IX

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Las fuertes, pero imponentes pisadas de un particular omega de hebras azabaches resonando con dominancia en aquella amplía área creada con el único propósito de ser un centro de ocio para las personas, con la alta música resonando entre las paredes, bebidas alcohólicas siendo repartidas y luces de neón que bañaban a la aglomeración de individuos que se reunían aquella madrugada.

La adrenalina y lujuria siendo palpables en el ambiente.

No obstante, siendo lo que más llamaba la atención aquella esbelta y curvilínea figura que dejaba sus caderas danzar de izquierda a derecha ante el vaivén de su marcado caminar, tanto así fue que si no hubiera sido por esta despampanante presencia la multitud no se hubiera terminado de percatar de su llegada ante la falta de aroma, estos con rapidez al recaer en su llegada no dudando en abrir paso para su libre disposición, mientras que en conjunto realizaban una venía en son de respeto.

Y muchos dirán, ¿por qué?

¿Por qué el reverenciar a un... omega?

Oh, no, él no era un simple "omega"

El en aquel mundo era un Dios.

La jodida representación de Dios y el Diablo en un solo cuerpo, creando un magnífico contraste.

Por ello, y por ese simple hecho... merecía devoción.

Era venerable como temible, tan majestuoso con su mentón en alto y sus redondos ojos almendrados los cuales no apartaban su mirada de al frente, no demostrando ni la más mínima misericordia, oh, y aquella aura... esa aura pesada y tétrica que otorgaba aquel cubrebocas del mismo color de la noche que ocultaba su semblante, dándole a sus contrincantes y súbditos el temer a lo desconocido... y no hacía falta ser un genio para reconocer que aquel temido joven se encontraba furioso.

Tan bello ángel enfurecido.

La imagen siendo tan similar...

A una bella rosa con espinas filosas.

Oh, bella criatura que se posicionaba con petulancia en la cabeza de la pirámide del poder, la mayor parte del tiempo siendo acompañado como de costumbre por su escolta de confianza que era protagonizada por aquel trío de alfas y aquel bello omega sanguinario de cabellos rosáceos.

Siendo Namjoon en un reflejo innato el terminar cubriendo con su cuerpo el del omega frente a él cuando un alfa del mismo tamaño que él, deseo cerrarle el pase al Líder, quien al ver la osadía de aquel sujeto basto tan solo otorgar un chasquido de sus dedos para que Namjoon prosiguiera con su actuar, este empuñando su palma fuertemente en el borde la camisa contraria no dándole ni de tiempo a su contrincante de reaccionar cuando ya se encontraba posicionado el cañón de su arma de fuego bajo su mentón, listo para volarle los sesos con un simple accionar como era el jalar de un gatillo.

— ¡Oh, Jk! ¡Preciosura! — clamó entre canturreos un sonriente alfa, quien se dejó ver una vez por todas al salir de su zona privada en aquel nido de ratas de mala muerte donde se acogían drogadictos y delincuentes — Tiempo desde que no lo vemos rondar por estos lados, jefe. ¿Qué hace ahí parado? ¡Acompáñenos!

Y en otras circunstancias, tan siquiera en otras, el nombrado hubiera accedido a la oferta de envenenar su cuerpo con productos dañinos, pero como se recalcó... en otras circunstancias, no en estas. Por ende y a pesar de los pocos hombres que lo miraban expectantes por la respuesta del omega que se quedó inmóvil en su lugar, lo cual llegó a sorprender a la mayoría de comensales que observaban desde la lejanía la escena sin ser demasiado obvios.

— ¿Jk?

Soltó confundido y con una falsa gracia el hombre quien empezó a mirar a sus lados recayendo en la cantidad de ojos que lo observaban, su encantadora sonrisa desapareciendo poco a poco dejando una mueca de disconformidad que a los pocos segundos desapareció en su totalidad.

BEAUTIFUL GANGSTER || KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora