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Mientras Namjoon estuvo fuera llamó y envió mensajes a Seokjin todos los días a la misma hora deseándole un lindo día, preguntando que hacía, a dónde iba si iba a salir. No estaba acostumbrado a eso, jamás antes había tenido que dar explicaciones de ese tipo y fue algo inquietante al inicio pero con el tiempo y con el pasar de los días se le hizo costumbre informarle de todo.

Se necesita al menos 21 días para generar una costumbre según la creencia popular y que este se vuelva un hábito, pero para Seokjin esto no tardó tanto tiempo, le hacía feliz tener la atención de Namjoon incluso ahora que estaba en otro país, saber que lo recordaba y calculaba las horas en las que estaba despierto o en las que iba a comer o a la hora en la que se iba a dormir le llenaba de emoción. Su atención tal vez sería su perdición, eso lo sabía en el fondo de su mente, pero todo aquello se perdía en la oscuridad.

Una noche Namjoon se le insinuó y Seokjin siguió su juego, le gustaba mucho y no supo resistirse, tal vez saber que estaba lejos le dio el valor de aceptar sus avances y no lo detuvo, con el tiempo aquellos mensajes se volvieron muy intensos hasta el punto en el que Namjoon le redacta lo que quería hacerle cuando volviera y eso aumentó su expectación y se volvió adicto a la adrenalina que esto le provocaba.

Quería que volviera y que lo tomara entre sus brazos como aquella vez en la que cayeron en su cama por accidente, sin embargo había algo que lo inquietaba.

Una noche le preguntó si él en verdad tuvo que ver con lo que le pasó a Jimin y lo negó, no supo si creer en él o no, entonces decidió preguntarle nuevamente cuando regrese.

Su vida cambió de repente, ya no estaba encerrado en una jaula de oro, ahora podía salir y ir libremente a donde sea, salía a comer con Jimin y Tae, iba a acampar, fue a tomar un café incluso con Jungkook, aunque luego Namjoon se enojó demasiado cuando se lo dijo, fue tanto que incluso empezó a ignorar sus mensajes por horas y días.

Seokjin se disculpó de inmediato y dijo que no volvería a ver a Jungkook si eso le molestaba, no era algo que le diera mucha importancia, simplemente lo hizo.

Y mientras los días pasaban las exigencias se volvieron un poco más constantes, ahora pedía fotos de todo e incluso vídeos, le prohibió beber en cualquier parte porque eso no le gustaba. Seokjin no supo qué hacer con ello, nunca antes le habían prohibido algo, jamás le habían tratado de esa manera, entonces lo hizo, no era algo complicado de hacer por lo que nuevamente no le tomó demasiada importancia y simplemente le daba lo que pedía.

Mientras Namjoon era feliz lo trataba dulcemente y mientras le diera lo que quería no se ponía insoportable.

Entonces sucedió, Namjoon regresó a los dos meses, mientras tanto Seokjin se dedicó a ayudar a Jimin con su boda, sí, su boda. No entendió en qué momento decidió casarse con Min Yoongi pero si eso era lo que quería hacer entonces lo apoyaría.

Seokjin se puso la roma que más le favorecía, un pantalón negro un poco ajustado que envolvía sus piernas y caderas lo suficientemente bien y una camisa de seda color celeste combinado con amarillo al igual que una galaxia, le sentaba muy bien y se veía hermoso o eso le dijo Susy.

Por esa noche envió a todos los trabajadores que dormían dentro de la casa principal a sus hogares y él cocinó una cena sencilla pero muy deliciosa, compró una botella de vino y decoró la mesa con velas.

Estaba tan nervioso por la llegada de Namjoon y en su mente repasó lo que pasaría cuando entrara por la puerta. Esa mañana no fue tan comunicativo pero le dijo que lo extrañaba y que ya quería verlo entonces se imaginó que al cruzar la puerta lo abrazaría y se darían un primer beso. Se tocó los labios pensando en cómo sería besar a Namjoon.

Sin embargo cuando se abrió la puerta el rostro de Namjoon era muy diferente a su imaginación, estaba con sus facciones duras, se lo veía de mal humor.

-¿Dónde está el personal?-preguntó arrastrando la maleta de ruedas por el piso-¿tengo que hacerlo todo aquí?

-Envié el personal a casa.

-¿Por qué harías eso?¿Quién va a llevar mi maleta arriba y quien va a preparar el baño para mi?¿tú lo harás?¿y la comida?-preguntó con voz calmada, pero Seokjin sabía que su voz calmada era mucho peor a que estuviera gritando.

-Yo haré todo eso, quería que tuviéramos un momento a solas, lo siento por enviar al personal a casa sin tu permiso.

-Ya lo hiciste de todas formas, tengo mucho trabajo por hacer, tráeme la comida a la oficina-suspiró caminando en dirección a la escalera pero en la mitad se detuvo-mientras me quito la ropa prepara el baño, quiero darme una ducha.

-Esta bien.

No pasó nada de lo que imagino, Había sido un tonto, no pensó en todas las cosas que hacía el personal y creyó que podía precendir de ellos y que no habría ningún problema, pero no se puso a pensar en que Namjon esta acostumbrado a otro ambiente.

Ya lo hizo enojar tan pronto como cruzó la puerta, entonces lo más rápido que pudo subió la maleta a la habitación y preparó el baño, por suerte Namjoon se tardó en una llamada de teléfono, lo que le dio tiempo para hacer todo o eso pensó.

-¿Dónde están los productos de aseo?-preguntó al salir del baño ni bien entró.

-Donde siempre-respondió dubitativo, en su baño los productos de aseo siempre estaban colocados en una repisa cerca de la bañera.

-Busca lo que necesito y lo colocas en la mesa cerca de la bañera, haz algo bien para variar hoy.

Seokjin no pudo soportar ese trato por más tiempo por lo que hizo lo que le pidió y luego fue a su habitación a esperar a que Namjoon baje a su oficina para llevarle la cena.

Mientras esperaba se observó al espejo, se veía muy bien pero no le había dicho nada, ni siquiera lo había visto con detenimiento ni una sola vez desde que llegó.

Había sido tan cariñoso y dulce cuando estaba de viaje y ahora no lo miraba siquiera, eso lo confundió hasta que pensó si todo lo que se habían escrito fue producto de su imaginación por lo que vio su celular y ahí estaban todos los mensajes, incluso el mensaje que decía que ya lo quería ver hoy en la noche.

¿Fue tan malo lo que hizo que mereciera ser tratado de esa manera? Tal vez algo pasó en el viaje y por eso se estaba comportando de esa manera o sería su trabajo que se le complicó algo. No estaba seguro pero no entraría en pánico.

Al darle la cena en su oficina cuando estaba por salir escuchó la voz de Namjoon muy distante y fría como siempre.

-Te ves muy bien hoy-dijo sin alzar la mirada de su computador y luego no dijo nada más.

Ese pequeño gesto le hizo pensar a Seokjin que sus suposiciones eran correctas, tal vez algo sucedió en su empresa.

Me pueden decir que es lo que piensan de este fan fic hasta este momento y como les parece la forma de ser de Namjoon??

¿Alguien pasó por algo parecido? Me gustaría mucho que me respondan, las quiero leer.

Canario Dorado (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora