Después de unos minutos, completamente desesperado, gritando, llorando y tratando de encontrar una forma de salir de aquella maldita habitación, sin éxito, la luz de la habitación bajó y comenzó a sonar una alarma para dar inicio a un vídeo en la pantalla de la habitación.
Completamente nervioso y con paso lento me acerque de nuevo hasta la cama para ver aquel nuevo vídeo.
En él se comenzó a mostrar a una hermosa chica morena, completamente desnuda y feliz, levantándose de una cama idéntica a la mía y yendo al armario para sacar un vestido corto de color azul para luego sentarse en la cama y abrir el cajón de la mesita para elegir unas bragas azules con encaje y transparencias, un sostén del mismo color y unas medias blancas semi transparentes. Una vez se puso toda esa ropa con mucho cuidado y sin dejar de sonreír y acariciar su piel, la chica se puso en pie y se dirigió a la mesa para abrir aquella extraña ventana y sacar una bandeja con un desayuno completo.
Una vez terminó el vídeo por primera vez, comenzaron a repetir aquellas imágenes pero esta vez, mostrando un contador de una cuenta atrás de comenzaba a bajar desde los cinco minutos.
-¡Una puta mierda voy a vestirme así! - Grité de nuevo, notando que mi voz se encontraba resentida y algo afónica.
El vídeo se repitió sin parar hasta que la cuenta atrás llegó a cero, mientras yo me mantenía en la cama, sentado, sin dejar de mirar aquellas imágenes, esperando ver cuál podría ser el castigo que iba a recibir por no obedecer en aquella tarea.
Una vez la cuenta atrás terminó, un cartel en rojo mostró un texto que rezaba: TAREA FALLIDA.
Justo en ese instante la habitación comenzó a oscurecerse lentamente y la temperatura comenzó a caer.
-¡Malditos malnacidos! - Exclamé al notar como mi piel se erizaba del frío que comenzaba a sentir en mi suave piel.
Casi a ciegas y temblando de frío, me metí en la cama y me tapé tanto como pude para tratar de huir de ese ambiente gélido que llenaba toda la habitación.
Al meterme bajo las sábanas logré escapar del frío y mantuve el calor corporal, así que de alguna forma logré ganar este duelo contra Igor y Alexa.
Después de un buen rato allí metido, saqué mi cabeza de debajo de las sábanas. La luz y la temperatura de la habitación volvieron a la normalidad y al fin pude volver a incorporarme.
Tan solo unos segundos después de sacar mi cabeza, de nuevo la pantalla se encendió y comenzó a mostrar un vídeo de una película pornográfica.
La chica del vídeo era una conocida actriz de cine para adultos y se acercaba a un hombre de color para ponerse de rodillas frente a él y con una gran sonrisa, comenzó a tocar su entrepierna para, instantes después bajar su pantalón y sin dejar de mirarle a los ojos, comenzar a chupar su gran pene ya erecto.
Mis ojos no podían esquivar aquellas imágenes mientras veía como la chica devoraba con ansia el gran miembro de aquel hombre, haciendo sonidos obscenos con su boca que retumbaban a todo volumen en toda la habitación.
Traté de evitarlo, pero mi pene se puso duro en cuestión de segundos al ver y escuchar lo que ocurría en aquel vídeo, y en cuestión de segundos, no pude evitar llevar mi mano derecha a mi entrepierna para comenzar a mover mi polla.
Abrí ligeramente mis piernas bajo las sábanas para comenzar a masturbarme mientras observaba aquel vídeo en el que la chica bajaba sus braguitas para ponerse en cuatro patas y recibir el gran pene de aquel hombre negro.
En muy poco tiempo comencé a sentir unas irrefrenables ganas de terminar al oír los fuertes gemidos de aquella hermosa chica de grandes pechos mientras disfrutaba y se movía sin parar para meter aquella gran verga en lo más profundo de su vagina.
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Cómo me convertí en Jackeline
General FictionJack era un joven estudiante que, de un día para otro, por culpa de su padre, se metió en un gran lío en el que, para salir, deberá traicionar a su mejor amigo, y a partir de ese momento todo se complicará...
