Tentando a un Demonio [+21]

Capítulo 9

Advertencia : Recuerden que tanto Milán como Kalum están en el proceso oscuro, que es una etapa donde ambos son peor, entonces no son normales, ni nada de lo que hagan lo será cuando estén así.

Ellos en sí son locos, pues aquí son peor entonces, cuando se diga que alguno de los dos este en este proceso va haber mucho desmadre, mas de lo habitual.

Les pido disculpas por que no actualice la semana pasada, pero tuve problemas de salud. Gente desde ya les digo que yo soy mas enfermedad que vida, así si me ausento puede que sea por eso. Sin más que decir bienvenidas al infierno Tylor Smith.

☆☆☆ ☆☆☆☆

Ardiendo en su infierno (parte 2.)

Milán.

Mis ojos conectan con los suyos y mis piernas siguen alrededor de su cintura. Tenía que distraer a Kalum para que Karly se pudiera ir en paz, de Chase se encargaría Azrael, porque desde que llegó no le quitaba los ojos de encina a Kars, pero el imbécil se encargaría de él y por fin serviría para algo.

Distraer a Kalum no estaba tan difícil dado que los dos lo estábamos disfrutando, y era la mejor distracción. Aunque él no es que supiera que lo estaba usando. 

Vuelvo a unir mis labios con los suyos, y el estruja uno de mis pechos por encima de la tela. De verdad estamos ardiendo en un infierno, el infierno Tylor Smith, porque él jamás llegaría a ser como yo, ni aunque lo intentase.

Ambos tenemos tantas ganas que ya no aguantamos más, la tensión que había entre nosotros tarde o temprano terminaría por consumirnos, y la verdad es que jamás me había encontrado en esta situación. 

Todo con este maldito era diferente y eso era algo que no me estaba agrandando, para nada y mucho menos si era con él.

Dado que yo no estaría aquí mucho tiempo, y si las cosas salían como lo tenía planeado, me largaría lo antes posible, no podía estar aquí y aunque era sumamente peligroso debía estar lejos de aqui. 

Pero siempre tengo la manera de salirme con la mía y estaba en el centro de todo, sólo que eso nadie lo sabia, ni siquiera la bestia, ya que Galés sabía que el demonio tenía mucho más poder del que aparentaba.

Me baja separándose de mi, toma mi mano y me lleva pasillo dentro, sinceramente ya no importaba a donde me llevaría, lo único que quería era acabar con esta maldita tortura y follar de una puta vez. 

Subimos unas escaleras en medio de besos y más de un tropezón, porque ambos nos negamos a soltar al otro.

Me lleva hasta el final de un pasillo y abre la puerta que esta ahí, nos adentramos en el lugar y ni si quiera me fijo en la decoración, se saca la camiseta por encima de la cabeza, mis ojos se van directamente hacia el tatuaje que cubre su hombro y parte de su pecho.

Tiene una patera de ojos esmeralda como los suyos, muestra los colmillos y el pelaje es como una tormenta, con rayos en el mismo color que los ojos, todo grita peligro y oscuridad, ya que ese era el fuerte de la bestia.