Llamas de devoción la historia de amor de dos Dragones

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EL DESPERTAR DE LA IRA Y LA REDENCION DEL CORAZON

TIPO DE NARRADOR: OMNISCIENTE

La noche había caído sobre el reino, envolviendo todo en un manto de oscuridad. Las estrellas brillaban en el cielo, como pequeñas luces que guiaban los pasos de los rebeldes en la penumbra. El viento susurraba entre los árboles, llevando consigo el eco de las respiraciones agitadas y el palpitar acelerado de los corazones de aquellos que se preparaban para la batalla.

En las sombras del castillo, el rey y sus seguidores se preparaban para enfrentar a los rebeldes. Sus murmullos y susurros se mezclaban con el sonido de las armas siendo afiladas y los preparativos para la batalla que se avecinaba. Pero los rebeldes no eran solo un grupo disperso, eran una fuerza unida por la causa de la libertad y la justicia.

Cada uno de los rebeldes llevaba en su interior el fuego de la determinación, dispuestos a enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. La noche era testigo de su valentía y su voluntad de cambiar el destino de su reino.

Mientras se acercaban al castillo, el rugido de la guerra resonaba en el aire, anunciando el comienzo de una batalla que determinaría el futuro de su pueblo. Estaban dispuestos a enfrentar al tirano con coraje y sacrificio, dispuestos a darlo todo por la libertad y la justicia.

A medida que avanzaban hacia el castillo, los rebeldes se preparaban para el enfrentamiento que se avecinaba. Cada uno de ellos llevaba consigo la determinación de luchar por lo que creían, dispuestos a enfrentar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino hacia la libertad.

El sonido de las espadas chocando y los gritos de guerra resonaban en el aire, mezclándose con el ulular del viento y el crujir de las ramas bajo sus pies. Las sombras se movían entre los árboles, cada una de ellas portando la esperanza de un futuro mejor para su pueblo.

A medida que se acercaban al castillo, el corazón de cada rebelde latía con fuerza, una combinación de emoción y temor ante lo desconocido. Pero no retrocedían, no cuando estaban unidos por un objetivo común y la convicción de que juntos podían derrotar al tirano que había sumido al reino en la oscuridad.

Al alcanzar las puertas del castillo, los rebeldes se prepararon para el asalto final. Con una determinación inquebrantable, se abalanzaron sobre los guardias del rey, dispuestos a luchar hasta el último aliento por la libertad y la justicia que tanto ansiaban.

Las puertas del castillo se abrieron de par en par, dando paso a un enfrentamiento épico entre los rebeldes y las fuerzas del tirano. El clangor de las espadas y el estruendo de los ataques resonaban en el aire, mientras los combatientes luchaban con ferocidad y determinación.

En medio del caos y la confusión, Elowen y Lysander avanzaban con valentía, liderando a sus compañeros en la batalla. Cada golpe, cada parpadeo de las llamas, era un recordatorio de su determinación de derrocar al opresor y restaurar la paz en el reino.

El rey, viendo que su reinado estaba en peligro, salió al balcón del castillo, desafiante y arrogante. Sin embargo, su expresión de confianza se desvaneció cuando vio la determinación en los ojos de los rebeldes, unidos en su causa justa.

-Se acabó- dijo Elowen apuntando con su espada al rey, el intento escapar pero Lysander lo puse de rodillas frente a ella- No volverás a hacerle más daño a nadie de esta nación-le dijo Elowen estaba cargada de odio hacia el rey que la vio crecer y que hace unas horas se enteró que era su padre.

-Por favor tengan piedad de mí- dijo el rey arrodillándose frente a su hija. La madre de Elowen y el rey de Arcanum habían tenido una relación clandestina, de la cual resultó el embarazo de Elowen. Sin embargo, la madre de Elowen, incapaz de soportar la idea de que su hija creciera en un ambiente dominado por el egoísmo y la maldad del rey, decidió abandonarlo y escapar con su hija.