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LA TRAICION REVELA

(ELOWEN)

Durante las últimas semanas, pasé un tiempo increíble con el abuelo de Lysander. Disfrutaba de su compañía, su sabiduría y su amoroso carácter. Además, fue un maestro excepcional, enseñándome todo sobre la unión entre dragones y lo que implicaba para mí. Gracias a sus enseñanzas, mis poderes se fortalecieron y comencé a sentirme diferente. En ocasiones, mi cuerpo parecía brillar con una energía renovada, reflejando la profundidad de nuestra conexión y el crecimiento de mis habilidades. Estaba emocionada por explorar esta nueva fase de mi vida y ver hacia dónde nos llevaría nuestra unión.

-Concéntrate, Elowen-me dijo mientras intentaba aprender a combatir con espadas. Hoy estaba teniendo dificultades para dominar las técnicas, y él estaba tratando de ayudarme a mejorar.

Me relajé y esperé el ataque de mi enemigo, observando sus movimientos con atención. Con cada paso que daba, intentaba prever su próximo movimiento y encontrar la oportunidad para contraatacar.

Esquivé sus golpes con agilidad, buscando siempre el momento adecuado para contraatacar. Mi entrenamiento con el abuelo de Lysander estaba empezando a dar frutos, y me sentía más segura de mis habilidades con la espada.

El impacto en mi mentón me hizo soltar la espada, pero en lugar de rendirme, reaccioné instintivamente. Utilicé mis puños para defenderme, con un rápido movimiento, logré desequilibrar a mi contrincante y derribarlo al suelo. Mientras se recuperaba, aproveché para recuperar mi espada y, con determinación, se la clavé en el pecho. Fue un momento intenso y decisivo en el combate, donde mi instinto de supervivencia y mi entrenamiento se fusionaron para salir victoriosa.

El abuelo me felicitó con una sonrisa de orgullo, y su aprobación significaba mucho para mí. Había estado trabajando duro para mejorar mis habilidades en combate, y finalmente ver los resultados de mi esfuerzo me llenaba de satisfacción. Agradecí sus palabras y continuamos con nuestro entrenamiento, sabiendo que aún había mucho por aprender y mejorar.

Después del entrenamiento y de aplicarme un poco de hielo en el golpe que recibí, me dirigí a mi habitación para de darme un baño. Me sentía agotada y sudorosa, pero quería lucir lo mejor posible para impresionar a Lysander cuando regresara. Decidí tomarme un tiempo para relajarme y mimarme un poco antes de su llegada.

Después de arreglarme y elegir un vestido verde que sabía que a Lysander le gustaba, me propuse prepararle algo especial. Sabía que llegaría agotado de las reuniones, y apenas teníamos tiempo para estar juntos, así que quería hacer algo especial para él. Decidí preparar su plato favorito y decorar la mesa con velas para crear un ambiente acogedor y romántico. Quería que esta noche fuera especial para ambos, un momento en el que pudiéramos relajarnos y disfrutar el uno del otro después de días agotadores.

Mientras preparaba el pastel de limón, recordaba cómo a Lysander le encantaba ese postre. Intenté darle un toque especial, agregando un poco más de ralladura de limón para realzar su sabor. Cuando terminé, encendí las velas y coloqué el pastel en la mesa, junto con dos platos y dos copas. La fragancia dulce y cálida del pastel llenó la habitación, creando un ambiente acogedor y romántico. Me senté a esperarlo con ansias, emocionada por sorprenderlo y hacerle sentir especial después de un día agotador.

A medida que pasaban las horas y Lysander no aparecía, la preocupación comenzó a apoderarse de mí. Intenté comunicarme con él telepáticamente, pero no obtuve respuesta. La ansiedad y la tristeza se apoderaron de mí al no verlo llegar, y cada minuto que pasaba sin su presencia aumentaba mi preocupación. Me sentía deprimida y angustiada por no saber qué podría haberle sucedido. Cada pequeño ruido o movimiento en el castillo me hacía saltar de nerviosismo, esperando que fuera él.

Vi llegar a una chica pelirroja y me levanté para preguntarle si había visto a Lysander.

-Hola, disculpa que te molesté-le dije a la chica. - ¿Sabes dónde está Lysander? -La chica me miró de arriba a abajo y luego me lanzó una mirada despectiva.

