BEAUTIFUL GANGSTER || KTH & JJK

XXIX

— ¡Hyung, mira! ¡Mira!

Llamó de manera hiperactiva un pequeño niño el cual corría de un lado a otro cuando la puerta de su nueva casa fue abierta para él por el pelirrubio. Acceso que le concedió a Junghyun ingresar como bala explosionada al interior del hogar recorriendo y husmeando el mismo con total libertad para, seguido a ello, saltar entre bulliciosas carcajadas sobre el mullido y acolchonado sofá del living.

Al emocionado niño que daba revoltosos giros en su lugar, no pasándole desapercibido el encontrarse encima de la mesa de centro diversos juguetes puestos exclusivamente para él al estar su nombre escrito en una pequeña nota sobre la mesa, por ende y sin pensarlo demasiado, sosteniendo los mismos entre sus pequeñas manos al desear inspeccionar cada uno, no obstante, este no esperándose que toda su atención recayera en un carro a control remoto el cual empezó a sacar con prisa de su caja al desear jugar con este.

Estaba feliz.

¡Muy feliz!

Por otro lado, y a unos cuantos metros de distancia un omega recién ingresando al lugar, este escaneando con total asombro y felicidad el gran espacio junto a la bonita decoración que su pareja se había esforzado en escoger al desear crear una atmósfera acogedora que toda vivienda necesitaba.

Y no iba a mentir, todo en aquel lugar era precioso, desde la iluminación al amueblado, desde el living principal hasta el comedor a la espaciosa cocina, estos juntos con el pequeño bar, el estante llenos de libros, el baño de visitas y el estudio de trabajo que se alcanzaban a ver... todo era tan precioso que Jungkook quería llorar... y deseo tanto inspeccionar toda la casa a profundidad al carcomerle ahora la duda de que se encontraría subiendo aquellas escaleras que lo llevarían a la segunda planta del hogar y que muy por seguro, tal como le dijo Taehyung, estaría el dormitorio de su cachorro.

Quería ver el cuarto de su bebé...

No obstante, si bien estaba entusiasmado por todo, el omega no pudo dejar pasar por alto el evidente hecho de que la primera planta se encontraba debidamente decorada con todas las precauciones necesarias para que niños jugaran en esta y no se causarán algún daño en lo absoluto... y era sorprendente, meramente sorprendente.

Taehyung había pensado en todo.

Diosa, sí que lo había hecho...

— ¿Te gusta? — habló una tercera y ronca voz que lo sacó de su ensoñación, mismo dueño que terminó por abrazarlo por la espalda dejando sus palmas envolver el vientre bajo del omega mientras que su barbilla se apoyaba en el hombro del omega — Lo hice especialmente para ti

Los oscuros luceros del menor cristalizándose ante el cálido sentir que lo envolvió de pies a cabeza, este asintiendo sin dudarlo como respuesta automática para que al segundo siguiente soltar pequeñas risillas de alegría cuando Taehyung le besó repetidas veces sus esponjosas mejillas y cuello. Ambos enamorados estando tan absortos en su pequeña burbuja que no se percataron en qué momento exacto cinco jóvenes ingresaron a la vivienda tras ellos quedándose sorprendidos por el interior.

— ¡Wow! Si que te luciste, Taehyung — felicitó con sinceridad Jimin, sus ojos recorriendo con asombro cada espacio de la primera planta, sonriendo enternecido cuando se percató cómo Junghyun ya se había familiarizado con el nuevo entorno al correr con una gran sonrisa en su rostro tras un pequeño auto a control remoto — Este lugar es precioso

Espetó Jimin sin pensarlo mucho o buscando tener dobles intenciones de por medio, pese a ello, este particular halago atrayendo la atención de un alfa de hebras albinas quien observaba en completo silencio la felicidad que irradiaba su pareja por aquellos detalles, mismo alfa que empezó a cuestionarse y recriminarse muchas cosas que había dejado de lado, pero al no desear mostrar aquella vulnerabilidad dejando ir su pesar en un pesado suspirar mientras ocultaba ambas palmas en sus bolsillos delanteros.