C21. El póster en la pared

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Narra Giro

6:30 p.m

Me duché y me cambié de ropa como 4 veces antes de decidirme a salir. Subí a mi auto y conduje hacia casa de Autero, tuve que tomar el camino largo porque salí demasiado temprano y no creo que sea buena idea estacionarme fuera de su casa a esperarla.

Veinte minutos después no pude retrasar más mi llegada así que me detuve a un par de casas de la suya y le escribí un "Estoy fuera".

Esperé su respuesta, repiqueteando los dedos en el volante. No llegó ningún mensaje. En su lugar, la vi asomándose desde la puerta de su casa, buscando mi auto con la mirada. Cuando me vió hizo señas de que me bajara y fuera con ella, cosa que claramente dudé, pero siguió insistiendo así que apagué el motor y me bajé.

Fui hasta su puerta mirando a todos lados, como si estuviera a punto de cometer un delito.

Autero: ¿Estás bien? —preguntó aguantándose la risa.

Giro: Si si si, todo bien

Autero: Vale, ven entra —se dio la vuelta para volver a entrar.

Giro: ¡No! ¿Cómo voy a entrar Carla?

Autero: ¿Caminando por la puerta? —dijo irónica y yo la miré de mala manera— No hay nadie, ¿crees que te invitaría a pasar si estuvieran mis padres? Anda que todavía no termino de arreglarme

Giro: Sigo sin creer que sea buena ide... —Me tomó la mano y me arrastró con ella.

Cruzamos su sala, pasamos al lado de la cocina y subimos las escaleras hasta su habitación. Linda casa, muy de padres conservadores, pero bonita. Su cuarto hecho un poco un desastre, esta niña es más desordenada que mi hermano y eso ya es mucho decir.

Giro: Linda forma de decorar

Autero: No me juzgues, no tuve tiempo de nada —Se miró en el espejo y empezó a acomodarse el cabello, no sé porque si así como estaba se veía preciosa— Eres demasiado puntual

Giro: Para la siguiente llegaré media hora tarde —dije mientras examinaba un poco su habitación. Su clóset estaba abierto y estuve a punto de cerrarlo para ayudarla a ordenar un poco, pero...

Autero: ¡No lo cierres! —Su grito me hizo dar un brinco del susto— Perdón, déjalo así

Me pareció raro pero no volví a tocar la pequeña puerta de madera y me senté en el único espacio de la cama que no estaba lleno de ropa regada y me quedé observándola atentamente. Nunca me detuve a mirar a una chica arreglándose, a ninguna aparte de a Mapi y en ella me parece hasta desesperante que se tarde tanto, pero ver a Autero es muy...hipnotizante.

Autero: ¿Se ve mal? —preguntó cuando se dio cuenta de que la miraba.

Giro: ¿Mm?

Autero: Mi cabello

Giro: Ah no, se veía bien desde que saliste a abrirme la puerta —Siguió mirándose en el espejo algo indecisa— Te ves muy guapa

Vi a través del reflejo como sus mejillas se tornaban color carmesí y ella trataba de disimular fingiendo buscar algo en sus cajones, algo que por cierto nunca encontró.

Autero: ¿A donde vamos a ir?

Giro: No lo sé, pensaba en el restaurante al que fuimos el día que perdiste tus llaves, es tranquilo y la comida es buenísima

Autero: Al fin alguien con buen gusto

Giro: Claro, por algo estoy aquí esperándote —Le sonreí, pero evitó mi mirada, no es que me guste ponerla nerviosa, es que sucede muy fácilmente.

My Piece Of Star - Carla AuteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora