Los nuevos sentimientos que me invadían al besar y sentir el cuerpo de Inna, creaban un huracán de emociones en mi interior. Jamás imaginé que iba tener una relación como está. Inna me gustaba pero mi cuerpo no reaccionaba a ella de la misma forma que lo hacía cuando un hombre metía su polla en mi boca o me llenaba el culo con su miembro.
Mi corazón palpitaba más rápido a su lado y deseaba acabar con esto cuanto antes para poder demostrarle el hombre que realmente era, pero dadas mis condiciones solo podía sentir placer al tener sexo como mujer.
Por suerte, Inna era una mujer experimentada y madura, aunque nadie lo diría, y eso me daba tranquilidad, sabía que ella esperaría y me ayudaría en todo momento a sentirme cómoda hasta que mi pene y mi pecho volvieran a ser los que eran.
La noche siguió su rumbo, los clientes comenzaron a llegar y contratar nuestros servicios como cualquier sábado noche, y después de varias mamadas y un par de completos, tomé un pequeño descanso para fumarme un cigarrillo.
Un coche negro, con los cristales traseros tintados paró frente a mí.
La ventanilla del conductor comenzó a bajar para mostrarme la imagen de un hombre joven, de unos treinta años, muy guapo y con barba cuidada que vestía un elegante traje negro y corbata a juego.
-Hola, guapetón... ¿Qué te gustaría que te haga? - Pregunté lanzando mi cigarro al suelo y acercándome a la ventanilla del coche.
-Yo no soy tu cliente... - Dijo abriendo la puerta y bajando del coche.
-¡Qué pena! - Dije echándome para atrás - Pero si quieres puedes venir a verme cuando quieras y le doy cariño a tu cosita... - Susurré en su oído mientras rozaba mis pechos en el suyo y ponía mi mano sobre su entrepierna.
-Ehhh... Sí bueno - Se sobresaltó al notar que su pene se ponía duro con mis caricias.
-Aunque más que una cosita es una cosota enorme... - Dije soltando su pene para caminar moviendo mis caderas hasta la parte trasera del coche.
Entendí que mi cliente, estaba en la parte trasera del coche y que aquel chico debía ser su chófer.
Por alguna extraña razón la cara de aquel hombre me resultaba conocida, pero no le di mayor importancia, así que abrí la puerta trasera, y sin pensarlo, me metí dentro.
-¡No puede ser! - Exclamé al ver a la persona que me estaba esperando en el asiento trasero de aquel lujoso vehículo portando un lujoso vestido rojo.
Alexa frente a Jackeline en el coche
-Hola, Jack - Dijo Alexa.
-¿Qué coño quieres de mí? - Pregunté abriendo la puerta de nuevo para intentar salir
-¡Espera! No te vayas, solo quiero hablar contigo - Exclamó extendiendo su brazo para detenerme.
-¿Cómo me has encontrado? - Pregunté nerviosa.
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Cómo me convertí en Jackeline
General FictionJack era un joven estudiante que, de un día para otro, por culpa de su padre, se metió en un gran lío en el que, para salir, deberá traicionar a su mejor amigo, y a partir de ese momento todo se complicará...