-Así que tú eres la famosa Elowen-dijo con desdén. -No lo esperes despierta, Lysander solo está contigo por su unión-continuó con un tono sarcástico que me golpeó en lo más profundo. -Sabes, es gracioso, él estuvo conmigo anoche- añadió con una sonrisa burlona, y sentí como esas palabras me quemaban por dentro. Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, incapaz de contener la conmoción y la tristeza. ¿Lysander estuvo con ella anoche? Sentí que mi mundo se desmoronaba a mi alrededor.

Salí corriendo en busca de mi habitación, las palabras de esa chica seguían quemándome por dentro. ¿Lysander estuvo con ella anoche? ¿Tiene algo con ella? ¿Dónde quedaron los momentos que compartimos juntos, las promesas de amor y fidelidad? Me sentía traicionada, confundida y devastada. Me tiré en la cama y las lágrimas comenzaron a brotar sin control. ¿Cómo podría Lysander hacerme esto? ¿Acaso todo lo que compartimos fue una mentira, o simplemente se dejó llevar por la tentación? La duda y la desesperación me abrumaban, y el dolor en mi corazón era insoportable.

El amanecer llegó y me sentía agotada por la falta de sueño y el peso de la angustia en mi pecho. Me levanté de la cama con la esperanza de encontrar alguna explicación, alguna señal de que lo que esa chica dijo no era cierto. Pero cada paso que daba me llevaba más cerca de la verdad que no quería aceptar. ¿Cómo podría enfrentar a Lysander después de lo que había descubierto? ¿Podría perdonarlo si realmente había traicionado nuestra confianza? Estas preguntas atormentaban mi mente mientras me preparaba para el día que se extendía ante mí, lleno de incertidumbre y dolor.

El entrenamiento fue intenso, canalizando mi ira en cada movimiento, cada golpe, como si pudiera golpear la traición fuera de mi mente. Cada vez que blandía mi espada, imaginaba que estaba cortando los lazos que me unían a Lysander, liberándome del dolor y la confusión que sentía. Pero por más que intentaba mantener mi mente enfocada en el entrenamiento, mis pensamientos seguían regresando a él, preguntándome qué había hecho para merecer tal desprecio.

El abuelo, con su habitual sabiduría y sensibilidad, notó mi estado de ánimo y me preguntó si algo andaba mal. Sin embargo, me cerré emocionalmente, no quería compartir mis preocupaciones con nadie en ese momento. Prefería lidiar con mis sentimientos por mi cuenta, aunque en el fondo sabía que su apoyo y consejo podrían ser reconfortantes.

Al ver a Lysander llegar con heridas visibles, mi preocupación se intensificó, aunque estuviera molesta por la situación anterior. Mis sentimientos encontrados se mezclaban con el alivio de verlo a salvo y el dolor de saber que algo no estaba bien entre nosotros. Sin embargo, prioricé su bienestar y me acerqué a él para ayudarlo con sus heridas, dejando de lado mis propias preocupaciones por el momento.

Me mantuve a su lado durante todo el tiempo que duró la revisión médica, preocupada por su bienestar. Aunque mi corazón estaba lleno de dudas y dolor, no podía permitir que eso afectara mi deber de cuidarlo. Asistí atentamente a las indicaciones del médico y me dispuse a cuidar de él, a pesar de las emociones conflictivas que invadían mi mente.

Unas horas después Lysander despertó le expliqué cómo se encontraba, aún seguía molesta con él y quería explicaciones, pero no lo iba a molestar con mis preguntas

- Te noto algo distante- me dijo Lysander desde la cama- ¿te encuentras bien? - me preguntó y me dediqué a mirar al balcón

- Estoy bien- respondí sería, el noto lo tensa que estaba, pero no hablo, le agradecí que respetará mi espacio. Para no seguir hablando con el me fui de la habitación

Después de un breve intercambio de palabras, decidí salir de la habitación para darle espacio a Lysander y también para poder procesar mis propias emociones. Me sentía dividida entre el deseo de confrontarlo por sus acciones y la necesidad de mantener la calma para cuidar de él en su estado vulnerable. Caminé por los pasillos del castillo, perdida en mis pensamientos y tratando de encontrar claridad en medio de la confusión que me embargaba.

Llamas de devoción la historia de amor de dos Dragones Donde viven las historias. Descúbrelo ahora