Ya en casa observando el techo de su habitación sin saber cómo es que llegó, Seokjin se mantiene pensando en la extraña situación de la que fue testigo.
Por un momento tuvo un pequeño sentimiento por Jungkook, dejó entrar a su corazón el anhelo y la ilusión pero esa noche fue destruido todo lo que pudo haber nacido dentro de él, no obstante a pesar de aquello, eso no fue lo que en verdad lo tenía con los ojos abiertos esta noche.
Aquellos ojos azúl eléctricos no le permitían cerrar los ojos por un segundo. Cada vez que intentaba dormir esa mirada penetrante, intensa llena de deseo lo observaban directamente.
No estaba seguro de si Kim Namjoon lo descubrió escondido en ese lugar, pero sus ojos que miraban en dirección al closet le hacían pensar que sí. mientras acariciaba el pecho de Jungkook aquella mirada no se apartó, sus manos grandes y fuertes delineaban piel tersa y suave, en tanto la pasión que se reflejaba en su rostro penetró dentro de Seokjin como un torrente que va por donde le place sin detenerse un solo segundo.
Sus manos siguieron bajando hasta que en un momento se detuvo y se fue dejando a Jungkook en estado desesperado y furioso.
Con todas sus fuerzas intenta quitar esa imagen de su cabeza, cuenta de atrás hacia adelante y desde el incio hasta donde puede hacerlo sin que esa mirada se atraviesa en sus pensamientos, sin embargo no lo logra, de repente vuelve a verla, tan vívida, tan reciente que lo persigue sin importar qué dirección tome.
Entonces se levanta de su cama y va directamente a su taller y sin pensar demasiado sus manos toman cinceles y todo el material que necesita para luego empezar a moldear en el mármol la forma que se pasea en su mente sin cesar, aquella que no lo deja tranquilo y es en ese instante en el que su corazón late sin parar, sus manos mantienen un ligero cosquilleo en las palmas.
El tiempo se detiene y Seokjin no puede parar hasta empezar a visualizar la forma en el mármol, cada detalle, cada movimiento es delicado, minucioso y exacto, el deseo desenfrenado y la desesperación de ver terminada su obra se apodera de sus manos, de su mente y de cada movimiento de su cuerpo.
Y ahí está, nace el momento en el que cada respiración es estremecedora, el deseo, la pasión, el cosquilleo que inicia suave en su corazón y no para hasta convertirse en latidos fuertes que perforan su cabeza, aquel sentimiento que se desliza suavemente por todo su cuerpo de ver terminada su obra explota por completo dejando tras de sí pedazos de su cuerpo y mente esparcidos por todas partes.
Seokjin no puede pensar en nada más que en ese momento, en su obra y nada más allá se vuelve un residuo del mundo en le que en ocasiones parece desaparecer por completo, dejando así un espacio para que Seokjin pueda escapar de la realidad que en ocasiones parece consumirlo hasta dejar absolutamente nada.
No sabe cuánto tiempo pudo pasar, cuando tenía sed tomaba un minuto para beber agua y seguía en su trabajo. Le pareció escuchar la puerta de su casa abrirse pero no le tomó demasiada atención, solo supo que mágicamente apareció un plato de comida en su estudio sobre la mesa cerca de la puerta. Se permitió comer algunos bocados y luego siguió en su trabajo hasta que la última cincelada hizo que se detuviera.
Y ahí delante de él se encuentra una persona, bajo un velo y manos fuertes sosteniendo delicadamente su cuello, brazos fuertes lo envuelven con fuerza y deseo, uno pasional que no parece de este mundo. La persona se encuentra de rodillas con rostro expresivo, tan expresivo que se puede ver a cientos de millas la excitación que le provocan aquellas manos y cuerpo en su espalda. Pese al velo Seokjin sabe de quienes se tratan y al verlos no concibe la idea de haber echo algo así.
Ahí estaba, él mismo siendo abrazado fuertemente por ese alfa llamado Kim Namjoon. hizo a propósito un velo que los cubre a ambos, la delicadeza de aquel manto transparente oculta los rostros, si alguien pudiera ver la escultura solo vería rostros semi ocultos y no sabría de quienes se tratan, pero Seokjin lo sabía, sabía quienes eran los que se encuentran petrificados en el mármol.
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Canario Dorado (Namjin)
FanfictionEn un dia lluvioso él llegó a la vida de Kim Seokjin, con su mirada seductora, voz profunda y atrayente lo deslumbró por completo, más aún el conocimiento de dejarse llevar por la esencia de un alfa que no estaba dispuesto a tomarlo en serio lo puso...