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UN NUEVO COMIENZO EN MYTHRANDIA

(LYSANDER)

Observé con ternura a Elowen mientras dormía pacíficamente a mi lado. Su rostro estaba iluminado por los rayos del sol que se filtraban por la ventana, y su respiración era suave y regular. Una sensación de paz y felicidad me invadió al verla así, y me sentí agradecido por tenerla a mi lado.

Con cuidado, me moví para no despertarla y la cubrí con las sábanas para que estuviera cómoda y abrigada. Sabía que tenía que irme pronto, pero no quería interrumpir su sueño. Me quedé observándola por un momento más, memorizando cada rasgo de su rostro, deseando poder quedarme con ella para siempre.

Sin embargo, sabía que tenía responsabilidades en Mythrandia y que no podía quedarme mucho más tiempo en Arcanum. Con un suspiro de resignación, me levanté con cuidado de la cama y me coloqué mi camisa, procurando no perturbar la tranquilidad de Elowen.

Antes de partir, me acerqué a su lado y le di un suave beso en la frente, deseando con todo mi ser poder quedarme con ella. Pero sabía que tenía que regresar a mi reino y cumplir con mis deberes como príncipe.

Con un último vistazo a Elowen, salí de la habitación con el corazón lleno de amor y gratitud por haberla conocido. Aunque tenía que dejarla por ahora, sabía que nuestro vínculo era fuerte y que siempre encontraríamos la manera de volver a estar juntos.

Baje y me escabullí por los pasillos evitando que alguien me mire, pero entonces escuche unas voces acercándose, hice uso de mis poderes para camuflarme con la oscuridad observé al rey de Arcanum y a su acompañante, sentí un creciente resentimiento hacia ellos por lo que habían hecho a Elowen. Me prometí a mí mismo que haría todo lo posible para protegerla de cualquier peligro futuro, incluso si eso significaba enfrentarme al rey y a sus secuaces.

Decidí seguirlos en silencio para averiguar más sobre sus planes y asegurarme de que no representaran una amenaza para Elowen o para mi reino. Me moví sigilosamente entre las sombras, aprovechando mis habilidades de camuflaje para no ser detectado.

Escuché fragmentos de su conversación mientras se adentraban más en el bosque, y pronto me di cuenta de que estaban tramando algo oscuro y peligroso. Mis sospechas se confirmaron cuando mencionaron a Elowen y hablaron de llevar a cabo un plan para capturarla.

Mi corazón se llenó de furia al escuchar sus palabras, y supe que tenía que actuar rápidamente para proteger a Elowen. Tomé una decisión en ese momento: no permitiría que ningún daño le fuera infligido, y haría todo lo que estuviera en mi poder para mantenerla a salvo.

Continué siguiendo al rey y a su acompañante, preparado para intervenir si fuera necesario y enfrentar cualquier desafío que se presentara en mi camino.

Al escuchar las palabras del rey y su secuaz, mi determinación se fortaleció aún más. Sabía que no podía permitir que cumplieran sus malvados planes, y estaba decidido a enfrentarlos directamente si era necesario.

Sin hacer ruido, me alejé sigilosamente para buscar a Elowen y advertirle sobre la amenaza que se cernía sobre ella. Sabía que no podía permitir que estuviera en peligro, y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para protegerla.

Me moví rápidamente entre los árboles, concentrado en encontrarla lo antes posible. Sabía que cada segundo contaba, y no podía permitirme perder más tiempo.

Finalmente, la encontré en el jardín del palacio, perdida en sus pensamientos mientras observaba las flores. Me acerqué a ella con cautela, asegurándome de no asustarla.

-Elowen- la llamé en un susurro, haciendo que se sobresaltara levemente y girara hacia mí con sorpresa en sus ojos.

-Necesito hablar contigo-le dije en voz baja, sintiendo la urgencia en mis palabras. -Hay algo que debes saber.

Le expliqué brevemente todo lo que escuche y pude ver cómo se sorprendía y procesaba todo rápido, estaba angustiando por ella, pero sabía que era fuerte era consciente de ello aún así me daba en la tarea de protegerla cueste lo que cueste

- Si no te sientes segura puedes venirte a Mythrandia conmigo haya estarás segura- le dije estando en mi territorio no le podrán hacer nada, yo evitaba la guerra, pero por Elowen hacia lo que sea.

- Está bien- dijo, la acompañe a su habitación y la ayude a empacar sus cosas. Luego de tener todo listo nos fuimos hacia un laberinto donde estaba la salida del castillo y daba hacia el bosque, al llegar me percate que quizás no pasaría por la abertura

- Estate tranquilo- me dijo Elowen- puedo crear un portal- me dijo y me quedé sorprendido ante el poder que tiene este le ayudaría mucho- solo que es la primera vez que lo usaré- me dijo

- Hey estate tranquila puedo transformarme si no te sientes segura de abrir el portal- le dije calmándola ella asistió y se puso en posición para abrir el portal, vi cómo se esforzaba pero al final un pequeño portal apareció ante nosotros, estaba orgulloso de ella

- Esa es mi chica- dije Con una sonrisa, Elowen asintió y me miró con determinación antes de tomar mi mano. Juntos, cruzamos el portal, dejando atrás el peligro que acechaba en Arcanum y dirigiéndonos hacia un nuevo comienzo en Mythrandia.

Al otro lado del portal, nos encontramos en un paisaje totalmente diferente, lleno de exuberante vegetación y el aire fresco del bosque. Era como si un peso se hubiera levantado de nuestros hombros, y nos sentimos libres y seguros una vez más.

Mientras caminábamos por el bosque hacia el reino de Mythrandia, sentí que estábamos más unidos que nunca. Sabía que juntos podríamos enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en nuestro camino, y estaba decidido a hacer todo lo posible para proteger a Elowen y mantenerla a salvo.

Con esa determinación en mi corazón, nos dirigimos hacia nuestro nuevo hogar, listos para enfrentar lo que el futuro nos deparara, juntos y unidos en amor y fuerza.

Al llegar al castillo acompañe a Elowen a que se instalara en mi habitación

- Se siente raro- me dijo con las mejillas sonrojadas

- Entiendo cómo te sientes. Pero aquí estarás segura y protegida - le aseguré, colocando una mano sobre la suya con ternura.

Elowen asintió, apreciando mi gesto de apoyo. Juntos, nos aseguramos de que estuviera cómoda en mi habitación, y luego salimos para que pudiera descansar después de la emocionante jornada.

Mientras caminábamos por los pasillos del castillo, sentí una profunda sensación de paz y felicidad. Sabía que tener a Elowen a mi lado significaba que no estábamos solos en este mundo, y que juntos podríamos enfrentar cualquier desafío que se presentara.

Con esa tranquilidad en mi corazón, nos dirigimos hacia el futuro, listos para lo que nos deparara el destino, pero seguros de que estaríamos juntos para superarlo.

- Creo que deberíamos hablar con mi abuelo- le dije y ella asistió

- me parece bien ¿Cuándo se lo dirás?- me preguntó

- mañana en el desayuno- le dije

Al día siguiente, durante el desayuno, busqué una oportunidad para hablar con mi abuelo. Cuando finalmente estuvimos a solas, le expliqué la situación con Elowen y cómo su vida estaba en peligro en Arcanum.

Mi abuelo escuchó atentamente y le costó procesar que Elowen era del reino enemigo, pero se lo tomó muy bien mi abuelo no le tenía rencor a los de Arcanum solo a su rey

-Entiendo- dijo. -Debemos asegurarnos de que esté a salvo aquí en Mythrandia. Puedes estar seguro de que haremos todo lo posible para protegerla.

Me sentí aliviado al escuchar esas palabras. Saber que mi abuelo estaba de acuerdo significaba mucho para mí. Juntos, hicimos los arreglos necesarios para garantizar la seguridad de Elowen en el reino.

Después de la conversación, regresé a mi habitación donde Elowen esperaba con ansias noticias. Le informé sobre los planes que habíamos hecho y la vi relajarse un poco más, sabiendo que estaría segura en Mythrandia.

Con el apoyo de mi abuelo y el amor que compartíamos, estábamos listos para enfrentar cualquier desafío que se presentara en nuestro camino. Juntos, enfrentaríamos el futuro con valentía y determinación.

Llamas de devoción la historia de amor de dos Dragones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora