Canario Dorado (Namjin)

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La respiración se le quedó atorada en la garganta cuando el tiempo empezó a pasar lentamente, sus vellos de los brazos se erizaron completamente lo que lo llevó a tener un escalofrío que empezó por su cabeza y se deslizó por todo su cuerpo hasta sentir un frío helado colarse por todas partes, frío que hizo que su estómago se retuerza.

Kim Namjoon lo está observando mientras sube a la cama, sus manos fuertes y grandes van a parar al cuerpo del beta que ya se encuentra recostado totalmente desnudo, su piel clara es explorada lentamente por esas fuertes manos, mientras que el otro beta se posiciona tras de Namjoon y empieza una exploración minuciosa por su amplio pecho para luego desabrochar uno a uno los botones de su camisa dejando ver un muy bien formado pecho.

Seokjin pasa la poca saliva que tiene en su boca por su garganta al observar esa escena tan vulgar y erótica, no obstante lo que más le parece desagradable no es el estado de esos betas desnudos, ni que este presenciando un trío en vivo y en directo, es mas bien la mirada de Kim Namjoon que no deja de observar al techo.

Por un momento está más que convencido de que ese vidrio es transparente y todos ahí abajo pueden verlo.

Sin poder observar más allá de simplemente caricias repartidas aquí y allá se aleja de ese pozo de lujuria y perdición lo más pronto que puede para luego ir hasta su habitación para dibujar un boceto para la escultura de pared que tiene que realizar. Con lo que vio debe ser más que suficiente para hacer algo decente.

Y mientras Seokjin trata por todos los medios posibles hacer algo decente con lo que observó, Kim Namjoon sale de la cama totalmente decepcionado.

Apenas pasaron unos cuantos minutos cuando pudo escuchar cerrarse la puerta de Kim Seokjin en el pasillo, lo que le hizo pensar en que ya no estaba ahí arriba observando lo que estaba pasando.

Además de eso, las caricias de ese par de betas eran tan insulsas, que en realidad le abrumaron y fue hasta cierto punto aburrido, no pudo sentir nada, ni pasión, ni lujuria, mucho menos ese calor intenso que hace que las entrañas se envuelvan en llamas listas para salir desesperadas.

Ambos betas eran lindos y sus cuerpos eran muy preciosos, sin embargo no tenían esa mirada que él buscaba, aquella tímida llena de deseo desenfrenado listo para explotar en cualquier momento, eran simples, solo había algo parecido a la sensación de calentura, una tan común que se la puede conseguir en cualquier parte, además esa sensación que sintió cuando observó esa mirada dorada no estaba, porque aquellos ojos dorados no se encontraban a la vista.

Cansado y harto de todo los echó de casa tan pronto como pudo y luego fue a su habitación a tratar de dormir un poco. Claro quela habitación a la que llevó a ese par de betas no la suya, era una que usaba simplemente 'para tener sexo, su habitación en la que dormía se encuentra al final del pasillo y subiendo unas cuantas escaleras con un balcón que da al jardín.

Con la puerta abierta de par en par dejando entrar la suave brisa que llega con el aroma suave de las flores del jardín, Namjoon suspira intentando dormir por todos los medios posibles pero no puede, es incapaz de hacerlo, no sin encontrarse con un par de ojos dorados que lo miran de diferentes maneras.

Kim Seokjin poseedor de unos ojos brillantes llenos de sentimientos apabullantes no lo dejan libre por un segundo para conciliar el sueño, cada vez que cierra sus párpados aquellos precioso ojos dorados lo persiguen, lo observan furioso, también temeroso, nervioso y con una lujuria escondida en los más recóndito de su interior.

Desesperado por tener la imagen de Kim Seokjin encapsulado en su cerebro se levanta de su cama para ir a su habitación pero se detiene frente a su puerta.

¿Qué le dirá cuando abra la puerta? No puede simplemente decirle que quería ver sus ojos dorados antes de dormir porque no puede descansar sin haberlos visto, eso sería ridículo de muchas maneras. Estar parado frente a su puerta ya es ridículo por lo que decide ir a su habitación a aguantar un poco su imaginación y conciliar el sueño de alguna manera.