C28. Pues eso

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Narra Giro

Al día siguiente del partido, estaba totalmente decidida a hacerlo. Me levanté temprano, me vestí y ahora mismo estaba afuera de la casa de Mar, esperando. Repicaba los dedos en el volante, la impaciencia creciendo con cada segundo que pasaba. Toqué el claxon nuevamente.

Giro: ¡Serracanta! —grité al ver que no aparecía.

Mar salió apurada de la casa.

Mar: ¡Ya voy! Joder —Se subió al asiento de copiloto y cerró la puerta.

Giro: ¿Por qué tardaste tanto? —pregunté—. Aún tenemos que pasar por Nuria y Julia.

Mar: Okey, relájate. No pensé que fueras tan puntual —dijo— ¿Ona no viene?

Giro: No, ella se encarga de distraer a Carla

Se abrochó el cinturón y arranqué el auto. El camino hacia la casa de Nuria fue rápido, aunque mi mente estaba a mil por hora, planeando cada detalle del día. Recogimos a Nuria y luego a Julia.

Julia: A por esa pedida —exclamó desde el asiento trasero, dándome una palmada en el hombro.

Nuria: ¿A donde iremos?

Giro: Su restaurante favorito

Sonreí, sintiendo que mis nervios se calmaban un poco gracias al entusiasmo de las chicas. Con el auto lleno, nos dirigimos al lugar. Durante el trayecto, mis pensamientos iban y venían, repasando cada palabra, cada gesto que haría cuando finalmente la viera.

[...]

Narra Autero

Estaba durmiendo tranquilamente, sumida en un sueño profundo, cuando de repente, la puerta de mi habitación se abrió de golpe y el estruendo me despertó con un susto. Ona entró como loca, gritando.

Ona: ¡Levántate, niña!

Parpadeé, aún medio dormida, intentando comprender qué estaba pasando.

Autero: ¿Qué cojones? ¿Cómo entraste? —pregunté, todavía tratando de agarrar señal de lo que ocurría.

Ona: Tu hermana me dejó pasar —dijo, arrancándome las cobijas—. Prepárate, vamos a salir.

Autero: ¿A dónde? —pregunté, frunciendo el ceño mientras intentaba entender la situación.

Ona: Tendremos un día de chicas —respondió con una sonrisa radiante.

Me quedé callada por unos momentos, procesando sus palabras. No tenía mucho sentido, pero Ona siempre tenía sus formas de hacer las cosas. ¿Vino a despertarme para decirme que quiere un día de chicas del cual no tenía ni idea?

Ona: Vaaaale, estaba muy aburrida. Además no es cómo que tú quieras estar en tu casa —añadió.

Suspiré, reconociendo que tenía razón. Me levanté de la cama, aceptando su propuesta.

Autero: Está bien, dame un minuto

Ona se lanzó a mi cama, acomodándose para esperar. Me dirigí al baño, sintiendo la calidez del agua mientras tomaba una ducha. De alguna manera, esa forma de ser de Ona siempre lograba sacarme de mi rutina y hacerme sentir mejor. Mientras el agua caía sobre mí, me permití relajarme y prepararme para lo que fuera que Ona tenía planeado. Un día de chicas no sonaba tan mal después de todo, especialmente después de la tensión que había vivido recientemente.

[...]

Narra Giro

Llegamos al restaurante y estacioné el auto. Me quité el cinturón para bajar.

My Piece Of Star - Carla AuteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora