24

118 29 21
                                    

Fue más cruel de lo que imaginó. Esa noche fue demasiada larga, apenas estuvo ahí dentro no más de una hora, no obstante los minutos parecieron eternos y fue como pasar una vida entera observando esos ojos azules en todo momento.

Sin apartar la mirada un solo segundo Seokjin mantuvo su expresión estoica, a pesar de que sus ojos estaban parcialmente húmedos, no salió una sola lágrima, ¿por qué debería llorar? ¿Por qué debería estar herido?

La respuesta no era desconocida pero la mantendría guardada en su interior y si era posible hasta de él mismo.

Esa noche sus sentimientos fueron claros y al mismo tiempo turbios. ¿Cómo es que le podría gustar un hombre como ese? Era todo lo malo que un hombre podía ser y seguramente rompería su corazón miles de veces como lo hizo en esa hora y lo hizo sin saber que lo estaba lastimando, ¿qué pasaría si supiera lo que sentía? La respuesta es sencilla de responder, lo destruirá por completo.

Por ello cuando tuvo suficiente y cuando aquel espectáculo estaba pronto a terminar Seokjin salió despacio de la habitación, con pasos firmes y respirando profundamente.

Al llegar a su escritorio tomó algunas hojas en blanco e inició su boceto. Cuerpos sudorosos mezclados entre si, ojos azulados observando intensamente y betas locos de placer a su alrededor.

Plasmó la pasión, la lujuria qué hasta se podía respirar y palpar con las yemas de los dedos, tan exuberante qué abrumaba.

En ese momento y solo en ese momento unas cuantas lágrimas cayeron de sus ojos, resbalando despacio por sus mejillas y siendo limpiadas con rabia antes de que cayeran al papel. Pese a que su vista se vió nublada por momentos los trazos no se detuvieron.

Y por primera vez en medio de su creación pudo percibir los pasos de alguien a su espalda, sabía de quién se trataba y aún así no se detuvo, no pretende detenerse, no ahora que está plasmando la llave de su libertad.

Desde la puerta Kim Namjoon observa a Seokjin y lo único que puede pensar es que fue un imbécil con todas las letras, no obstante el arrepentimiento no llega. De esta manera estaba seguro de que ahora pensaría dos veces antes de volver a escapar de la manera en la que lo hizo.

Al día siguiente el mármol llegó. De una u otra forma Kim Namjoon no dijo una sola palabra en contra de su boceto, lo que quería decir que estaba aprobado.

Seokjin inició con la escultura en el instante en el que el mármol fue colocado en una habitación donde podía trabajar. No planeaba salir de ahí hasta terminar su obra, sin embargo el bullicio del exterior fue tan fuerte que hasta el sonido de la sierra eléctrica disminuyó.

-¡No me vas a negar la entrada grandísimo animal!¿¡Dónde carajos está mi amigo!?

Esa voz inconfundible lo hizo correr tan pronto como pudo a la sala, al llegar vio aturdido a Jimin siendo una pequeña fiera, parecía que iba a saltar encima de Kim Namjoon en cualquier momento.

-Está trabajando en este momento Señor Park, ahora veo porque su padre lo mantiene con la correa bien apretada-respondió con tono lleno de desprecio.

-No te atrevas a hablarle de esa manera-en ese momento Seokjin no dudo en caminar hasta posicionarse en medio de ambos con la vista bien puesta en su empleador-no le vas a faltar el respeto delante de mí de esa manera.

-¿Lo defiendes? Ya veo que eres capaz de perder todo por proteger a tu pequeña mierda.

-A él no lo llamas de esa manera-Seokjin tomó esa camisa tan pulcra con ambas manos fuertemente-no lo vas a insultar como se te pega la gana.

-¿O qué?

-Di algo más sobre él y salgo por esa puerta, le aseguro que no me va a volver a encontrar así busque por debajo de las piedras Señor Kim, mucho menos una de mis esculturas.

-No me amenaces de esa forma Kim Seokjin, no sabes en lo que te estas metiendo.

-Pero yo sí sé de lo que es capaz el Señor Kim Namjoon-habló Jimin tomando suavemente una de las manos de Seokjin.

Solo cuando Seokjin observó a su amigo desistió de golpear ese maldito alfa, lo que puso de peor humor a Namjoon.

-Hablemos a solas Seokjin-pidió amablemente Jimin.

-Eso jamás va a pasar.

-No soy un prisionero en su casa.

-Si quieren hablar no veo el problema en que lo hagan aquí.

-Si quiere estar presente está bien por mi-opinó Jimin-de esa manera puede responder a algunas preguntas también.

-¿Qué es lo que sucede?-preguntó lleno de preocupación Seokjin.

Por lo general Jimin es alguien muy tranquilo, claro solo cuando alguien colma su paciencia saca a relucir su lado endemoniado.

-Mi hermano regresó y quiere la empresa de la familia. Según sé y tengo entendido alguien le está ayudando para quedarse con todo, ¿qué ganaría con ello Señor Kim Namjoon?-preguntó observando al alfa.

-Tus problemas familiares no son asunto mío.

Seokjin abrazó a Jimin apenas dijo esas palabras con voz resquebrajada. El regreso de su hermano le estaba afectando mucho y como no, si cuando ese infeliz se fue dejó a su familia en la quiebra y llenos de deudas. Si no fuera por Jimin la empresa de la familia Park habría desaparecido hace mucho tiempo y ahora ese bastardo pretende quedarse con todo.

-Hablaremos de esto a solas y con más detalles-dijo en voz baja-no sé como pero voy a salir de aquí e iré a verte.

-No quiero que te quedes aquí-respondió Jimin apartándose de Seokjin-ven conmigo.

-Voy a terminar esa cosa y juro que iré contigo.

-Si quisiera ver una novela prendería el televisor-dijo con molestia Kim Namjoon ardiendo en celos por dentro. Ahora más que nunca quería destrozar a este pequeño omega.

Seokjin envió a Jimin a casa y aunque quería ir con él y no dejarlo solo ahora que seguramente estaba destrozado, se quedó esta maldita jaula custodiada por un demonio tramposo.

-¿No le basta con arruinar mi vida que ahora también está dañando la de mis amigos?¿Por qué está ayudando al hermano de Jimin?

-¿Tienes pruebas de que fui yo? Claro, solo basta una sola palabra de tu amante y apuntas a mi directamente.

-Jimin no es mi amante.

-¿Por ello hablas dormido y lo llamas cuando estás ebrio?

-Solo Jimin me soporta cuando estoy ebrio, es normal que lo llame, ¿y eso que tiene que ver con todo lo que le está haciendo? Su hermano es un oportunista y además de eso un maldito ladrón que le robó a su familia millones para irse con una omega igual a él y usted lo está ayudando.

-No te metas en mis negocios.

Fue lo único que dijo antes de levantarse e irse por la puerta principal, seguramente iba a trabajar o arruinar por completo todo el trabajo de Jimin que hizo durante años para levantar la empresa de su familia.

Canario Dorado (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora