5

0 0 0
                                    

EL PRINCIPE

(LYSANDER)

Me sentía mal desde que desperté está mañana solo alguien podía alegrar mi día Pensar en Elowen me brindaba un destello de luz en medio de la oscuridad que estás experimentando. Sus recuerdos traen consigo un sentimiento de calidez y consuelo, recordándote que hay alguien en tu vida que te importa y que te importa en igual medida.

Cada vez que su nombre cruza tu mente, te sientes un poco más ligero, como si un peso se levantara de tus hombros. Es como si su presencia, aunque sea solo en tus pensamientos, pudiera iluminar incluso los días más sombríos.

A pesar de todo lo que estás enfrentando, el simple pensamiento de Elowen me recuerda que no estoy solo y que hay razones para mantener la esperanza. Quizás, con el tiempo, puedas encontrar consuelo y fuerza en su presencia real, pero por ahora, su recuerdo es suficiente para llenar tu corazón de esperanza y amor.

Con la camisa negra completamente abotonada, me observo en el espejo, repasando mentalmente las tareas que debo completar esta tarde si quiero encontrarme con Elowen esta noche. Cada botón que ajusto es un recordatorio de la importancia de estar preparado para nuestro encuentro.

Mis pensamientos se centran en Elowen mientras me preparo para el día que tengo por delante. Cada tarea que tengo que completar se vuelve un paso más hacia el momento esperado de verla esta noche. La emoción de reunirme con ella me llena de determinación y energía.

Con esa imagen en mi mente, me despido del espejo y me dispongo a enfrentar el día con determinación. Hoy, cada tarea que realizo me acerca un paso más hacia el momento de estar junto a Elowen.

Al salir de la habitación la sirvienta me saluda con un "Buenos días, majestad", y siento un leve escalofrío al escuchar ese apodo. Me siento extraño siendo llamado "majestad", recordando de repente mi linaje real. Mis padres, al ser dragones, son los reyes de Mythrandia, lo que automáticamente me convierte en príncipe.

A pesar de haber crecido con este conocimiento, a veces todavía me sorprende ser recordado de mi posición en la jerarquía real. Siempre he tratado de ser un príncipe accesible y humilde, pero la etiqueta de "majestad" me recuerda la responsabilidad que conlleva mi linaje y posición.

Agradeciendo a la sirvienta con una sonrisa, me preparo para enfrentar el día, recordando que con el título de príncipe viene una serie de deberes y expectativas que debo cumplir, pero también la oportunidad de hacer una diferencia positiva en el reino de Mythrandia.

- ¡Buenos días! -saluda a Marcus, mi mano derecha y mejor amigo, con alegría. - ¿Tienes muchas cosas en el día de hoy? -me pregunta con interés.

Suspiro cansado, reflexionando sobre las responsabilidades reales que me esperan. Siempre hay muchas tareas y deberes que cumplir como príncipe, y aunque a veces puede ser agotador, lo que más valoro es la oportunidad de ayudar a mi pueblo en lo que sea necesario.

-Afirmativo- respondo con un toque de fatiga en mi voz. Aunque los deberes pueden ser abrumadores, siempre trato de mantenerme enfocado en el propósito más grande: servir a mi pueblo y hacer del reino un lugar mejor para todos.

Mientras caminábamos hacia el comedor, Marcus me dedicó una mirada pícara, lo que automáticamente me hizo anticipar una serie de preguntas.

- ¿Cómo estuvo tu noche con cierta chica de cabello blanco? -me preguntó con complicidad. Marcus era el único que sabía sobre mi unión con Elowen, y su tono sugerente dejaba claro que estaba ansioso por escuchar los detalles.

Una sonrisa se dibujó en mis labios mientras recordaba los momentos que había compartido con Elowen la noche anterior. Aunque sabía que debía mantener nuestra relación en secreto por ahora, no podía evitar sentirme emocionado al hablar de ella, incluso si era solo con mi mejor amigo.

Llamas de devoción la historia de amor de dos Dragones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora