16

120 24 5
                                        

Namjoon dejó ir al escurridizo beta por el momento, necesitaba que su deseo creciera cada vez más, entonces la recompensa sería intensamente gratificante.

Desde el encuentro que tuvieron en su cama le permitió estar en su habitación todo el día y no decir una palabra cuando salió de casa de la forma tan apurada en la que se fue, sin embargo al verlo en el estado en el que regresó no podía estar más arrepentido.

-¿Cómo supiste que debías llamarme?-pregunta Namjoon al beta, dueño del bar en el que ahora mismo Seokjin se encuentra desmayado por beber tanto.

-¿Cuándo alguien grita tu nombre por todas partes no es obvio a quién debo llamar?

Namjoon suspira cuando uno de sus hombres camina en dirección de Seokjin para tomarlo en los brazos y llevarlo, no obstante lo detiene a medio camino.

-Yo lo llevo-dice para luego tomar a Seokjin entre sus brazos dejando a todos estupefactos con su acción.

¿Quién diría que alguna vez el alfa Kim Namjoon hiciera algo como eso? Por lo general jamás tomaría en brazos a alguien más. Ni siquiera lo hizo cuando su hermana menor se fracturó un tobillo cuando tenía diez años y él quince.

Hay algo que está incomodando a Namjoon a parte de las miradas de todos a su alrededor, por lo general siempre lo miran, pero no de manera extrtaña y más cuando sabe que lo que está haciendo es estúpido.

Al llegar al auto mete a Seokjin sin ningún cuidado ganándose un balbuceo de su parte y cuando escucha el nombre de un omega, el cual normalmente abraza sin restricción a Seokjin, su enojo incremente aún más.

-Jimin, Jimin, Jimin, Jimin-aprieta su mandíbula al escuchar a Seokjin decir ese nombre algunas veces más en el trayecto a casa.

-...Jimin, no me empujes...Jimin-susurra Seokjin cuando Namjoon ya furioso por escuchar ese nombre en su boca no sube para dejarlo en su habitación.

-Espero que tu adorado Jimin venga a llevarte a tu habitación-dice sin poder calmar su ira dejando a Seokjin en la oficina que tiene en la planta baja.

El sonido del trinar de los pájaros nunca antes le resultó tan fastidioso a Seokjin como en esa mañana y más aún cuando parecía haber sido arrollado por todo un equipo de fútbol americano. Gruñó al sentir el frío piso debajo, su cachete estaba adolorido y helado. Según parece debió haber dormido en el suelo y cuando se puso de pie lo comprobó, al parecer alguien lo dejó en el sofá, de seguro rodó en la noche al suelo.

No era de extrañar a menudo rueda cuando duerme borracho, por ello Jimin detesta llevarlo a su departamento cuando está ebrio.

Seokjin sube por las escaleras inmediatamente a darse una ducha y cambiar sus ropas, huele demasiado mal, no quiere ni pensar en lo que diría su jefe si lo ve en este estado.

-Al menos es fin de semana-dice en la ducha pensando en ir con Jimin para pasar la resaca en su departamento.

Cuando estuvo listo, perfumado y con una apariencia más o menos decente bajó por las escaleras para disponerse a salir, sin embargo algo o más bien alguien lo detuvo.

-¿A dónde vas?

Y ahí se encuentra el gran Kim Namjoon con un porte elegante, fascinante y con cara de muy pocos amigos. La luz de la mañana le favorece demasiado para desgracia de Seokjin, quien aún con el alcohol en la cabeza no puede evitar pensar en miles de esculturas que podría hacer de Kim Namjoon en este momento.

Pero su proceso creativo es abruptamente interrumpido cuando la mirada furibunda junto con palabras no tan amables salen de esa boca que fue diseñada para hacerlo enojar.

-¿Acaso no escuchas? pregunté a dónde ibas.

Su voz se escucha asombrosamente perturbada, claro que mantiene su postura elegante y fría pero su mirada y el tono en el que habló le hacía ver que estaba a punto de perder los estribos o eso pensaba Seokjin.

-Es mi día libre Señor Kim-responde adecuadamente como algo obvio que no debería siquiera ser mencionado.

Kim Namjoon lo observa por mucho tiempo pensando en tomar a Seokjin de ese bonito cuello y decirle que no va a ir a ninguna parte, luego llevarlo a su habitación y hacer que él mismo no quisiera ir a ningún otro sitio que no fuera su cama, sin embargo y contra sus pensamientos cierta sus ojos.

-Tienes razón, es tu día libre, diviértete y sin vas a beber procura hacerlo con moderación-pronuncia con mandíbula tensa para luego dar algunos pasos en su dirección y añadir muy cerca de su rostro-la próxima vez que bebas demasiado no esperes que te traiga a casa nuevamente.

Los ojos de Seokjin se abrieron llenos de asombro y sus mejillas sonrojadas delataron lo avergonzado qué estaba tras recibir esa información.

-Perdón-salió de su boca antes de pensar siquiera, no obstante cuando reaccionó la sala estaba vacía, Kim Namjoon ya había salido.

Qué vergüenza, no, no era vergüenza, Seokjin estaba aún más allá de ese sentimiento, lo que desea en este momento es enterrar su cuerpo bajo tierra y no salir hasta que a Kim Namjoon se le olvide el episodio de ayer, así como él olvidó todo luego de la tercera botella de soju.

-Espero no haber dicho algo estúpido-susurró al salir de casa queriendo ir lo más rápido posible a casa de Jimin para ocultarse en ese lugar hasta el lunes.

Lastimosamente Jimin no estaba en casa, tuvo un problema en la oficina, el cual no le quiso decir por teléfono.

Seokjin se preocupó por su amigo pero lo máximo que podía hacer era esperar a que lo llame. Entonces fue en busca de Taehyung, pero tampoco estaba en casa, fue a un viaje de negocios.

Sin tener a donde ir fue nuevamente al parque o simplemente sus pies lo guiaron a ese lugar.

El sol estaba oculto por nubes, es un día helado y muy triste, perfecto para un funeral, el de Seokjin, pensó con amargura lamentándose por lo ocurrido el día anterior.

Normalmente habla mucho cuando está ebrio y se queja de todo lo que no puede cuando está sobrio y ni que decir cuando se vuelve cariñoso, es como un pulpo o eso le han dicho Jimin y Taehyung, solo esperaba no haber sido empalagoso con su jefe.

Su estómago se estaba retorciendo y su cabeza explotaba con cada ruido ¿En qué estaba pensando al ir a un parque con una horrible resaca?

Los gritos de los niños le estaban matando por lo que decidió regresar a casa, al menos en ese lugar podía encerrarse en su habitación. Con pasos pesados pesaba en que podía hacer algunos bocetos luego de comer algo y beber mucha agua o simplemente podría dormir todo el día.

Antes de que pudiera salir del parque la voz de cierto alfa lo detiene.

-Deberías comer y beber agua, no estar en un parque con cientos de niños

Al escuchar esas palabras el único pensamiento de Seokjin fue, ¿qué hace Kim Namjoon en un parque de niños?

Con amor Ely, espero que disfruten el capitulo.

Namjoon ya lo está siguiendo a todas partes, ¿qué más hará nuestro tóxico?

Canario Dorado (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora