Cómo me convertí en Jackeline

31 | UNA OPORTUNIDAD

Desperté por la mañana cuando la luz del sol comenzó a iluminar aquella enfermería a través de los barrotes de las ventanas.

Al abrir los ojos de nuevo estaba aquella bonita enfermera a mi lado, con una bata nueva y sonriendo a mi lado mientras acariciaba mi pelo.

-¿Cómo estás hoy, Jack? - Preguntó la joven muchacha.

-¿Cuánto tiempo he dormido? - Dije somnoliento sin sentir más dolor.

-Estabas muy cansada, solo has dormido diez horas pero estabas agotada y no había forma de despertarte.

-Es como si hubiera dormido varios días - Respondí tratando de moverme al sentirme mejor.

-Tengo una buena noticia para ti, tienes una visita importante - Dijo la chica poniéndose de pie y mirando hacía un lado.

Apoyé mis codos para acomodarme sobre la cama y mirar hacia atrás, donde pude ver a un hombre mayor elegante con barba canosa vistiendo un traje y con corbata.

-Hola, Jack... Soy Michael Lawrence, el alcaide de esta prisión - Dijo el hombre con voz grave que al escucharlo me hizo comenzar a temblar - Tengo una gran noticia para ti - Prosiguió mientras se acercaba a mi lado para colocarse junto a la enfermera.

-¿De... De qué se trata? - Dije con voz nerviosa esperando que me comunicara que iba a ser trasladado a una prisión de mujeres o algo similar.

-Quiero sepas que aunque no estoy de acuerdo, han pagado tu fianza y con ello saldrás libre de prisión según la ley vigente - Dijo el hombre de forma pausada y con seriedad.

-No... No entiendo... ¿Han pagado mi fianza? ¿Quién? - Pregunté sorprendido.

-Esta mañana la señora Shevchenko acudió a los juzgados para pagar tu deuda y gracias a ella, en unas horas, en cuanto recibas el alta médica, podrás salir de prisión y ser libre - Continuó manteniendo el gesto serio y formal mientras la enfermera sonreía levemente alegrándose por mí.

-¿Shevchenko... A... Alexa? - Pregunté totalmente confundido.

-Eso es... Alexa Shevchenko, tras ser declarada inocente en su juicio tuvo que esperar unos días hasta recuperar su fortuna y esta mañana pagó tu fianza de más de un millón de dólares.

-Y... ¿Qué debo hacer ahora? - Pregunté sorprendido.

-Esta tarde, te entregaremos el alta carcelaria para que puedas salir, te avisaremos y tendrás que firmar. Obviamente al salir culpable de tus delitos, deberás empezar una nueva vida desde cero, todas tus cuentas están cerradas y todas tus pertenencias están en manos del estado, así que espero que tengas alguien en quien confiar para acudir a él. Si la señora Shevchenko se ha molestado en pagar una fianza tan elevada es porque te aprecia, por tanto te recomiendo que acudas a ella en primer lugar - Prosiguió el Alcaide.

-E... Ella me convirtió en este monstruo... Por su culpa soy un engendro con pechos y por su culpa han abusado de mí en esta prisión... - Dije entre sollozos al recordar lo que había sufrido en los últimos dos días en esa cárcel.

-¿Por su culpa? Yo creo que es más por tu culpa, pero bueno, yo no estoy aquí para juzgarte, solo quería informarte de que esta tarde serás libre - Dijo el hombre con una sonrisa incómoda.

Hubo un silencio durante unos segundos en los que yo traté de darme la vuelta sobre la cama mientras el alcaide se daba la vuelta para irse.

-Solo una cosa más, Jack... No cometas los mismos errores del pasado... - Dijo dándose la vuelta para mirarme fijamente una vez más antes de marcharse tras la cortina y desaparecer ante mis ojos.