XVI

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Tres sonoros toques haciendo gruñir bajito a un lindo omega que se encontraba hecho bollo en su cama al ser cubierto en su totalidad por su afelpada frazada, su rostro refugiándose entre sus mullidas almohadas las cuales eran aferradas entre sus brazos y piernas al estarlas abrazando. Mismo omega que tenía sus redondos e hinchados luceros abriéndose con pesadez y fastidio ante el repetitivo golpe en la puerta de su habitación, suceso que lo hizo enfurecer.

— ¡Lárguense!

Vociferó alterado Jungkook al no estar en circunstancias optimas de recibir a absolutamente nadie al tener un temperamento poco amigable esta tarde, y promete ante la Diosa que mataría a quien se encontraba desobedeciendo su orden de retirarse y que seguía sin cesar ese desdichado toque.

Y cuando el enojo prevaleció, dejó asomar su molesto semblante entre las frazadas al estar decidido en levantarse y cumplir su promesa de una vez por todas, llegando a ser gratificante para sus sentidos el percibir como estos ruidosos toques se detuvieron de forma abrupta dejándolo nuevamente en un completo silencio que tranquilizó a su marchitado corazón haciéndolo suspirar, y como era de esperarse ante el cansancio de su cuerpo y mente no dudó en volver a ocultarse en su refugio cerrando sus hermoso ojos al desear retomar el sueño que se le fue privado.

Deseaba olvidar.

Y cuando dormía era el único momento que podía hacerlo.

Lamentablemente para este, siendo testigo principal de como el característico sonido del girar de la perilla se dejó escuchar por toda la extensión de la habitación junto con el casi imperceptible sonido de la puerta siendo abierta, y joder, ahora sí que jura ante cualquier entidad existente que iba a matar a quien osó colmarle la paciencia e invadir su espacio sin su autorización.

— ¡Hoseok hyung, juro que si me estas volviendo a traer ese maldito plato de comida lo tiraré por la ventana junto contigo!

Bramó furioso el omega al tomar asiento sobre el colchón, retirándose con enojo la suave frazada que aún lo arropaba, al segundo dejando al descubierto su alocada cabellera azabache junto con su cansino rostro y su sonrojada nariz y ojos por haber llorado en desvelo.

Estaba molesto, tan molesto que estaba actuando por impulso como lo era el no dejar de gruñir ni un solo instante, sin embargo, este sentir desvaneciéndose de forma tan abrupta cuando la tela se dejó caer en su totalidad y sus ojos fueron espectadores de apreciar unas muy bien conocidas hebras doradas en lugar de unas pelirrojas, suceso que lo petrificó, pero no lo suficiente para no escanear al alto alfa en su delante que vestía ropa casual y que lo observaba expectante junto en un rotundo silencio en el transcurso que volvía a cerrar la puerta a sus espaldas.

Y.... oh, Diosa.

Este lo observaba como si deseara emitir o hacer algo, pero sus músculos no eran capaces de reaccionar.

Por su parte, Jungkook no sabiendo tampoco cómo reaccionar o mínimamente interpretar si en realidad el seguir observándolo era buena idea, mucho menos si fue bueno que sus pulmones fueran llenados nuevamente de aquel varonil aroma, aquel mismo aroma que muchas veces olfateo desde la fuente... mismo aroma que fue cruelmente impregnado en su piel blanquecina por su portador para que se quedara grabada tanto en su mente y cuerpo... aquel mismo aroma que durante estos días deseo tanto recuperar y solo se podía reconfortar con el afelpado peluche de león que descansaba a su costado y poseía de forma escasa el recuerdo de aquel día.

Oh

Los almendrados luceros del menor volviendo a llenarse de una fina capa de lágrimas ante el nuevo dolor que padeció su ya marchitado corazón que no se le era concedido ni descansar tranquilo en su luto, sentir que fue percibido por el más alto aun cuando su menor bajo la mirada.

BEAUTIFUL GANGSTER || KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora