September, 1981
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Ante el llamado de Yoko, Sean tuvo que dejarlos solos.
Thomas ya tenía las palabras preparadas, aunque Emmanuel esperó un silencio incómodo.
Alzó su mirada ante el joven Jackson cuando este lo llamó.
— Oye... Siento haber sido malo contigo — la mirada del preadolescente reflejó la sorpresa por esas inesperadas disculpas — Quizás... podemos ser amigos —
Apesar de la diferencia de edades, Lewis no tenía problema alguno en comenzar una amistad con el hijo de un gran amigo.
Sí, fue un mal inicio.
Thomas extendió su mano y Emmanuel la aceptó.
⟨ ... ⟩
La hora pasó, transcurriendo en el juego de mesa en donde los tres niños participaron. Las risas y el chocolate en taza fueron sus más fieles compañeros en ese momento. Sin embargo, Lewis decide dejar la partida ya que debía desempacar sus pertenencias en su habitación asignada, dejando a los otros dos chicos solos.
— ¿Te digo algo... ? Traje el suéter del Hombre Araña — el pequeño Jackson le susurro, como si de un mensaje sumamente confidencial se tratase. Sean esbozó una sonrisa.
Hora de cambiar el juego.
Ambos niños corrieron hacia la habitación, en busca de los suéteres. Sean tenía el suyo, el de Superman para acompañar a su arácnido amigo. Sin embargo, antes de que Sean se pusiera la prenda, un pensamiento pasó por su cabeza.
— Tom-Tom, ¿qué historia haremos? — Thomas también se detiene, dándose cuenta de que tampoco había planeado algo en específico.
— Uh, no lo sé... — la mirada del joven Lennon no parecía tan concentrada en busca de una idea para su historia, como si ya tuviese algo en mente — ¿Tienes una idea? —
— Sí, creo que sí — el niño de castaño camina hacia su mesa de noche, donde de ahí saca una historieta — Es la primera del Hombre Araña, podemos hacerla — él le enseña las páginas, por más de que Tommy las conociera muy bien — Tú serás Peter y yo... —
— Podrías ser Harry, el mejor amigo porque eres mi mejor amigo — una bonita sonrisa se formó en el moreno, contagiando al de cabello castaño.
— Sí, también, aunque deberíamos inventar otros personajes para agragar a la historia. Inventa un nombre —
— Mhh... Haré de Peter y también de Kim Robert — Sean frunció el ceño ligeramente ante ese nombre — También suena a un científico malvado. ¿Cómo te llamarás tú? —
— Bueno, entonces seré Harry y creo que... Mark Jane —
— ¿Mark Jane? ¿Eres como el hermano de Mary Jane? —
— Algo así —
Ambos comenzaron el juego, entreteniéndose con cada una de sus escenas. Sin embargo, Sean no había soltado palabra alguna de que estaba bastante ansioso por llegar a una parte particular de la historia: Mary Jane salía del teatro, en camino a casa en la noche lluviosa. Unos ladrones la acorralan y es entonces cuando el Hombre Araña aperece. Él la salva, y cuando está apunto de irse, ella lo detiene, queriendo que supiera que estaba agradecida por su ayuda.
Un beso.
Pequeños corazones flotaban alrededor de Sean con solo imaginarlo, pero al instante, esos corazoncitos en el aire explotan.
— Vamos a cambiar esa parte — el pequeño Tom dice, observando la escena en la historieta. Sean inmediatamente sale de su nube.
— ¡¿Qué?! ¿Por qué, Tom-Tom? — la decepción se muestra en el semblante del joven Lennon.
— No podemos darnos un beso, Sean. Mejor inventemos otra parte — Thomas no entendía del todo porqué el castaño no le llevaba la corriente esta vez.
— ¿Es por qué no soy una niña, verdad? Mamá me dijo que los niños también podían darse besos, que eso no estaba mal — claro, su padre también le había mencionado algo similar a Thomas, que un niño también podía estar con otro niño, al igual que las niñas. Pero en este caso fue un poco extraño y divertido al mismo tiempo que Sean insistiera en la idea de hacer la escena tal cual.
En las caricaturas, solo los enamorados lo hacían, como Minnie y Micky, como las princesas y los príncipes, pero ellos no estaban enamorados, así que no funcionaría según Thomas.
— ¡Por favor! Podemos intentar — al segundo, el pequeño Lennon extendió sus labios, esperando que el joven Jackson se acercara, quien estaba con los brazos cruzados mirándolo con una sonrisa entretenida. Sean hizo un puchero.
— Bueno, está bien, pero no le digas nada a mi papá, Sean —
— Lo prometo, no diré nada — enseguida, el castaño volvió a prepararse para el beso, cerrando sus ojos esta vez, esperando a Thomas, quien ya no estaba en la habitación cuando alzó sus párpados — ¡Tommy! —
Había salido corriendo de la habitación.
Sean se puso de pie enseguida, llendo a toda velocidad a la misma dirección de Thomas, deteniéndose apenas lo vio al final de las escaleras, con los labios extendidos. El niño de Yoko sonrió emocionado, haciendo que sus hoyuelos se marquen, así que, tomó un poco de aire y se aproximó con los ojos nuevamente cerrados, casi cayendo de las escaleras cuando el pequeño Jackson volvió a apartarse.
Paul apareció en la sala.
— Niños, los estaba por ir a buscar, la cena ya está lista —
— Sí, tío Paul — ambos infantes responden. Sin embargo, Thomas tenía una sonrisa particular, como si hubiese hecho alguna travesura, mientras que Sean tenía las mejillas ligeramente ruborizadas.
— ¿Qué hicieron? — McCartney les brindó un mirada con sospecha, haciendo que los pequeños se miraran entre sí.
— Nada — contestaron a la vez, de nuevo.
Paul asintió, no muy convencido, pero siguió en lo suyo.
— No me diste el beso... — Sean le susurró, con decepción en su rostro. Aunque cambió continuante luego de que Tommy haya dejado uno rápidamente en su mejilla.
No era el que quería, pero tampoco se quejaría.
— ¿Feliz? —
— Sí... — Sean respondió, suspirando al final mientras veía al otro niño ir con Paul.
Los corazones volvieron a brotar.
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𝐖𝐄 « 𝐦𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐣𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧 » (ʀᴇᴇsᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ)
De Todo𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐉𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧 | "Tenerlo en mis brazos por primera vez fue un sueño, del cual no quería despertar"