Cómo me convertí en Jackeline

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⚠️ ADVERTENCIAS ⚠️

Está historia es la segunda parte de

"Cómo me convertí en Alexa"

Existen partes de este relato que pueden hacer spoiler de lo sucedido en la novela anterior.

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Esta, es una historia de alto contenido sexual. En ella se narran de forma explícita escenas de sexo de distinta índole y por ello:

🔞 La lectura de este relato NO ES APTA para menores de 18 años.

⛔️ En esta historia se representan escenas en las que aparecen: Drogas, Alcohol, Sexo, Violencia y Lenguaje malsonante.

📽 Se trata de una novela totalmente ficticia. Los nombres y la identidad de los personajes son totalmente inventados y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

©️ La autoría de este relato corresponde en su totalidad a Ellen Fox (Seudónimo) a quién pertenecen por completo los derechos de difusión, traducción, adaptación y explotación. Cualquier copia o adaptación sin consentimiento legal será denunciada a las autoridades competentes.

© Copyright 2024 Ellen Fox, Cómo me convertí en Jackeline. Todos los derechos reservados

Una vez advertidos todos los usuarios, les deseo una feliz lectura y que disfruten de la historia de nuestro amigo... Jack... 😘

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Todo empezó hace unos tres años aproximadamente. Acababa de empezar mi carrera de empresariales en la universidad de la ciudad junto a mi mejor amigo, Alex.

Alex y yo éramos amigos desde el colegio y siempre haciamos todo juntos.

Mientras estábamos en la universidad, buscamos trabajos a tiempo parcial para costearnos nuestros caprichos, la mayoría de ellos, relacionados con el alcohol y la fiesta.

Los padres de Alex, alquilaron un pequeño apartamento para ayudar a su hijo mientras estudiaba, pero mi situación era más complicada. De lunes a viernes debía viajar durante una hora en autobús para regresar a casa y ayudar a mi padre.

Mi madre murió hace tres años y desde ese instante la situación en casa comenzó a ser un desastre.

Mi padre comenzó a beber y a gastarse el poco dinero que teníamos en juego, alcohol y putas, mientras yo, debía buscar más trabajos extra para conseguir más dinero y colaborar en casa.

Después de una pelea con un compañero de trabajo por llegar borracho a su puesto, mi padre fue despedido y desde hace unos meses el único dinero que entraba en casa era la pensión de viudedad de mi padre y lo poco que podía aportar yo.

La situación de mi padre empeoró y cada vez bebía y gastaba más dinero, hasta que un día se metió en un lío de los gordos.

Se metió en una timba de póker en la que acabó perdiendo todo el dinero que tenía además de la casa y el coche.

No lo perdió contra un cualquiera, lo perdió con Tony Calabresi, uno de los mafiosos más importantes de la ciudad.

Normalmente yo me quedaba a dormir los viernes y los sábados en la ciudad, en el apartamento de mi amigo Alex. Era divertido estar con él, beber whisky barato y comer pizzas mientras nos preparábamos para salir de fiesta en busca de mujeres cachondas con ganas de pasar la noche con dos chicos atractivos como nosotros.