza.

» Hijo, ¿qué haces ahí? — Michael talló sus ojos antes de ponerse de pie y caminar en dirección al pequeño — ¿No puedes dormir? — Thomas negó con su cabeza, notándose decaído.

El cantante seguía adormilado, intentando volver a la tierra y procesar lo que sucedía.

— No sé porqué... — murmuró él, abrazado a sus piernas, luciendo como una bolita. El mayor acarició su cabello.

— ¿Es la primera vez? — el joven Jackson se sintió nervioso ante la cuestión, teniendo únicamente dos opciones: mentirle o confesar. Solo esperaba que su padre se percatara de su estado.

— No... — dejó ir sin más. Michael se preocupó al oír esa respuesta, así que se agachó hasta su altura, tomando de la barbilla a su bebé para que lo observara.

— ¿Te sientes enfermo, Tommy? ¿Por qué no me lo dijiste antes? — sintió que la culpa despertó en su ser.

— Estabas ocupado... Pero no estoy enfermo — eso solo aumentó el crecimiento de aquel sentimiento en el adulto. Su hijo no dormía bien y no se había dado cuenta de ello.

— ¿Entonces qué tienes, amor? — su padre llevó su mano hasta la mejilla, acariciando esta con el pulgar. Tommy cerró los ojos ante eso, sintiendo un alivio que no quería perder. Michael no dejó ir esto y decidió sentarse a su lado, atrayendo a su bebé a su regazo.

Thomas no contuvo el sentimiento de emoción a la acción de su papá, acurrucándose al segundo en su pecho, había extrañado la sensación de seguridad y cariño que le brindaba, plenamente confortable.

» Cariño, ¿en verdad no te sientes mal? — el artista envolvió a su criatura, ocultándolo con sus brazos, como si fuese un pichón resguardado en su nido ante los peligros del exterior.

Thomas escondió aún más su rostro en su pecho, el nudo en la garganta amenazando a pleno. Quería hacerlo, llorar ahí mismo, pero se ahora se sentía avergonzado de hacerlo. No deseaba responder el interrogatorio de su padre si eso llegaba a pasar, no tenía los ánimos. Michael notó la tensión de su hijo y solo optó por guardar silencio y permanecerlo consigo.

Terminó acunándolo, todavía en el suelo. Se sentía cansado, con un sueño latente, pero ahora debía quedarse con Thomas. Cuando vio su bonito rostro, no contuvo sus besos alrededor de este, con una suave sonrisa pintada en sus labios. Aunque al principio sintiendo rareza, como si hubiese olvidado por un momento cómo darle afecto a su pequeño, eso lo hizo pensar bastante, preocupado.

Ya no estaba tanto tiempo en casa, cuando llegaba lo primero que hacía es dormir un par de horas. Sabía que Janet y Paul son unos tíos excepcionales y que Thomas estaba seguro y querido con ellos, pero no es lo mismo. El álbum todavía tenía algunos días para su estreno y ya estaba sucediendo algo como esto.

Creyó que traer a Emmanuel, lograría hacer que su hijo se divirtiera, más aún cuando empezaron a llevarse mejor, pero no fue así. Ni siquiera sabía la razón del rechazo de Thomas hacía el otro niño, quizás sea por cuestión de la edad. No lo convencía del todo. Tenía el presentimiento de que su hermana pequeña tenía la respuesta a ello, ya que Tommy se había vuelto muy unido y no dudaba de que le haya dicho cosas que a él tal vez no.

¿Thomas le estaba perdiendo confianza? Esa idea simplemente era un puñal para Michael. Quería ser el mejor padre del mundo, pero Tommy parecía esconderle muchas palabras. Su comportamiento había cambiado indiscutiblemente, percibiéndo ahora su desánimo, estaba decaído y con los ojos reflejando tristeza. Parecía un pequeño objeto que podría romperse con el primer roce y eso lo angustiaba más.

No era el momento de cuestiones, no quería perder esta situación, así que solo se dejó llevar. Siguió meciendo a su niño hasta que este ya tenía sus párpados cerrados, su boca ligeramente entreabierta, en su suéter había quedado un poco de su saliva, sus diminutas manos aferradas a la tela.

Se levantó, dirigiéndose nuevamente al colchón, manteniendo a su bebé consigo.

⟨ ... ⟩

De a poco, sus ojos empezaron a abrirse, no teniendo la noción exacta del tiempo que pasó. El niño talló sus ojos, sintiéndose todavía cubierto por los brazos de su padre, así que permaneció junto a él unos minutos. Michael también se había despierto, y parece que hace un rato. Lo escuchó tararear, aquella melodía de una canción familiar, que solo ambos tenían su conocimiento. Sintió como luego sus rizos eran acariciados, continuado con unos besos.

Extrañó esto, y no quería volver a perderlo. Sin embargo, lo que pronto escucharía, generaría sorpresa.

¿Thomas?una voz que no reconocía, una mujer.

El pequeño inmediatamente se reincorporó, alzando su mirada, encontrándose con una chica, piel morena como la suya, cabello ondulado y castaño, con unos lindos ojos avellana.

Lo observaba con dulzura, se sentía extraño, no sabía quién era, pero había algo en ella que lo hacía querer quedarse. No dijo nada al respecto.

» Te extrañé — murmuró ella, acariciando su mejilla. Tommy la siguió mirando, como si se tratara de una divinidad — Tienes que esperarme — algo que simplemente no comprendió — Thomas... —

La mujer lo atrajo hacía sí misma una vez más, en su pecho. Sus ojos volvieron a cerrarse, sintiendo calma.

⟨ ... ⟩

— ...Thomas, despierta — la voz de Michael lo despertó, regresando a la realidad.

° • ° • ° • °

𝐖𝐄 « 𝐦𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐣𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧 » (ʀᴇᴇsᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora