Abril, 1981
No quise interrumpir el momento entre ambos, así que solo me dejé caer con suavidad en el marco de la puerta, observándolos. Observándolo a él brillar mientras dejaban que la música fluyera, como si solo existieran ellos entre sí.
Con Paul, su timidez también se esfumaba, siendo uno de las pocas personas en conseguir eso en mi hijo. ¿Me daba felicidad? No hacía falta asentir. Claro que es maravilloso para mí, Paul es uno de esos pocos amigos con un sincero corazón. Amigos de verdad. Y esperó que así sea el resto de los días, ya que no soy el único en esta casa que lo estima mucho, se trata de alguien más que ya tenía un lugar muy especial para él en su ser.
Paul lo hacía reír. Thomas escuchaba con atención su cantar, siendo el único punto de su dulce mirada. Sé que lo ama, y demasiado. McCartney nunca me lo ha dicho abiertamente, pero sé que quiere a Tommy como si fuese su niño. Y es entendible, ambos pasan bastante tiempo unidos, no estoy seguro, pero alguna vez debieron tener sus secretos, y debo admitir que me molesta un poco, aunque no digo nada, ya que se trata de su lazo. Pero Thomas sabe muy bien que nunca debe ocultarme las cosas, y realmente confío en él.
Como en nadie.
— Conozco esa cara — mi hermanita a mi lado dice en voz baja, le doy una rápida mirada, notando su sonrisa.
— No empieces, Janet — respondí esbozando el mismo gesto que ella, pero quizás un poco más ligero.
— De acuerdo, señor celoso — giró mis ojos agradablemente, oyendo a la vez su suave risa — No deberías sentirte de esa manera, Mike —
— Me gusta verlos juntos, ver a mi hijo feliz también me da felicidad, ya sea conmigo o con alguien más — fui sincero.
Sé que podría parecer algo dramático, pero era verdadero, algo que salía de mi corazón. Solo quiero que mi hijo reluzca, aunque ese brillo no lo haya causado yo.
Lo único que hice fue mirarlo, ahí tocando ese instrumento con su dulce sonrisa decorando su rostro, sin siquiera darme cuenta cuándo fue que llegó a mí, envolviendo mi cintura mientras estaba de cuclillas.
— ¡Papi! ¿Lo hice bien? — tomé su rostro, dejando un beso en la punta de su pequeña nariz.
— Excelente — dije sonriendo con todo el amor que tenía, el cual le pertenece.
— En definitivo. Has mejorado increíblemente, pequeño — mi hijo va hacia él y Paul acaricia su cabello — En fin, creo que ya es hora de que vuelva a casa, tengo unas cosas que hacer —
— ¿En serio? Oh, yo quería que te quedarás un poco más, tío Paul... — sus ojitos tristes no tardan en aparecer, aferrándose a McCartney.
— Thomas, ya oíste, el tío Paul tiene que irse — el niño inmediatamente lo soltó, acercándose a mí nuevamente.
No le gusta cuando digo su nombre de esa forma, con un tono ligeramente firme.
ESTÁS LEYENDO
𝐖𝐄 « 𝐦𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐣𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧 » (ʀᴇᴇsᴄʀɪʙɪᴇɴᴅᴏ)
Ngẫu nhiên𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥 𝐉𝐚𝐜𝐤𝐬𝐨𝐧 | "Tenerlo en mis brazos por primera vez fue un sueño, del cual no quería despertar"