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UNIDOS EN LA ADVERSIDAD

(ELOWEN)

Disfrutaba de la calma y la belleza del palacio, explorando sus jardines y sumergiéndome en los tesoros literarios de su biblioteca. Aquí, encontraba un respiro del bullicio y los desafíos de Arcanum. Era como si el tiempo se detuviera, y por primera vez en mucho tiempo, me sentía verdaderamente libre. Sin la carga de los problemas cotidianos, podía permitirme simplemente existir, sin preocupaciones ni tensiones. Cada día en el palacio era un regalo, una pausa bienvenida de las batallas diarias que enfrentaba en el mundo exterior.

Aunque disfrutaba de mi tiempo en el palacio, sabía que eventualmente tendría que enfrentar la realidad y regresar a Arcanum. La paz que encontraba en este lugar no podía durar para siempre, y tarde o temprano, las responsabilidades y los problemas volverían a llamar a mi puerta. Además, sabía que prolongar mi estancia aquí solo aumentaría las sospechas sobre mi ausencia en Arcanum. A pesar de la tranquilidad momentánea, el deber y el destino eventualmente me llamarían de vuelta a mi tierra natal.

Es importante hablar con Lysander sobre mis preocupaciones y decisiones. Confío en que él comprenderá y apoyará mi necesidad de regresar a Arcanum para enfrentar mis responsabilidades. Su apoyo y comprensión significan mucho para mí, y sé que juntos encontraremos la mejor manera de abordar esta situación.

-buenos tardes señorita- me saluda una de las sirvientas

-hola- le dije

- le han enviado esto- me tendió una carta y la recibí dándole las gracias, cuando se fue me senté a leer la carta con curiosidad.

ELOWEN

No se dónde estás, pero es mejor que regreses al castillo, todo aquí es un caos el rey anda con los mil demonios sueltos y está pagando su molestia con nosotros preguntándonos donde estás y quien es tu pareja, tranquila no le contamos nada sobre Lysander por tu seguridad, pero todo aquí es un caos, los entrenamientos son más duros cada día, y no acabaran hasta que tú regreses

ATT: Dash

Al leer la carta, sentí una mezcla de preocupación y ansiedad. La situación en Arcanum parecía volverse cada vez más tensa, y sabía que no podía quedarme alejada por mucho más tiempo. Decidí hablar con Lysander esa noche para discutir sobre nuestro próximo paso.

Ya era de noche y el no aparecía me estaba asustado, pero la puerta de su habitación se abrió dándole paso a un Lysander. Al ver a Lysander entrar con signos de haber sido golpeado, mi preocupación se intensificó. Sin perder tiempo, lo ayudé a sentarse y comencé a revisar sus heridas, limpiándolas y aplicando los primeros auxilios necesarios. Mientras tanto, le pedí que me contara qué había pasado.

- no te preocupes estoy bien- me dijo, pero sabía que estaba haciendo un esfuerzo grande por aguantar el dolor, dolor que ahora mismo yo estaba sintiendo en mi cuerpo.

A pesar de sus intentos por tranquilizarme, era evidente que Lysander estaba sufriendo. Decidí insistir en que me contara lo que había sucedido para poder ayudarlo de la mejor manera posible.

- No estás bien- le dije limpiando una herida que tenía en la mejilla- Cariño te amo golpeado horrible- le dije no me gustaba verlo así

Me miró con ternura y trató de forzar una sonrisa para tranquilizarme, pero su mirada delataba el dolor que estaba experimentando. Decidí acompañarlo y cuidarlo durante toda la noche, asegurándome de que descansara y recibiera la atención médica necesaria.

A la mañana siguiente me retorcí de dolor, al ver a Lysander intentando incorporarse de la cama. Me preocupé al verlo intentar levantarse, sabiendo que aún no se había recuperado por completo de sus heridas. Me apresuré a su lado para ayudarlo, sintiendo mi propio dolor, pero ignorándolo por completo mientras me enfocaba en él.

Llamas de devoción la historia de amor de dos Dragones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora