43 | NUEVOS SENTIMIENTOS

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Tras aquella noche en la que me sentí inesperadamente bien teniendo sexo con aquel hombre en el hotel, después de tomar mi merecido desayuno y vestirme de nuevo, aunque sin ropa interior bajo mi vestido ya que aún estaba mojado del jacuzzi, justo a las once de la mañana, tal como me indicó Rick, salí y me monté en el coche del guardia que allí seguía esperándome para llevarme de vuelta a casa.

Me monté en el coche y saludé al guardia para luego darle las gracias por haberme esperado durante tantas horas. Él, simplemente arrancó el coche sin decir nada y se puso en marcha.

El roce de mi vestido sobre mis pezones desnudos, hizo que estos se pusieran duros sin querer. Automáticamente, al parar en un semáforo, observé que el conductor los miró de reojo y al notar que yo me había dado cuenta de ello, enseguida giró su cabeza para mirar de nuevo al frente.

Algo recorrió mi interior al sentirme observada, y no sé por qué, me excité.

-¿Te gustan mis tetas? - Pregunté poniendo una voz sensual y llevando mis manos a mis pechos.

-¿Qué dices...? No... - Respondió el muchacho abrumado por la situación.

Estaba muy cachonda todavía, mis pezones estaban duros y mi cuerpo de nuevo volvió a electrizarse, además sabía que ese chico aunque se hacía el duro, me deseaba.

-Vamos... no me dejes así... Sé que quieres tocarlas... - Dije sensualmente mientras llevaba mis manos a los tirantes de mi vestido y los bajaba para liberar mis pechos.

El chico de nuevo miró, puso en marcha el coche mientras conducía, con su mano derecha comenzó a tocar mis tetas. El tacto de su mano sobre mis pechos activó mis instintos. Mi pene se puso duro de nuevo bajo el vestido y yo alargué mi mano izquierda para ponerla sobre su pantalón vaquero.

Comencé a tocar su pene ligeramente, mientras él, tocaba mis senos y los soltaba solo para cambiar de marcha. En poco tiempo noté que su polla estaba completamente dura bajo sus pantalones, así que pasé a la acción y me desabroché el cinturón para ponerme de rodillas sobre el asiento y abrir su cremallera para liberar su gran miembro erecto.

-Mmm... Es enorme... Tal como la imaginaba... - Dije poniendo mi cabeza bajo su brazo y dándole una primera lamida que hizo que él chico se sobresaltara.

El trayecto iba a durar al menos veinte minutos, así que tenía tiempo más que de sobra para divertirme con la enorme polla que me estaba comiendo. Sin pensar en nada y sin preocuparme por si alguien nos veía practicando sexo oral entre el tráfico de la ciudad, comencé a masturbarme a la vez que le chupaba la polla a ese hombre hasta que finalmente con un gemido y poniendo su mano sobre mi cabeza me indicó que era el momento de recibir un potente disparo de caliente y espeso semen en mi boca.

Mientras recibía la descarga de leche en mi boca, aceleré el ritmo de mi masturbación para terminar y gemir aún con su polla en mi boca soltando más y más cantidad de semen.

De mi pequeño pene apenas salió nada esta vez, tan solo unas gotitas que mancharon la falda interior de mi vestido, pero que fue suficiente para sentir otro orgasmo a la vez que saboreaba la gran polla y el semen de aquel fornido guardia.

Al terminar, saque su polla de mi boca y me volví a sentar en mi asiento para recolocar mis tetas dentro de mi vestido y con mis dedos comenzar a recoger algunos restos de semen de mi barbilla para meterlos en el lugar de donde no se debieron escapar y saborearlos para terminar tragándolos con una sonrisa.

-Me ha encantado tu polla... ¿Te ha gustado a ti también? - Dije sonriendo y saboreando todavía su espeso semen.

-Eres buena... Jodidamente buena... - Dijo el chico exhausto y jadeando mientras con una mano conducía y con la otra guardaba su pene aún palpitando por el orgasmo recibido.

Cómo me convertí en JackelineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora