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Y cuando estaba a punto de preguntar qué es lo que estaba haciendo en ese lugar, una pequeña niña se metió en medio de los dos y saludó a Jin alzando su pequeña mano junto con una adorable sonrisa.

-Hola.

La voz delicada de la niña hizo a Kim Namjoon bajar la mirada y luego sus ojos pasaron a Seokjin nuevamente con un rostro lleno de interrogantes.

-Hola pequeña, ¿estás sola? ¿Dónde está tu padre?-preguntó Seokjin apartando a la pequeña de la vista de ese alfa, el cual con facciones cansadas y tediosas observó a la pequeña como si fuera un animal extraño y apestoso.

-No lo sé, estaba atrás y luego ya no.

Entonces la pequeña empezó a llorar entrelazando sus dedos mirando a su alrededor con la esperanza de encontrar a su padre por alguna parte, sin embargo al no tener éxito tapó su rostro con ambas manos para llorar incluso más fuerte.

Hastiado Namjoon sacó su teléfono celular para llamar a la policía, detestaba escuchar a las personas llorar y más aún a los niños, le resultan insoportables.

-¿Qué te parece si buscamos a tu padre?-preguntó Seokjin tomando una de las pequeñas manos y avanzando con la pequeña a los juegos infantiles.

Y mientras Seokjin busca al padre de la niña, Namjoon ya está hablando con un oficial de policía reportando a una niña perdida.

Al alzar la mirada lo observa, la figura de ese beta con una niña en brazos mostrándole a esa pequeña algunas flores de cerezo de un precioso árbol en la mitad de los juegos, algo en su pecho palpita, un sentimiento fugaz qué lo hace pensar en una vida la cual aún parecía lejana, sin embargo justo ahora estaba delante de él materializandose.

Cuando los oficiales llegaron Seokjin fue renuente a dejar a la pequeña sola.

-No podemos dejarla así aquí sola.

-No la estamos dejando sola, hay policías y se la van a llevar a la comisaría hasta encontrar a su padre.

-Pero no quiero dejarla así.

-Pues lo vas a tener que hacer, debes comer algo.

-Puedo comer luego, además, ¿por qué tanta preocupación?

-Si no estás saludable no vas a poder hacer mi obra, simplemente estoy cuidando tu salud para que realices el trabajo para el que te contrate-dice Namjoon con naturalidad y con su voz habitual demasiado frío y distante que parece ser un témpano de hielo.

En algún momento Seokjin tuvo la pequeña esperanza de tener una respuesta diferente incentivado por el pequeño momento que tuvieron en la habitación del alfa, no obstante aquella respuesta lo volvió a su sitio.

-No voy a morir porque me salte una comida-mencionó para luego ir tras los oficiales y pedirles que lo lleven también.

Al ver a Seokjin irse de esa manera, Namjoon estuvo listo para ir a su oficina, ¿qué más daba si ese beta quería perder toda la mañana en una comisaría?

Y si ese fue su pensamiento no entendía porque ahora se encuentra en la comisaría acompañando a Seokjin en la espera del padre de una niña perdida.

-¿No tiene trabajo que hacer?-pregunta Seokjin molesto por tener a su jefe a su lado todo el tiempo.

-Estoy cuidando a uno de mis activos que pretende mandarse solo.

-Yo no soy un activo-susurra Seokjin tomando un crayón celeste para ayudar a la pequeña a pintar el cielo en la hoja qué les dieron en la estación de policía.

-¡Te estaba buscando por todas partes!

Antes de que Namjoon dijera alguna otra cosa que haría enojar a Seokjin el padre de la pequeña apareció desesperado buscando a su hija.

Seokjin observó al padre de la niña, lo reconoció del anterior día, era ese tipo que intentó coquetear con él en el parque. Ahora entiende porque la pequeña fue hasta él cuando se encontraba perdida.

La niña casi voló a los brazos de su padre llorando y diciendo que estaba muy asustada, en tanto Seokjin se acercó con pasos pausados siendo detenido por Kim Namjoon.

Los policías le hicieron algunas preguntas y le pidieron la identificación al padre de la niña y luego de verificar que era su familiar lo dejaron llevarse a su hija y mientras todo esto pasa Namjoon estaba harto de estar en ese lugar e intentaba llevarse a Seokjin.

-Es hora de irnos.

-Pero...

-¿Pero qué? La niña ya esta con su padre, además tengo hambre y quiero ir a comer.

-Nadie le pidió que viniera conmigo.

-Perdón-entonces el alfa con su pequeña interrumpió lo que estaba a punto de convertirse en una acalorada discusión-quería agradecerles por haber cuidado a mi pequeña y por ayudarla cuando estaba perdida, los oficiales dijeron que fueron ustedes quienes los llamaron, muchas gracias.

-Debería cuidar mejor a su hija-se expresó Namjoon suspirando y totalmente de mal humor.

-No escuche lo que dice, tiene hambre y está de mal humor.

-Entiendo, entiendo, espero poder volver a verlos por el parque e invitarlos a comer como agradecimiento.

-No es necesario-responde Namjoon tomando el hombro de Seokjin para hacer que empiece a caminar a la salida.

-Pero yo si quiero aceptar su invitación-susurró Seokjin caminando finalmente, no podía detener a Kim Namjoon por más tiempo, parecía que le iba a explotar una vena del cuello.

-Dije no y punto.

-¿Por qué tengo que obedecer todo lo que dice?

-Porque firmaste un contrato conmigo en el que dice que harás todo lo que diga.

Aquellas palabras dichas tajante con un pesado aire a advertencia en cada una siendo pronunciadas tan cerca en el oído de Seokjin enviaron cientos de vibraciones eléctricas por cada parte de su cuerpo, su corazón dio un vuelco y evitó colocar ambas manos en su boca para no pegar un grito.

Su piel en su oreja y parte del cuello quedaron con un ligero cosquilleo donde el aire caliente aún se mantuvo impregnado mucho después de que Namjoon subió al auto que los estaba esperando.

Aun con su corazón latiendo a mil por hora Seokjin subió con pies temblorosos con mil arrepentimientos en su cabeza. Maldijo el momento en el que se dejó convencer de firmar ese contrato y más aún odia el hecho de que el alfa petulante tiene razón. Firmó un contrato en el que acepta hacer todo lo que le pida y aunque quiso luchar y poner límites estos no están en el contrato y aun así Kim Namjoon aceptó sus reglas.

Sabía que estaba en terreno peligroso, en algún momento el alfa podría cansarse y simplemente ordenarle cualquier cosa, incluso que trabaje sin descanso y sin días libres, estaba en todo su derecho de hacerlo.

-¿Dónde quieres que te lleve?

-A casa por favor-responde Seokjin demasiado rápido sorprendido, no esperaba que le pregunte eso.

-Dile a la chef que te cocine algo para la resaca.

Atontado por el repentino cambio de actitud Seokjin bajó del auto cuando estuvieron frente a la casa y luego se mantuvo de pie observando la calle por donde se fue el auto, sin entender qué es lo que estaba pretendiendo ahora ese tipo.

Canario Dorado (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora