My Piece Of Star - Carla Autero

C16. Tiempo con ella

Narra Giro

Se me ocurrió una buena idea para animar un poco a Carlita, o al menos ver si lo logro...Ahora que lo pienso ya no estoy muy segura si es bueno o no pero ya estoy estacionada afuera de su casa así que...

Escuché la puerta abrirse y pensé que era Carla así que bajé el cristal solo para encontrarme con un hombre que supongo que es su papá.

Giro: mierda —dije en voz baja y busqué mis gafas de sol para ponérmelas y fingir que no tengo ni idea de que hago aquí.

Su mirada recorrió mi auto y a mi un par de segundos, se ve como un hombre de carácter fuerte aunque si Carla no me hubiera contado de sus problemas tal vez habría creído que se levantó con el pie izquierdo esa mañana. Pareció no darle mucha importancia a mi presencia y se subió a su auto para irse. Casi 15 minutos después salió Autero muy apurada con su mochila de PIO como si se le estuviera haciendo tarde.

Autero: jo... —buscaba algo en su mochila un poco desesperada así que decidí bajarme.

Giro: buenos días —me miró sorprendida— ¿Te ayudo?

Autero: ¿que haces aquí?

Giro: vine por ti para llevarte al entrenamiento

Autero: ¿por?

Giro: supuse que no tendrías a nadie que te lleve y te necesito con energía hoy, vamos a practicar contragolpes, ¿te ayudo? —señalé su mochila.

Autero: no, no gracias yo puedo

Giro: ¿vamos?

Autero: si —dijo ya con una pequeña sonrisa en el rostro.

Le abrí la puerta del asiento de copiloto y luego di la vuelta para subirme yo, se le notaba mucho más sonriente como normalmente es.

Giro: ¿porque tan apurada? faltan como 20 minutos para el entrenamiento —le pregunté con curiosidad.

Autero: lo sé, pero tengo que correr hasta el complejo —que.

Giro: ¿como?! ¿Corres hasta allá? —se rió un poco.

Autero: ¿como crees que siempre llego a tiempo?

Giro: no sé, ¿taxi?

Autero: para eso tengo piernas Giro

Giro: si, pero prefiero que las uses para meter goles, olvídate de correr yo paso por ti a partir de ahora

Autero: no

Giro: sip

Autero: no es necesario

Giro: lo es, es mi obligación como mister ver que todas mis jugadoras puedan dar su mejor rendimiento siempre y si corres hasta allá no funciona —se dio cuenta de que por más que se negara yo iba a insistir así que se quedó en silencio tratando de esconder una sonrisa.

[...]

Llegamos al complejo y algunas de las chicas estaban en la entrada conversando así que nos vieron llegar, más específicamente, nos vieron llegar juntas.

Autero: mierda —dijo en voz baja.

Giro: ¿como? —fingí no escucharla.

Autero: nada, que ahí están Ona y Aitana —me estacioné y nos bajamos a saludarlas.

Giro: buenos días señoritas —les dije como siempre.

Aitana: buenos días Emma

Ona: buenas —noté como Ona miró a Carla con una sonrisa burlona y ella solo rodó los ojos y la ignoró.