Capítulo 11

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γαλάζια κόλαση (IN.AZ)

El monstruo

Estrello el móvil contra la pared al ver el indicador en la franja negra, ya que todo mi esfuerzo a lo largo de los meses se ha ido a la mierda. 

Cuidar de ella no es para nada fácil ya que siempre odio el echo de que la cuidará, recrear ese medicamento no había sido nada fácil Galés dejo un estándar bastante alto que me tomo meses duplicar y que le hiciera bien. 

Salgo rápidamente de la habitación y bajo las escaleras apresurada mis hombres me siguen en lo que me pongo el abrigo y salgo no sin antes tomar las llaves de mi auto.

Me cabrea el echo de que sólo tienen una puta tarea y al parecer les queda grande, simplemente deben suministrar el medicamento a tiempo porque su cuerpo ya se acostumbro a él, y el que le falte una sola dosis desencadena el caos, ya que la muerte a estas alturas no es posible. 

Piso el acelerador y en estos momentos no me interesa nada que no sea su bienestar. Tenerla con vida es un un puto caos ya que esa maldita mujer ni que se este muriendo esta quieta. 

—Si le paso algo a Milán juro por Dios que te vas a morir Azrael.

A lo lejos vislumbró la mansión y me tenso al notar las camionetas de los cabecillas de la bratva en medio de la calle, estaciono el auto a lo maldita sea ya que no hay tiempo para nada, el lugar esta lleno de mercenarios y me bajo rápidamente. 

Ya me conocen así que no me impiden el paso, cuando entro todo esta hecho un puto caos Jules estaba sobre Azrael asfixiandolo, quién para variar tenía el rostro lleno de sangre, me acerco rápidamente a ella y la separo de él. 

Forcejea para liberarse y se queda quieta al notar que soy yo quién la sostiene, la aprieto contra mi ya que se perfectamente que en estos momentos es capaz de matarlo. 

—Calmate —le susurro antes de fijar mis ojos en Azrael que se levanta con ayuda de una de las sirvientas—. Sólo tienes una maldita tarea, una sola, debes darle el medicamento precisamente para que no este en la franja negra.

Se yergue respirando hondo. 

—Si tengo un deber, pero el demonio tiene nueva presa y sabe perfectamente lo que eso significa —se tambalea en lo que se lleva la mano a la  nariz para parar el sangrado. 

—Me vale mierda con quién este —espeto enfurecida—. Sigue siendo tu puto deber, siempre le debes dar el medicamento. 

—¡Entonces porque carajos no lo haces tú! —me grita y me cabreo mucho mas de lo que estoy. 

Suelto a Jules y estoy a nada de dispararle a él imbécil cuando Jack toma mi arma, fijo mis ojos en él y se mantiene firme dejándome claro que no va a permitir que lo mate, porque ahora es la opción mas coherente.

—Lo que yo haga no es tu maldito problema, tu haz tú trabajo y sirve para algo porque estorbas bastante —cierra los puños al escuchar mis palabras—. Yo no seré el demonio, pero vamos a la par y si a mi hermana le pasa algo por tu culpa te mato Azrael. Porque no la saque de es maldito lugar para que se muera por tu incompetencia. 

No dice nada y simplemente me observa. 

—¿Cómo es eso de que Milán tiene nueva presa? —pregunta Jules de la nada. 

—Eso es cierto —suelta Karly que aparece de la nada—. Y no está dispuesta a soltar, se porque lo digo. 

—¿Con quién está? —frunzo el ceño sin entender nada ya que esto es algo que no me esperaba. 

Tentando a un Demonio [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora