¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Abril, 1981
• 🌷 •
—Hola pequeño, ¿cómo estás? — siento sus pequeñas manos aferrarse a una de mis piernas, ocultandose detrás de ella. El tono dulce de Joh'vonnie parecía generar más timidez en mi niño.
— Cariño, saluda — acaricié su cabello, intentando que se sintiera más cómodo. Él se acercó un poco más, sin soltarse de mí.
— Oh, no tengas vergüenza, cielito. Soy Joh'vonnie, una de tus tías — ella se pone a la altura de Thomas, acariciando su mejilla por unos segundos. Apesar del chupón, se puede notar una sonrisita en él.
Tommy retrocede luego del corto momento de afecto, volviendo a esconderse detrás mío.
— Él es así, muy tímido hasta con nosotros — La Toya dice, dirigiendo seguidamente su mirada a la televisión.
— Supongo que lo sacó de mí, yo también puedo ser muy timido a veces — continúe acariciando sus rizos.
— Yo creo que es adorable — Joh'vonnie se apoya en sus propias rodillas, con unos ojos amorosos sobre Tommy. Es muy lindo tomando en cuenta que es la primera vez que lo ve.
— Y yo pienso que muy pronto este pequeño brillará en los escenarios — nunca falta la voz de Joseph en alguna conversación, con palabras de bastante rechazo para mí.
— Joe... — dije, dejando escuchar mi desaprobación de cierta forma.
— ¿Qué? ¿No has dicho acaso que Thomas fue quien logró sacar la melodía de algunas de tus canciones con el piano? Tú ni sabías tocar la flauta a su edad. Con cuatro años, ya es todo un músico — observa a Tommy con una sonrisa, mi expresión seguramente era la definición de la seriedad.
Esos comentarios son agotadores.
— Sí, lo es, pero también es un hermoso niño que debe hacer cosas de un niño — lo alcé y mantuve contra mi pecho, depositando un beso sobre su mejilla antes de que se ocultara en mi cuello.
— Tú tuviste eso en varias oportunidades, luego de un ensayo, te daba unos minutos para ir a jugar afuera con tus amigos — no fue así en muchas ocasiones, las pocas veces en las que eso sucedió podría contarlas con mis dedos. Y realmente no quería empezar una discusión, así que lo ignoré lo más que pude.
— Sí, claro, lo... lo recuerdo. Pero bueno, conmigo no tendrá solo un par de minutos para que haga lo que debería hacer — mi mirada seca se la brinde, haciendo que la suya me respondiera de la misma manera. Al ver como las cosas se ponían, opté por caminar hacía el patio — Enseguida regresamos —
— Papá, ¿ves lo que consigues? — pude escuchar a mi media hermana decirle, Joe solo chasqueó la lengua.
